Hace tres temporadas, el CA Osasuna cerró la mejor etapa de su historia con un descenso que no por previsible resultó menos duro. El club venía de vivir catorce años de éxitos en Primera División, pero entonces, junto a dicho descenso, debía de afrontar una situación realmente complicada tanto a nivel económico como institucional. Sin embargo, tras rozar la 2ªB, los de Enrique Martín dieron la sorpresa y recuperaron su sitio en la élite del fútbol español. Para hablar de todo este camino, del cómo lo lograron y de qué podemos esperar en el curso que hoy se inicia charlamos con el periodista navarro Irati Prat.
Dos años para recuperar todo lo perdido
– ¿Qué supuso el descenso para Osasuna después de casi tres lustros en Primera División? Nunca hay un momento idóneo para perder la categoría, es evidente, pero en el caso del club navarro dio la sensación de que este descenso llegó en un instante particularmente delicado.
Y se veía venir. Ya se había coqueteado con el descenso en la temporada anterior y la 2013/14 fue una campaña abocada al desastre desde el principio. El hecho de destituir a José Luis Mendilibar tras tres jornadas fue muy difícil de digerir. Si no confías en un proyecto no lo mantienes durante toda la pretemporada, con la planificación técnica y deportiva que conlleva…
Y después llegó Javi Gracia. Yo no termino de entender qué pasó para que aquello no fuera bien. Es un gran técnico, de Pamplona además, y consiguió incluso sacar al equipo de la zona baja. Recuerdo que hasta logró endosar un 3-0 al Atlético de Madrid del Cholo (al que no ganaba nadie), pero luego todo se hundió. La sequía goleadora fue tremenda. El estilo… No terminó de cuajar. Se habló de que se estaba perdiendo la ‘filosofía Osasuna’. Y es que no solo era el fútbol que practicaba el equipo, el carácter fue desolador. Ni rastro había del famoso carácter rojillo, y eso que era la despedida de Patxi Puñal.
Fue muy triste decirle adiós a un mito de semejante envergadura con un descenso.
– En este sentido, por todo lo que comentas, la llegada de un hombre con pleno conocimiento de lo que es el Club Atlético Osasuna parecía perfecta para tratar de paliar estos problemas, ¿no? Entonces, ¿qué pasó para que Jan Urban, junto a Kibu, tuviera unos resultados tan negativos? ¿Fue un problema de plantilla o, como suele pasar, de la depresión que rodea a un club que baja tras muchos años en la élite del fútbol español? El descenso a Segunda B estuvo a unos minutos de consumarse.
Yo estaba convencido de que lo harían bien. Conocían la casa y, aunque no tenían experiencia en el fútbol profesional español, lo habían hecho bastante bien en el fútbol polaco. Pero la planificación volvió a ser el problema. El objetivo de la directiva era ascender y, sinceramente, no había equipo ni ambiente para volver a Primera. Y esto se notó luego con Mateo y Enrique Martín. El problema no era únicamente del entrenador, sino que no había materia prima para pelear con los grandes de la categoría.
Así que, resumiendo, creo que fue una mezcla de ambas. Muchos de los jugadores que conformaron la plantilla aquella temporada tenían doble ficha juvenil o venían de competir en el filial en Tercera y de golpe se veían ante una competición muy exigente. Por eso, simplemente, la presión superó a muchos de ellos. Se abrió un debate entre la afición incluso. ¿Se quemarían las perlas de Tajonar ante tal desafío? ¿No era mejor que jugaran sin tanta presión siendo ellos tan jóvenes? Es curioso, pero creo que a algunos les ha venido bien. Merino, por ejemplo, tiene una personalidad y una madurez brutales pese a su edad. Pero bueno, por suerte la directiva no se volvió del todo loca y apostó de nuevo por gente de la casa tras el chasco de Urban. Aunque Mateo no sacó los resultados esperados, después eligieron a Enrique Martín. El hombre milagro. El desafío se tornó casi tan complicado como el de 1997, donde también salvó al equipo de bajar a Segunda B. Sólo que esta vez si bajaba el club se hundía en la más absoluta miseria. Se habló tantas veces de que desaparecería el club si bajaba… Bendito gol en el descuento en Sabadell.
– Es en medio de todo ese clima complicado, donde cada noticia sobre la institución y el futuro del club es negativa, cuando se produce un relevo que me recuerda mucho al que se vivió en Gijón recientemente. Tanto por lo que comienza a ser Enrique Martín para El Sadar como, sobre todo, por lo que comienza a ser Enrique Martín para el vestuario, que cambia por completo en verano y que, como dices, se comienza a poblar de jóvencísimos canteranos que tras la permanencia dan un paso adelante.
