Presionar a Zidane

La pretemporada sevillista no ha parado de producir noticias muy positivas. Mientras Monchi iba adaptando la plantilla a su nuevo entrenador y éste, por su forma de ser y de proceder, se convertía en el gran protagonista de la dinámica optimista que hoy en día rodea al club, el equipo iba acompañando sobre los terrenos de juego. Más allá de los resultados, los cuales han sido todos a su favor, lo importante era ver cómo los futbolistas iban poniendo en práctica los conceptos de juego que no piensa negociar su entrenador. La salida de balón desde Nico Pareja, la vocación ofensiva de la mayoría de jugadores, el circuito de pases en campo rival… y la presión.

La presión alta es el principio de todo para Jorge Sampaoli. De cada defensa y de cada ataque. Sin embargo, por lo visto en pretemporada, esta es la fase en la que su Sevilla parece más verde. Es algo normal, nada especialmente problemático a medio plazo, sobre todo porque este tipo de equipos suelen funcionar muy rápido a partir de dicha idea, pero el hecho es que hoy se disputa el primer título europeo de la temporada y Sampaoli ha anunciado lo que ya sabíamos: «ante el Real es complicado ser atrevido, pero los que le esperan suelen perder». Sin Toni Kroos, al menos el 66% más veloz de la BBC ni mucho rodaje, parece que buscar a los de Zidane es la mejor opción. Pero, ojo, el Sevilla todavía no ha coordinado su presión. Ni sobre el balón ni sobre los receptores, que de momento están encontrando demasiados pasillos a la espalda de la medular hispalense. Cuestión de tiempo, pero veremos si también de Supercopa(s).