En un interés ganado a pulso, labrado en cada carrera hacia portería, Lucas Pérez es hoy jugador del Arsenal y delantero de la Premier. El gallego, una de las grandes sensaciones de la Liga española, aprovechó cada jornada del campeonato pasado para completar casi todo su potencial. Dados su rendimiento y su personalidad, si surgía una salida, lo haría por el deseo de algún club por alguien profundamente específico, de rasgos futbolísticos muy marcados y con capacidad para hacer daño en escenarios concretos. Más allá de un salto cualitativo, Wenger parece haber encontrado a un potenciador: de su mediocampo, del ritmo conocido en las islas y de planes alternativos de juego que castiguen los espacios a través del exdeportivista.
Lucas deja A Coruña con un currículum descriptivo importante. Como referencia móvil, su capacidad para provocar errores en la presión, la calidad y el inconformismo de sus desmarques, la velocidad en los últimos metros y la mejora en el remate a portería, puede que oscilante hasta que su adaptación en Inglaterra sea total, lo han convertido en una pieza cotizada para plantillas profundas de objetivos importantes. El Arsenal contrata a un jugador que no tenía en plantilla, al que todos sus compañeros, pasadores y asistentes de necesidades y posibilidades diferentes, pueden encontrar y alimentar. De cara a lo que Lucas y Arsenal necesitan uno del otro, ambas partes pueden entenderse y encontrarse.
Los desmarques y la velocidad al espacio, virtud necesitada.
Por unas cosas u otras, el cuadro gunner no terminaba de encontrar al hombre que entendiera el espacio como razón de ser. Giroud representa opciones contrarias, Walcott no tiene tan asimilado el registro de punta que se desmarca con carácter puro No había ‘un Lucas’ en este Arsenaly su concurso nunca es una garantía de regularidad, Welbeck no es tan punzante y los demás -Oxlade, Alexis- no son referencias puras. La búsqueda llega a buen puerto en esos términos. Lucas representa exactamente lo buscado, habiéndose convertido en el delantero idílico en España para explotar una presión alta del rival y una recuperación propia a mitad de cancha para atacar espacios tanto a la espalda de centrales como para avanzar por banda y acelerar hasta el gol sin mirar atrás.
En el caso de que el Arsenal sea comprometido desde su salida de balón, el primer pasador, de rango muy amplio, Granit Xhaka, será la primera opción, directa y precisa, para encontrar a Lucas. En el caso de la segunda de las posibilidades, con robo y transición, Mesut Özil, genio supremo en tales condiciones, tendrá en Pérez un socio espectacular. Para situaciones de apoyo, Santi Cazorla; para cruzarse y compensar la banda, miradas con Alexis. Si todo va rápido, el Arsenal no debe frenarse: tiene calidad técnica para tomar riesgos y el desenfreno del delantero gallego. Esa citada calidad de los pasadores gunners debe remarcarse para enlazar con el timing de los desmarques de Lucas, quien a pesar de su velocidad, carece de zancada. El entendimiento será clave.
Si el Arsenal circula tan lento, Lucas tendrá un reto importante.
Todo esto en el mejor de los casos. En ese proceso sucederán otras cosas, surgirán nuevos retos, habrá menos espacios y el punta deberá sumar desde el toque y la jugada individual, donde Lucas Pérez baja un escalón. Su acierto técnico es irregular y como individualidad podría estar obligado a responder al imponente reto de crear jugadas una vez reciba en parado. Porque el Arsenal sigue teniendo problemas para circular rápido y darle velocidad al juego, y Lucas sin velocidad alta en el ataque, ve reducido su impacto y pierde gran parte de su sentido como atacante. No es el delantero que la guarda, contemporiza y se asocia en los ritmos más pausados. Paradójicamente, y por último, podría tener un mayor sentido como revulsivo cuando los de Wenger carezcan de agitación. El movimiento no es una certeza pero sí sale bien, seguramente dará pistas de por dónde va a ir el Arsenal este año, en la dirección que finalmente sea.
Foto: MIGUEL RIOPA/AFP/Getty Images
DOCTORSOCRATES 31 agosto, 2016
Lucas tiene pinta de que la va a romper en Londres. Es un delantero que se busca la vida y es combativo. Dos cualidades que me parece que el aficionado Premier reconoce y alaba. Además lidera desde el esfuerzo,ataca y defiende, lo cual vale mucho y no es muy común. En el Deportivo se notaba que contagiaba a sus compañeros y los involucraba en el juego, potenciándolos. Como deportivista agradecido por su último año, espero y deseo que lo borde y que consiga que Lopetegui lo meta en lista. Es un futbolista que ya estuvo en varios países, quitando la morriña y el tema de adaptarse de la ecuación, que tiene ambición y estoy seguro de que sentará a Giroud en muy poco tiempo. Las oportunidades que le den las va a aprovechar.
No pasará desapercibido.