No sé si has visto Vikings… Voy a tirar de frikismo para hacer una comparación un poco rebuscada. El caso es que Enrique Martín empezó siendo granjero, como Ragnar Lodbrok. No era nadie hasta que como jugador de Osasuna destacó. Se pudo quedar ahí, en un gran jugador que había dedicado toda su carrera al mismo club. Eso le valdría el reconocimiento de los aficionados de Osasuna para siempre. Pero no, poco tardó en salvar a Osasuna con el primero de sus milagros. El que te citaba anteriormente. Llegó en la recta final de la temporada y salvó al equipo de descender a Segunda B. Fue entonces cuando Ragnar pasó de granjero a conde. Como Enrique Martín. Tras aquel milagro su leyenda fue más grande.
Después de pasar por varios equipos como técnico, volvió a Osasuna para trabajar en Tajonar con la cantera. Y claro, cuando la directiva le eligió para salvar al equipo de descender a Segunda B, él se conocía a todos los jugadores de Osasuna formados en Tajonar. ¡Y es que la mayor parte de la primera plantilla había pasado por las inferiores de Osasuna! Fue como un segundo padre. Salvó al equipo y pasó de conde a rey. Como Ragnar. ¿Qué le queda? ¿Ser dios? Para todo hincha de Osasuna Enrique Martín ya es lo máximo. No solo ha salvado a Osasuna de una desaparición prácticamente segura, sino que además ha recuperado el osasunismo más puro. Y nos ha vuelto a enganchar a todos. Con Izco, Archanco, los presuntos amaños y cambios de entrenadores… Todo se volvió más frío. Pero la bruja de Campanas ha devuelto la ilusión a todos. Ha sido tremendo, de verdad. Es mucho más que fútbol.
Y para el vestuario, lo que te decía. Enrique Martín es un padre para todos ellos. Él mismo reconoció que la mayoría de los jóvenes no estaban preparados para el primer equipo tras salvar al equipo del descenso a Segunda B. Y aún así apostó por ellos hasta el punto de moldearlos y convertirlos en lo que hoy son. Merino, David y Unai García, Berenguer, Olavide… Son proyectos de jugadores muy validos para el presente más cercano. Y sin olvidarnos de los que vienen: Buñuel u Otegui, por ejemplo, que ya han tenido protagonismo con Enrique Martín en el primer equipo.
La particular gestión de Enrique Martín
– Siempre que leo sobre Enrique Martín se destaca que es un entrenador de la vieja escuela, que es un técnico que basa su fortaleza en la gestión de grupos y no tanto en la pizarra, como se viene estilando últimamente. ¿Esto que significa, Irati? ¿Cómo es exactamente el Enrique Martín entrenador?
Creo que un entrenador tiene que manejar dos grandes aspectos para ser un buen entrenador. Grosso modo: el aspecto táctico y el humano. En el primero, Enrique Martín no es top 10, por decirlo así. Alguna que otra vez el planteamiento no ha sido el adecuado y el tema de los cambios… Bueno, no es su fuerte. Y, sin embargo, en el aspecto humano, gestión de grupos y motivación sí creo que es único. Es increíble cómo vive el fútbol este hombre. Único, en serio. Y en particular Osasuna. Es capaz de hacer que un tío que viene de Butan del Este, por ejemplo, se sienta osasunista y defienda la camiseta a muerte. Estoy seguro. Además, ha vivido mil y una situaciones y se las conoce todas ya. Es un hombre de fútbol. Enrique Martín es a Osasuna lo que Simeone al Atlético de Madrid. En el aspecto emocional, claro.
– Es decir, es algo opuesto a Javi Gracia. De ahí casos como el de Urko Vera.
Claro. A Javi Gracia ya lo vimos en Almería, Osasuna, Málaga y ahora en Kazan, por poner algunos ejemplos. Y tú lo conoces mejor que yo. Es mucho más metódico que Martín. Trabaja más la pizarra y la táctica, pero quizás no cala tan hondo en el futbolista. Obviamente lo mejor es un equilibrio entre ambas cosas, pero yo creo que Osasuna siempre ha necesitado más de lo segundo que de lo primero. Por su idiosincrasia, por su forma de ser y por su historia. Osasuna es carácter y garra; con eso ha sobrevivido todo este tiempo. Mismamente, el tema de Urko es un ejemplo claro de lo que es Martín. Ya en la rueda de prensa donde él comentó su fichaje anunció que lo tendría complicado, y el poco protagonismo que tuvo, unido a que saldrá este verano, lo han demostrado. Enrique Martín no se casa con nadie y si tiene que tirar de Kenan Kodro (que parecía Van Basten en el Play Off) porque el fichaje estrella no entrena bien, pues tira. No le importa.
– Todo esto ha tenido un impacto muy evidente en el juego de Osasuna. Uno ve al equipo rojillo y reconoce fácilmente la determinación de la mayoría de sus futbolistas, que ahora sí vuelven a enarbolar los principios del «carácter rojillo» que tú antes comentabas que parecían perdidos. De ahí que el paralelismo con el Sporting de Gijón del Pitu Abelardo parezca tan evidente. Sin embargo, comparando a ambos equipos, debo confesarte Irati que el CA Osasuna 2015/2016 me parece más frágil, menos seguro y también menos potente que el conjunto asturiano que asciende hace dos temporadas
Es que Osasuna no tenía, en principio, plantilla para ascender. Esa es la realidad. El objetivo era salvar la categoría, pasar un año tranquilo y seguir asentando las bases en Segunda. Pero no. Ganó, ganó… Y ascendió. Fue una sorpresa para todos que en diciembre estuviera tan arriba. Y ya desde ahí el equipo fue capaz de mantenerlo.
