El Arsenal es el segundo equipo más goleador de la Premier, y lo es sin contar en sus filas con un rematador específico de área. Sin un nueve. En el torneo que congrega a Agüero, Harry Kane, Diego Costa, Ibrahimovic o Vardy, el principal estilete de Arsène Wenger es un Alexis Sánchez pletórico de juego y goles, convertido en líder de una de las versiones gunners más convincentes de los últimos años. El talento del que se enamoró Alex Ferguson y en quien Guardiola puso sus ojos, abandera un conjunto con una hoja de ruta marcada, individualidades bien orientadas y una estrella que tanto por calidad como por el impacto de sus últimos meses se ha erigido en uno de los nombres más dominantes del campeonato inglés.
En el protagonismo asumido por Alexis Sánchez interviene una doble condición, la que recibe y la que da, construyendo desde la intersección entre ambas una conexión con su equipo en apariencia difícil de desactivar. Por un lado, el chileno es el crack potenciado, el futbolista al que soltar la correa para producir ventajas. Sobre todo como delantero central, está liberado para orientar su juego allá donde le lleve un instinto que ahora mismo se muestra especialmente afilado. Se trata de un estatus matizado cuando la presencia de un nueve más representativo lo desplaza a la punta izquierda, tanto por el hecho de tener que concederle a su acompañante más espacio por dentro, como porque la entrada de éste en el equipo habitualmente es en lugar del hombre de tres cuartos más cercano al doble pivote -Oxlade o Iwobi- y sin esa figura tanto Özil como Alexis tienen que mirar más hacia atrás.
La mejor versión de Alexis Sánchez. Marca, juega y hace jugar
De enorme movilidad y radio de acción cuando actúa en el centro, conjugando precisión técnica con velocidad en el gesto, dominando su exuberancia y mezclando el desmarque con apoyos entre líneas de suma categoría, Alexis Sánchez ahora mismo es la llave maestra de un ataque gunner tan eficaz como fluido. Uno de los factores claves en el rendimiento y determinación que está ofreciendo el chileno es que, a su alrededor, el conjunto londinense propone un discurso coral que por lo general no demanda de él rescates, sino que se presenta como un refuerzo a la hora de abrazar sus virtudes.
En este sentido, resulta fundamental que el Arsenal 2016-2017 sea uno capaz de llevar el balón arriba y de asentar sus ataques sin requerir la intervención retrasada de sus futbolistas más adelantados. Las posibilidades de los centrales, Bellerín o Granit Xhaka sacando el esférico, así como la presencia del suizo -reemplazando a Cazorla- por detrás de la línea del balón marcando en campo contrario la altura a la que se desarrolla el ataque, libera a cualquiera de los futbolistas que actúan por delante suyo de la obligación de tener que desplazarse a la base de la jugada.
Cerca del área rival y calificado para asentar su juego más allá de la divisoria, el volumen de ocasiones de los de Wenger es mayor, localiza a los hombres más aptos para finalizarlas cerca de la portería rival y, a su vez, afronta una hipotética transición ataque-defensa posterior en mejor disposición para presionar y lograr la recuperación. En lo que llevamos de Premier League, no son pocos los goles que han firmado los gunners gracias a un robo adelantado cuando su adversario, tras hacerse con el cuero, empezaba a desplegarse. Los delanteros del Arsenal no sólo juegan más arriba sino que, cuando su equipo juega así, generalmente tampoco tienen que bajar. Todo sucede cerca del meta rival.
Potenciado en transición, este Arsenal lo arropa cerca del área
El otro aspecto fundamental a la hora de explicar, no ya las cifras goleadoras de Alexis, sino también las de varios de sus acompañantes, es la forma como los londinenses compensan y arropan la libertad del 7. Alrededor del chileno, el equipo está trufado de futbolistas que responden a sus apoyos descolgándose entre líneas con equivalentes movimientos de profundidad en forma de paso al frente. Lo que Alexis baja, lo suben Walcott, Bellerín o Mesut Özil, habilitando para el tocopillano una opción de pase hacia adelante que descubra a la zaga rival a media salida. Especialmente el inglés y el alemán, éste último en línea recta y el primero en diagonal desde la banda derecha, rellenan una área sobre la que siempre planea, por lo tanto, la amenaza del remate.
Solamente el futbolista que cuando Sánchez es delantero centro se sitúa en banda izquierda, mantiene una sujeción más propia de la mediapunta como necesario trampolín para la segunda ascensión de Alexis al área. Si Iwobi u Oxlade son los cómplices necesarios desde abajo, Özil lo es desde arriba, pues además de en un finalizador auxiliar, Mesut se convierte moviéndose por delante de Alexis en el apoyo para que una vez abandonada el área el chileno pueda regresar a ella a tiempo para gol. Es quien doma los tiempos en el último momento con tal de que se reincorpore. El punto de pausa que tensa la acción hasta que golpea la segunda ola.
Foto: Clive Rose/Getty Images
Miguel 16 diciembre, 2016
Curioso que los 2 equipos con más goles en la Premier ( Liverpool 40 y Arsenal 37) , no cuenten con una gran referencia ofensiva en estos momentos.