La UD Las Palmas es un conjunto repleto de jugadores con buen pie a los que les gusta juntarse alrededor del balón. A partir de esta premisa, los de Quique Setién se ordenan tanto para atacar como para defender, convirtiendo de esta manera al balón en una especie de brújula que siempre marca el norte. Sin embargo, su estructura contempla dos excepciones muy marcadas: la del «5» y la del «9».
Las razones son diferentes, ya que una parece un derecho y la otra una obligación, pero el caso es que los únicos futbolistas que no suelen encontrar a ningún compañero a 10 metros a la redonda son su pivote, Roque Mesa, y su delantero centro, Marko Livaja. Por un lado, el canario es uno de esos mediocentros que gestiona mejor la salida de balón si tiene toda la base de la jugada para él. Y, por el otro, como consecuencia de querer abrir tantísimo el campo con los extremos y de que el mediapunta sea muy centrocampista, el punta croata suele tener que pegarse con los dos centrales en solitario, cosa que tampoco es que parezca suponerle ningún problema.
La cuestión es que en este deporte nadie funciona mejor solo que estando bien acompañado, y por eso este año Setién ha encontrado en Vicente Gómez a la perfecta compañía para Roque y Livaja, dos jugadores que, no nos olvidemos, juegan separados por 40 metros.
Vicent es un apoyo constante para Roque Mesa.
Retratar el fútbol de Vicente Gómez sin caer en algo aparentemente incoherente suena a misión casi imposible. La temporada pasada, cuando tuvo que actuar como mediocentro, Vicente se convirtió en la copia más exacta de Bruno Soriano que ha encontrado el fútbol español. Por su porte físico, por su forma de orientar el cuerpo, por su capacidad para pasar, por su forma de hacer fácil lo difícil de forma constante… Hasta su camiseta tenía el mismo color. Esto mismo, ahora que no juega como pivote y sí como interior, es algo que conserva, sólo que a cuentagotas y con otro sentido. Como decíamos, Roque Mesa quiere empezar las jugadas con espacio para moverse, culebrear, combinar con los centrales y cambiar de perfil tantas veces como sea necesario. Pero, claro, esto no siempre es posible de esta manera. Y es ahí donde Vicente Gómez, que se encuentra en la línea divisoria del campo, retrocede 10 metros para ofrecerle un apoyo cercano. Un pase más fácil. Una salida diferente.
Una vez la salida de la UD Las Palmas se ha realizado con éxito, Vicente vuelve a alejarse de Roque, aunque esta vez no tanto, para formar un doble pivote más tradicional. Coge el perfil derecho, le concede a Mesa el izquierdo y, con la misma premisa del proceso anterior, se ofrece como un constante apoyo, sencillo y eficaz, que a su vez también le permite reforzar el sistema defensivo tras pérdida.
Su llegada desde segunda línea complementa a Livaja.
Hasta aquí todo suena normal. El tema es que, por supuesto, aquí no se acaba el retrato de Vicente Gómez. Porque una vez la UD está asentada en campo rival, ha encontrado a Jonathan Viera y el balón ha llegado a uno de los costados, el centrocampista canario se descuelga para atacar el área rival, en la que espera solo Livaja. Nadie le está viendo, parece invisible para los rivales y también para sus compañeros, pero todos saben que desde segunda línea va a llegar un tipo que la tocaba como Bruno Soriano y que ahora ataca el punto de penalti como Iborra. Su transformación, además, cuenta con fases intermedias, pues cuando se descuelga y la jugada no acaba en un centro, sino en una secuencia de pases interiores, Vicente Gómez toca el balón en la frontal con un tacto impropio de lo que parece, aunque coherente con lo que es: un futbolista tan versátil que completa a su mediocentro y a su delantero a la vez.
Foto: David Ramos/Getty Images
Rigoletto · hace 440 semanas
Abel Rojas 130p · hace 440 semanas
Ojo ^^
Cmarquez1995 67p · hace 440 semanas
Soprano_23 · hace 440 semanas
Tan solo decir que la versión extraña no es la del Vicente llegador. Antes de Setién era ese tipo de jugador. Siempre fue un interior/llegador que basaba su juego en el despliegue y llegada de 2a línea al área pero era tremendamente inconsciente en cuanto a lo que le requería la jugada y su ubicación en el campo denotaba un desorden que a día de hoy suena a irrealidad. Pero era así. Era común verlo realizar acciones como bajar a ser, muy de vez en cuando, el receptor del primer pase, con el equipo abriéndose y saliendo, e intentando tirar un caño, por ejemplo.
