El juego del Manchester United ha despegado definitivamente. A expensas de conocer el alcance del vuelo, en Old Trafford comienzan a reconocer que lo desplegado por su equipo hace justicia a la calidad de sus mejores hombres, una distancia que Mourinho viene reduciendo desde hace aproximadamente un mes y medio. En el Boxing Day, y recibiendo al Sunderland de David Moyes, los diablos rojos ofrecieron otra muestra de lo que buscan ser y están siendo. Por momentos, un equipo (muy) fluido, grácil y equilibrado en todo lo que hace con la pelota. Un equipo que cada vez juega mejor.
El primer gol mostró el nivel de juego de los de Mourinho
Muchos instantes de la primera mitad reflejaron las intenciones del nuevo United, el que viene alineando a Carrick, Herrera y Pogba en cinco de las últimas seis jornadas de Premier League, caracterizado principalmente por la facilidad para cruzar la divisoria saliendo desde atrás y comprender en profundidad los tiempos en campo contrario. Lo acaecido en campo del Sunderland fue lo más interesante a nivel analítico, pues es lo que más trabajo requiere en los equipos nuevos. Puede decirse que al United, a día de hoy, lo de atacar por dentro y ante un repliegue le sale casi del tirón, transmitiendo la sensación de que, cuando circula el balón, alguien va a llegar en el momento justo. Nada ilustra mejor el nivel de confianza del equipo y la superioridad con la que rodea al balón como el primer gol.
Pogba y Zlatan, siempre integrados en la idea colectiva
En un saque de banda, Valencia inicia con Mata en banda derecha, y después de 13 pases sencillos, jugando con la aparición de un tercero de derecha a izquierda, la jugada finaliza con Marcos Rojo sumándose en conducción y la incorporación de Blind para finalizar en gol. Tanto el argentino -central- como el holandés -lateral izquierdo- terminan la jugada dentro del área y a la vez. La pelota encuentra soluciones en todo momento; nadie la retiene sin auxilio, recibiendo apoyos a tiempo. Hay espacios desocupados para ser ocupados por un nuevo jugador y muchísima pausa en todos sus hombres, en especial en la figura de Paul Pogba, brillando en el menos es más, fundiendo toques al ritmo adecuado, jugando a un altísimo nivel.
Sin la pelota, el United aceptó replegar en lugar de presionar
Para intentar igualar el nivel mostrado por los locales, Moyes quiso también la pelota, y el United lo aceptó cuando eso pasaba. Fue un encuentro de ritmo medio, sin idas y vueltas, poco Premier. Junto a Larsson, Jermaine Defoe fue el encargado de sumarse por delante del balón para alargar las posesiones visitantes y dar tiempo a los laterales para completar su fase ofensiva. Ambos equipos buscaban el control pero con diferencias evidentes en cuanto a calidad. Fue en la segunda mitad cuando, sin más sufrimiento que el de manejar el resultado con solvencia, los datos de acierto en el pase de jugadores como Ander (96%), Mata (96%) y Carrick (91%) describieron bien el rumbo de un United que, además, está sabiendo acomodar en espacio físico e importancia a sus principales figuras, confirmando que junto al Liverpool y el Chelsea, los mejores entrenadores comienzan a dejar su sello en la Premier
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Foto: Jan Kruger/Getty Images
Diego 27 diciembre, 2016
Está jugando mucho mejor el United estos últimos 5 partidos, aunque aún no se le cruza un equipo que le ponga más resistencia, se nota la mejoría.
Ahora tampoco es para desesperarse, que analizando en frío tienen la 1era o 2da mejor plantilla de la Premier, así que esta racha tarde o temprano acabaría llegando.