Aunque la mayoría de los equipos tratan de dañar al rival a partir del carril central, una de las vías secundarias con más peligro de esta temporada está siendo las incorporaciones de los laterales. Sea desde el pico del área o hasta la línea de fondo, sea estando o sea llegando, éste es uno de los recursos más comunes de La Liga. De ahí que, aprovechando este parón, el equipo de «Las Gaunas» se haya parado a analizar el contexto de cuatro de los «laterales-centradores» más productivos de dicha competición. Dani Carvajal (Arroyo), Sergi Roberto (Albert), Yuri Berchiche (Quintana) y Mariano Ferreira (Abel) fueron los elegidos, pero bien podíamos hablar de Michel Macedo, Juanfran Torres, Isma López, Ander Capa o Gayà.
DANI CARVAJAL, MEJOR LLEGANDO
El centro al área se ha convertido en un recurso más que reforzado en el Real Madrid desde la llegada de Zinedine Zidane al banquillo del reciente campeón del mundo. A nivel táctico, ambas bandas pueden generar situaciones de peligro pues con el balón en la izquierda es Bale quien carga desde la derecha y con el balón en la derecha es Cristiano quien carga desde la izquierda, dos de los rematadores más imponentes del continente. Siendo el portugués la referencia goleadora del equipo y Bale un jugador cuyo movimiento más natural es la búsqueda de apoyos por dentro o el disparo a puerta, es Dani Carvajal quien se encarga de llegar a línea de fondo.
Si bien el madrileño puede encarar y forzar situaciones de centro en el uno contra uno, interpretando el espacio y la llegada tras una pared o una atracción de Bale es donde más cómodo se siente el ‘2’. Cuando el galés puede fijar al central zurdo y Carvajal sólo tiene la vigilancia de su homólogo, su lectura y primeros tres o cuatro pasos conforman el centro más característico del Real desde la derecha en las situaciones de juego más repetidas a lo largo de los encuentros. Como en la mayoría de casos, su efectividad en los centros más combados es algo irregular, si bien su lectura entre la búsqueda del punto de penalty y el pase raso atrás es casi perfecta.
EL NUEVO LATERAL DE MESSI
La banda derecha del Barça se ha reformulado. Al paulatino viaje de Leo Messi a zonas más retrasadas y centradas del campo, le ha acompañado un relevo en el lateral en el que Sergi Roberto viene desempeñando un papel distinto al que meses atrás recayó en Dani Alves. Con el carril libre por la nueva ubicación del 10 y espoleado por una capacidad física y un ímpetu en el recorrido que lo habilitan para recorrer una y otra vez el largo del campo en paralelo a la línea de cal, el canterano blaugrana se ha convertido en la presencia más constante sobre la teórica zona del extremo derecho culé.
Puntual midiendo los tiempos de aparición, al espacio que le regala tanto el desplazamiento de Messi como el foco que la importancia de Iniesta desde el interior traslada hacia la otra orilla del campo, el aporte de Roberto conjuga la profundidad con una buena toma de decisiones en los metros finales que seguramente esté relacionada con su pasado y su condición de centrocampista. Generalmente después de levantar la cabeza y mapear todo el área en busca de la mejor opción, su solución más empleada suele ser al primer palo -ya sea por arriba o por abajo- hacia la anticipación del rematador.
MARIANO: UN TORPEDO INTELIGENTE
Jorge Sampaoli ha convertido a su pareja de carrileros en dos de las piezas más decisivas de su Sevilla. Pero hacen cosas diferentes. Mientras que Sergio Escudero combina el juego exterior con el interior formando una sociedad táctica imprevisible con el canario Vitolo, Mariano se encarga de dotar al sistema de una profundidad por la banda derecha que no está exenta de creatividad ni control.
Mariano es un lateral de físico dominante que puede marcar la diferencia en base al mismo: su velocidad, su aceleración y su resistencia son valores que difícilmente puede controlar un extremo adversario. Por eso, su presencia en el juego es constante y muy ventajosa; más si cabe cuando su entrenador fija por delante de él presencias como las de Pablo Sarabia o el “Mudo” Vázquez, que en lo táctico se conceden el espacio y, en lo técnico, se le asocian de maravilla. Pero lo que distingue al brasileño de los corrientes es su criterio. Una vez alcanza zona de peligro, no abusa de colgarla pese a contar con un buen toque, sino que sabe perfectamente cuándo toca un pase de la muerte o incluso filtrar un pase entre líneas para que sea el receptor, y no él, quien complete la asistencia final.
LA SORPRESA DE YURI BERCHICHE
Aunque ahora no lo parezca, la Real Sociedad es un equipo al que le faltan bastantes cosas para desbordar a un sistema defensivo. Si lo está logrando con relativa continuidad es por la calidad de su estructura, que se asienta en una técnica asociativa envidiable, pero lo cierto es que le conjunto txuri-urdin va bastante corto en términos de velocidad y desborde. Salvo Carlos Vela, quien de hecho cada vez corre y regatea menos, ningún atacante de la Real se explica a partir de estos términos. Por eso Yuri Berchiche es tan importante.
El lateral izquierdo de Eusebio ha ido ganando en responsabilidad hasta convertirse en una pieza importante tanto en salida de balón como compensando el espacio que Oyarzabal libera. Es cierto que la intención principal de la Real es que Illarra lo controle todo hasta que el balón le llegue a Vela, pero poco a poco el factor sorpresa de Yuri ha ganado en constancia. No hay partido en el que Yuri no gane línea de fondo para buscar la testa de Xabi Prieto o de Willian José, un delantero que además lee muy bien todo tipo de centro. La cuestión es que, además de su carrocería, en los últimos partidos estam brillandoen el plano técnico. Quizás fruto de la confianza, el caso es que ahora Yuri, además de correr y centrar, también está controlando, pasando y desbordando, con todo lo que ello supone.
Foto: Matt Roberts/Getty Images
Andrés 21 diciembre, 2016
Yo debo reconocer que no esperaba que Dani Carvajal diera este nivel.Me parecia un buen lateral que basaba su juego en algo muy fisico, pero la verdad es que ya yo lo veo como crack elite en la posición.
Ha sumado a su tremendo fisico una lectura, toques finales, incluso más participación en el juego