El resto es historia. Llega Quique y lo convierte en un mediocentro de posicionamiento perfecto, que abre siempre líneas de pase y le da velocidad al juego jugando de primeras cuando lo requiere y pausa cuando el equipo necesita tiempo para reordenarse, si bien hay que decir que su pase no es un pase que ordene, que indique al receptor, aún sin darse cuenta de forma consciente éste, el movimiento que debe hacer para/tras recibir, sino "simplemente" la envía al cuerpo, en general. Pero bueno, no deja de ser una metamorfosis bestial la lograda por Quique Setién que, por otra parte, no es la primera ni la tercera. Evoluciones que se explican bastante con esta frase de Roque Mesa: "Con el nuevo cuerpo técnico hemos aprendido a entender y manejar los espacios".
Soprano_23 · hace 440 semanas
A mí es que lo primero que me viene a la cabeza cuando pienso en Ballack es el golpeó de media y larga distancia, mientras que el mayor defecto del Vicente llegador seguramente sea el disparo. Aunque por éso de pesar en salida y finalización sí que hay relación. ^^
fcolmenero_94 70p · hace 440 semanas
Podría ser lq solución a la falta de apoyos en la salida de balón del Madrid, ofreciendo un escalón que hasta ahora no existe o no lo hace como debería.
JoseSan · hace 440 semanas
Cierto, en segunda prácticamente en lo único que destacaba por así decirlo era en la llegada de segunda línea, tanto que ya por ultimo lo poco que jugaba lo hacia era de mediapunta, lejos de la base. A mi siempre me gustó, incluso en mi opinión el ultimo año en segunda jugaba menos de lo que merecía, pero si me dicen en aquel momento que iba a convertirse en el jugador que es ahora no me lo creería.
@Rigoletto
Menos mal que no soy el único al que le recuerda al alemán :D
Soprano_23 · hace 440 semanas
Era tal cual dices. Pero, que recuerde, jamás estuvo en la versión más competitiva del equipo como pieza importante del 11. Ni el primer año de Lobera, ni el año del Córdoba ni con Paco Herrera. Al final era un poco éso: un jugador poco definido, por hacer, con déficits de posicionamiento y toma de decisiones que le impedían ser un elemento competitivo con continuidad. Éso sí, como dices, nadie espera estaba transformación. Y lo más loco es que fue desde el día 1. Desde el debut en Liga contra el Villareal con Quique en el banquillo habiendo llegado una semana antes.
@fcolmenero_94
Puestos a escoger a un jugador para esa posición para ese equipo de la UD me caben pocas dudas de que casaría mejor Roque Mesa. Más potencial, más nivel actual, hace más cosas y mejor que Vicente, salvo el juego aéreo. Tengo ganas de se recupere Javi Castellano porque se merece jugar en 1a con este equipo y porque espero ver esta versión de todolopuede de Roque partiendo desde el interior influyendo en todas las alturas. Difícilmente condicione tanto como de MC pero... A ver.
MigQuintana 101p · hace 440 semanas
A mí lo que me encanta de Vicente Gómez es la sensación de que, sin juntarse, siempre está haciendo favores a sus compañeros. Primero a Roque Mesa para sacar el balón, luego en la circulación con Tana y más tarde al llegar al área, pues supone una amenaza diferente e inesperada. Es un jugador que hace muchas cosas, que todas tienen sentido y que no pide nada a su equipo a cambio. Un chollo para Quique Setién, vamos.
JoseSan · hace 440 semanas
Cierto, nunca fue una pieza importante, pero exceptuando el año de Paco siempre tuvo minutos. Con este último casi que estaba mas en la grada, incluso el verano después del ascenso me pareció una sorpresa que no saliera del equipo.
Y si, de acuerdo también en lo de Javi, muchas ganas de que se mantenga sano y entre en el once. Como bien dices ese Javi de MC con Roque y Vicente por delante.. Suena bastante bien
Vincent · hace 440 semanas
El bueno de Michael tenía un cañón en su pierna sí. Menudos latigazos metía el colega, amén de un juego aéreo de super élite.