Cuando era el rey, Colombia soñaba con dar un campanazo en el mundial y el Atlético de Madrid lo propio en liga y, por qué no, en Champions. De una forma u otra, ambas cosas terminaron sucediendo sin él. Falcao abandonó Madrid rumbo a Mónaco y, en un partido cualquiera, se rompió. Era entonces posiblemente el mejor delantero centro del panorama mundial y un opositor bastante fuerte a ser el tercero en discordia en esa carrera de tantos que van detrás de aquellos dos extraterrestres. Han pasado ya casi tres años y el colombiano ha perdido todas sus coronas menos la de un principado que lo ha acogido como su monarca entre niños.
Falcao se lesionó en el mejor momento de su carrera
Cuando era el rey, Falcao estuvo en la carpeta de los mejores equipos de la Champions y verano a verano se especulaba con su aterrizaje en un candidato a todo. No obstante, su participación en el mayor escenario mundial de clubes nunca se dio. Cambió Manzanares justo cuando lo había llevado allí por un club que comenzó a construir un equipo de estrellas, pero que terminó estrellado el día que su máxima apuesta, él, se lesionó y no volvió a ser el mismo. Quizás forzó para llegar a la cita de 2014 y eso le pasó factura. Quizás en su mente el miedo se convirtió en una barrera que le impidió volver al nivel que tenía el día en que todo se detuvo.
Cuando era el rey, volvió de las tinieblas para liderar los diablos rojos que con Van Gaal buscaban volver a conquistar el continente. Y fue allí, en Manchester, donde cayó al infierno. Controles que se le iban, goles que fallaba y, sobre todo, confianza que se perdía. La de él en sí mismo y la del mundo en sus capacidades. ¿Por qué no podía Falcao volver a ser el depredador que era? Estaba recuperado de su lesión. Los médicos así lo decían, pero en su cabeza algo había hecho click y no había vuelto a ordenarse. Lesión nueva tras lesión nueva se fue a Londres a reunirse con el entrenador que siempre lo quiso en sus filas. Llegaron tarde el uno para el otro y Falcao confirmó su abdicación del trono.
En Inglaterra, la coyuntura de sus clubes no permitió su recuperación
Cuando ya no era el rey, Falcao volvió a Mónaco como un espectro. El club monegasco debía pasar rondas previas de Champions para que el atacante pudiese jugar la competición a la que pertenece. Capitán y emblema, con todo el apoyo del club y la ciudad, el ‘tigre’ comenzó a mostrar sus rayas por primera vez en mucho tiempo… y se volvió a romper. Ha vuelto hace poco y en sus últimos cuatro partidos ha marcado cinco goles, dos de ellos en Champions ante el CSKA. Y la noticia no son sólo los números, son las sensaciones. Se le ha vuelto a ver ágil en el área y en sus ojos se ha dejado ver la chispa de la realeza. Juega ya como un delantero que sabe que ha pasado su mejor momento, pero que trata de llenar de sabiduría aprendida todas sus acciones. Se ha reinventado dentro de su esencia matadora. Y en Colombia lo han vuelto a recibir como a un rey. Hoy juegan con Chile y el martes con Argentina: no hay mejor momento para reencontrarse con viejas esperanzas y renovadas ilusiones.
Foto: VALERY HACHE/AFP/Getty Images
sobris 10 noviembre, 2016
Cuando esté señor se fue al monaco, sentí tristeza. Pero no solamente porque hubiera dejado mi Aleti, que también, sino porque un enorme jugador iba a ser desaprovechado en una liga menor, sin querer desprestigiar a nadie.
Yo me enamoré del juego del aleti cuando jugaban él, un alegre Adrián por que por entonces apuntaba muy alto, y un Diego Ribas que le daban al equipo con balón más de lo que para mi en la etapa Cholo lo ha dado nadie. Quizás es nostalgia, y probablemente sea verdad cuando se dice que este equipo no era tan competitivo ante los grandes, aunque fuera más vistoso.
Es posible que Permafr0st tenga la misma opinión sobre la etapa de Diego Costa^^