Ocupar la portería del Camp Nou, sustituir a su mejor inquilino de la historia moderna, estar a la altura de la exigencia colectiva, cumplir con la idiosincrasia táctica del club, convivir con un competidor de tanta calidad como futuro y, además, hacer frente a todo esto sin estar reconocido como uno de los mejores porteros del momento.
Sustituir a VV fue mucho más fácil con BravoClaudio Bravo hizo muy fácil lo difícil, simplificando una tarea que todo el mundo comprendía compleja porque ya había visto a guardametas notables fracasar en contextos más asequibles. Cierto es que parecía que era el momento y el lugar indicado. Venía de evolucionar como portero, de completar su mejor año en Donosti y de ejercer como uno de los líderes de facto de Chile. Pero esto de poco iba a valer en Can Barça. Ahora debía ser un activo en salida de balón, detener absolutamente todo lo que le llegase y, por supuesto, cometer los menores errores posibles. Es lo que había hecho Víctor Valdés; es lo que se la iba a exigir a él. Y Claudio respondió de la mejor manera: evitando que pensásemos en todo esto hasta ayer. Cuajó los 18 mejores meses de su carrera, fue clave en el punto de inflexión de la temporada del triplete y no dejó jamás lugar a la duda, lo cual no entraba ni en las mejores previsiones.
Bravo sabía que su historia tendría un recorrido corto. Había llegado ya veterano al Fútbol Club Barcelona, y además lo había hecho de la mano de un Marc-André ter Stegen que, a poco que confirmase sus virtudes, debería ser el futuro del club. Pero esto no fue un problema. O si lo fue, poco se notó. Bravo llegó con una misión, la ejecutó con firmeza y se marchó sin necesidad de mirar hacia atrás.
Guardiola espera que Bravo haga lo propio en Manchester.
Fruto de su buen trabajo, Pep Guardiola le ha reclutado para que repita exactamente lo mismo en el ManCity. El técnico catalán necesita que su portero sea una certeza con los pies, con las manos y con la cabeza, cosa que Joe Hart no parecía en nueve de cada diez partidos. Cosa que pese a sus últimos seis meses, que sí que admiten un leve arqueo de ceja, sí que debería asegurar el chileno.
Cillessen tiene dificultades; no es un seguroPero ésta ya es otra historia. La relativa a la portería del Fútbol Club Barcelona, la cual, recordamos, no ha sido ningún hotel de cinco estrellas con pensión completa jamás, tiene a un nuevo protagonista y a un nuevo secundario. En el caso de este último, de Jasper Cillessen, hay que decir que es un portero con dificultad para parar, sobre todo con lo que no esté relacionado con los reflejos. Ocupa poco espacio, no es demasiado potente, no es ningún seguro por arriba y técnicamente también tiene muchas dificultades. Para entender su fichaje hay que mirarle a los pies, pero sobre todo hay que fijarse en su nuevo compañero bajo palos.
De Ter-Stegen se podría escribir prácticamente lo mismo que hace dos años, porque en realidad sigue siendo el mismo portero. Sigue siendo «tan bueno como imperfecto». Pero lo que parece una crítica velada, en realidad no lo es. Más bien al contrario. Que el joven portero alemán, compitiendo sin continuidad, ya haya demostrado todas sus virtudes y su indudable personalidad ante todo un Camp Nou parece suficiente aval para confiarle toda la temporada. Su margen de mejora, que es inmenso, no parece una cuestión de meses, sino de partidos y años. Por el camino fallará, como ya ha fallado. Por el camino provocará dudas, como ya lo ha hecho. Y quizás el culé se acuerde más de Valdés de lo que lo ha hecho con Bravo. Pero precisamente en los tres guardametas con los que Ter Stegen entronca su carrera está la respuesta: a los 24 años, a un portero todavía le quedan muchos fallos por cometer para poder ofrecer su mejor versión. Víctor, Claudio y Manuel bien lo saben.
Foto: LLUIS GENE/AFP/Getty Images
Mourinho RS 26 agosto, 2016
En primer lugar decir que la portería en el mundo del fútbol es una especie de "universo paralelo" apenas se retan los porteros y nunca se cambia de portero (de forma voluntaria) en los últimos minutos para darle minutos al suplente. Por ello hay que contar con los 2/3 mejores candidatos que se pueda y que sean compatibles. Para mí Ter y Cillesen no son compatibles por las siguientes motivos:
No veo nada acertado el fichaje de Cillesen, creo que nos estamos volviendo un poco locos con el tema de que los porteros sepan jugar con los pies. Claro está que es un buen recurso táctico, pero el portero es el único jugador que puede usar las manos así que en un primer lugar tiene que parar bien y luego ya jugar con los pies. La el déficit en la salida de balón (de un portero que no juegue bien con los pies) se puede subsanar con centrales y laterales con mucha salida, pero un disparo ajustado ningún defensa te lo saca.
Además creo que Ter necesita un portero veterano detrás que le enseñe y que le transmita equilibrio y no dudas como puede transmitir Cillesen. Por ello para mí los idóneos eran Diego Alves, Sirigu o incluso Joe Hart.
Al final económicamente la operación tampoco ha sido redonda al ser el precio de venta (Bravo) muy similar al de compra del holandés.