La evolución de la figura del extremo natural en el fútbol ha llegado a tal punto que parece dado por hecho que aquel jugador que despunta en su juventud desde una banda pero va quemando etapas con cierta rapidez y atesora una talento y potencial considerables, no tarda en cambiarse de costado para buscar las diagonales hacia portería, la calidad en la posesión o abandonar por completo los lados para fundirse con el juego e intervenir por dentro y muchas más veces. Cuesta ya reconocer a un extremo que comience y termine su carrera en el mismo sitio, por la propia evolución del puesto y la que el juego demanda en el día a día para descubrir sobre la marcha nuevos caminos.
Un ejemplo reciente es el de Gonçalo Guedes, a quien definitivamente Rui Vitoria ha ubicado como segundo punta en el Benfica que esta noche se juega su pase a octavos ante el Napoli de Maurizio Sarri. El portugués, que acaba de cumplir 20 años, no era precisamente un extremo de salida exterior sino con llegada a portería y salidas por dentro, anticipando que no debería quedarse enfocado únicamente al desborde. Con Cervi y Salvio en las bandas, Guedes será una de las razones principales, por las que el Benfica pueda conseguir la clasificación. Con la libertad que se le ofrece al segundo delantero, Guedes está construyéndose el futuro lejos de la banda. Una evolución que ya se asimila como parte del proceso.
Abel Rojas 6 diciembre, 2016
¿Exista alguna posibilidad de que pueda ser la referencia posicional en el ataque que Portugal lleva añorando desde… siempre? ¿O es más un segunda punta que un delantero centro?
No me refiero a este momento, que está claro la respuesta. Pregunto por su proyección. ¿Cuántos goles en las piernas del Guedes de 25 años?