En parte, Laurent Blanc tuvo suerte. Durante sus años en el PSG coincidió con un delantero de talla mundial, fichado por una cantidad extraordinaria, pagado como su estatus demandaba y que compartía posición con el líder futbolístico del proyecto. Y se puede decir que, en general, todos pudieron convivir. Mucha parte de ello tuvo que ver con que Edinson Cavani nació en Uruguay y ya sabía lo que era ceder la punta del ataque a Luis Suárez. Se debe incidir en lo primero, su nacionalidad, para entender cómo el antiguo delantero estrella del Napoli tendría que adaptarse a una banda y sin demasiados espacios para correr, pues su entrenador quiso armarse de paciencia en todo momento. Resumiendo, el hoy ‘9’ capitalino no estaba potenciado.
Cavani bajaba hasta muy abajo a hacer ayudas, partía desde un costado para ser la profundidad y quedaba supeditado tácticamente al hacer de Zlatan Ibrahimovic y a una idea de juego de pase corto, seguridad permanente y verticalidad muy medida. Con Laurent se fue el genio sueco y llegó Unai Emery, un entrenador con el que el ariete charrúa se ha destapado como el goleador más prolífico de las grandes ligas europeas. El de Salto suma 14 goles en Ligue 1 y cinco en Uefa Champions League, anotando más de un un gol por encuentro, cifras que ni en sus mejores días en San Paolo pudo igualar. Seguramente Cavani podía imaginarse que su estancia en París iba a renacer, aunque hasta tal extremo tampoco parecía una garantía.
Los números de Cavani hasta hoy: 19 goles en 17 partidos
El anterior Paris Saint-Germain se caracterizaba por acumular mucha gente alrededor del balón y en el carril central. El ritmo era muy pausado, masticado hasta el punto de ver como Motta y Verratti daban casi 100 pases por partido de media y muchos de ellos en su propio campo. Todo era seguridad y tranquilidad, una propuesta que en días señalados no significó una apuesta ganadora. Al PSG le costaba crear ocasiones y su control de la pelota no terminaba de generar las ventajas que los italianos y Zlatan garantizaban en el campeonato doméstico, donde el hoy delantero del Manchester United sumaba, además, más de 30 goles por temporada.
En una reciente y excelente entrevista concedida a ‘El País’, Unai Emery lanza varios conceptos matizadores de la herencia recibida que puestos en común aluden a un mismo hombre: Edinson Cavani. El técnico vasco habla de transformar la mentalidad del jugador del PSG, habituado a parar cuando se podía correr y a no mirar a la portería contraria cuando el juego progresaba. Con Blanc se buscaba la repetición pausada de pases para ordenarse en campo contrario y elegir un momento posterior, sin prisa ninguna, para acelerar. La cantidad de pases horizontales o hacia atrás para comenzar de nuevo eran continuos. «A veces te encuentras rivales que juegan en posiciones altas y te dejan campo abierto y tienes que hacer un contragolpe. Tú no vas a rehuir eso. Yo lo llamo mirar la portería contraria. Al principio cuando les hablaba de eso creían que quería jugar al contragolpe. Yo no quiero eso».
Cavani ejerce de ‘9’ puro y a su alrededor hay más verticalidad
En dicha frase se puede observar hasta qué punto la plantilla del PSG había interiorizado una forma de ver el fútbol y cómo los matices que ha introducido Emery otorgan a Cavani un papel, un espacio y una responsabilidad muy diferentes, más agradecidas. Desde el dibujo, 4-2-3-1 o 4-3-3, la sensación que desprende el equipo es que hay velocidad en su juego y que Cavani siempre está donde antes llegaba si el área le permitía acudir. Todos sus goles están siendo dentro del área, en posición de ‘9’, y a un único toque la gran mayoría. Las llegadas de Di María, Matuidi, Meunier o lucas Moura hablan del cambio paulatino a la hora de comprender el último tercio del campo. La presión es diferente y los costados toman protagonismo centrando a la zona que ya es, por derecho propio, del jugador uruguayo, encargado además, de lanzar las penas máximas.
Pero aún sumando una cantidad de goles absolutamente impresionante, en no pocos partidos Edinson ha mostrado cierta impuntualidad para hacer incluso más, un añadido que se suma a u irregularidad en el remate. Teniendo en cuenta que el París Saint-Germain es un candidato a ganar la Copa de Europa, el resultado es un reto. Cavani ha sido potenciado no sólo para que marque goles sino para que gane eliminatorias. Dicho reto une el destino tanto suyo como el de su valedor: Unai y Cavani se necesitan para ganar.
Foto: JUSTIN TALLIS/AFP/Getty Images
Andrés 2 diciembre, 2016
Este año, el PsG necesita un tremenden año de Cavani para competir y ganar la Ligue 1, pero uno buenisimo.Y es que a mi me parece que el gran handicap de este plantel es su delantera.
Ahora si digo algo ^^, a mi Cavani me parece mas ganador de eliminatoria europea que lo que era Ibra, y mucho, porque en sangre em partidos grandes creo que Edinson se lleva por delante al sueco.Sin embargo, no me basta para considerarlo candidato, un ataque titular que es de mediocampistas aparte de Edinson y sin mucho poder decisivo(Moura y Di María).Pero Unai sin duda debería ser un plus en ese sentido.
P.D.: Me esta decepcionando mucho mucho Jesé.