Dos goles de Antoine Griezmann dieron la cuarta victoria y el pase a octavos de esta Champions League a un Atlético de Madrid que tardó casi media hora en reconocerse ante el FC Rostov, que nuevamente ofreció una imagen de equipo pulido hasta el milímetro, de los que exige en multitud de direcciones. Simeone, que se culpó de sus malas decisiones en el planteamiento, dio valor a sus jugadores, intérpretes según sus palabras de lo que posteriormente se dio: un escenario de partido más parecido al que se pudo ver en Rusia.
Porque de entrada no fue lo mismo por más que así se esperara. El técnico argentino colocó a Saúl Ñíguez en el doble pivote paralelo que caracteriza a su equipo, dando esta vez, y como gran novedad en esta temporada, el interior derecho del 4-4-2 a Koke Resurrección. Sumada a esta decisión, los hombres de Berdyev entendieron que en alguna fase del partido habría que sorprender y no esperar, y esa fue el arranque. Los amarillos se desplegaron con brío, dándole importancia a su hombre más capaz con la pelota, el ecuatoriano Christian Noboa. El Atlético, con una evidente falta de tensión y una confusión generalizada a la hora de visualizar el partido, recuperó su ritmo y posición en el campo tras el cambio de Saúl por Koke. El vallecano volvía a zonas centradas, y con él, el raciocinio a su alrededor.
Simeone optó de salida por Saúl abajo y Koke en banda
Hasta ese instante, y con el campo muy competido por ambos equipos, los rojiblancos volvieron a buscar a Torres en largo, una circunstancia que se desechó o al menos se redujo cuando el propio Koke comenzó a pasarla horizontalmente. Simeone, que seguramente vio en el ‘6’ un hombre entre líneas para asistir a Griezmann y Fernando, corrigió a tiempo para jugar un once contra once en campo rival que viene explicando su día a día. Por la calidad y características de sus jugadores, el Cholo se ha entregado al espacio reducido y ahí es donde más confort encuentran sus mejores hombres.
De igual forma la hora de juego en la que el Roztov recuperó su cerrojo, se subrayó que Carrasco ya apenas abre el campo ni busca la profundidad desde el uno contra uno. Filipe, interior zurdo de facto en fase ofensiva, no tiene entre sus misiones doblar por fuera, por lo que el centro al área corrió a cargo del croata Sime Vrsaljko, muy prodigado y de golpeo al área irregular pero de una tensión fantástica. Por su ya sabida deficiencia en el remate dentro del área, Torres, en soledad ante tanto defensor, no logró acertar en tal asedio.
La entrada de Gameiro, agradecida por el Atlético
Donde sí acertó es en la acción que definió el segundo gol: sacar de sitio a un central en la disputa aérea para la incorporación de Antoine al espacio, una situación de juego que Simeone está teniendo en cuenta con el fuenlabreño en cancha. No obstante, y hasta el definitivo 2-1, los cambios fueron encaminados hacia el talento individual y la jugada aislada. El mejor recambio, Gameiro, fue quien supo moverse entre tanto atacante. Su compatriota, Griezmann, se reencontró con el remate y el gol en el descuento.
Foto: GERARD JULIEN/AFP/Getty Images
Andrés 2 noviembre, 2016
Creo que el mejor Koke se ve arriba,haciendo de mediapunta y asistiendo me gusta mucho.Pero creo que donde más lo necesita el Atleti es en la base de la jugada
P.D.:Es ya la GGC(Griezmann-Gameiro-Carrasco) un ataque a partir de su improvisación pueda dar tanto al Atleti como la MSN y la BBC a Barça y Madrid?