Sin embargo, creo que Osasuna juega mejor ahora que cuando llegó Martín en 2015. Me queda la duda de que ocurrirá tras la baja de Mikel Merino, pero es que el último mes de competición en Segunda fue bestial. Nadie tosía a Osasuna. Nadie los podía ganar. Ahí se demostró lo importante que es el estado de ánimo y la confianza de los jugadores. Y todo eso se lo había dado Enrique Martín. Obviamente, había debilidades, y muchas, pero estaban camufladas. Por ejemplo, Nauzet no era el mejor portero de Segunda, ni mucho menos, tiene defectos importantes aunque sus reflejos sean tremendos. En defensa Tano es un portento físico pero tiende a descolocarse o perder la concentración, al igual que otros jóvenes como David García o Unai García, con fallos puntuales en varias ocasiones. Y De las Cuevas, que fisicamente estaba KO terminó siendo determinante. También Roberto Torres, uno de los futbolistas más irregulares que he visto en mi vida, o Kodro, del que hemos hablado antes. Es buen delantero pero le faltan muchas cosas para ser titular en Primera División. Y, sin embargo, en el Play Off de ascenso, parecía tener nivel Top3 de delanteros de Segunda.
¿Qué quiero decir con esto? Que había muchos jugadores, y algunos más que me dejo, con ‘defectos’ importantes que les impiden ser jugadores top, al menos de momento porque por ejemplo David García apunta alto, pero es que con Enrique Martín han dejado atrás esos problemas. Y no porque hayan mejorado tácticamente, que también, sino por el aspecto anímico. Es tremenda la confianza que tienen en sí mismos. Es que, sinceramente, parecían otros jugadores el año pasado.
El CA Osasuna 2016/2017 de Martín
– Todo esto que estamos comentando, Irati, tuvo también su refuerzo táctico a partir de un cambio que fue muy significativo: de defender con cuatro, Osasuna pasó a defender con cinco atrás una vez cogió el equipo Enrique Martín. Y, a partir de entonces, prácticamente siempre ha sido así, con lo que imagino que Osasuna puede ser uno de los pocos equipos de Primera División, por no decir el único, que termine defendiendo con tres centrales y dos laterales, que no carrileros en este caso.
Así es. Creo que es importante matizar que Osasuna no plantea un esquema tan ofensivo como el que pudiera ser un 3-5-2 por lo que explicas: los hombres de banda son laterales, no carrileros, y aunque tienen presencia ofensiva no brillan por su capacidad técnica y su desborde. Javi Flaño (que encima es LTD y diestro) y Oier han hecho muy buena labor, pero a la hora de llegar a línea de fondo se nota que son laterales. Aunque ojo, esto también ayuda mucho en labores defensivas. Osasuna no arriesga tanto y los laterales no suelen perder la posición. Les cuesta menos volver.
– Los refuerzos además han ido en este sentido. De todas formas, aquí me gustaría pararme para hablar de lo particular de esta defensa de cinco. Está conformada por jugadores bastantes polivalentes, caso paradigmático de Oier, lo cual permite a Enrique Martín cambiar el dibujo en cualquier momento. Éste puede ser un arma interesante para Enrique Martín, sobre todo en clave Sadar.
Oier es Osasuna. No hay más. Más allá de que sea un jugador polivalente, Oier es el heredero natural de Patxi Puñal en cuanto a carácter y osasunismo se refiere. O así lo veo yo al menos. Un jugador que vive por y para Osasuna. Con el descenso recuerdo que se habló de que tenía ofertas importantes para permanecer en Primera… Y se quedó. Además de lo que dices: es un futbolista muy útil. Puede jugar como mediocentro, central o lateral y aporta siempre un trabajo y una brega incansable. Corre, corre y corre. Es increíble ver jugar a Oier cuando está en buena forma.
– ¿Cómo afecta la marcha de Mikel Merino al equipo? Hay que decir que ahora en Dortmund está jugando de central izquierdo, pero Mikel en Osasuna es un todocampista que suma calidad en absolutamente todas las fases de juego de un equipo. Era importante en la creación, también en el circuito asociativo, a la hora de enganchar con los mediapuntas, también de llegar a puerta como hizo en los momentos clave, por supuesto de presionar tras pérdida, de mantener al equipo muy junto… De hecho, se podía decir que lo más significativo es cómo ejercía de pegamento, uniendo compañeros hasta formar un bloque tanto en defensa como en ataque.
Los dos últimos años de Mikel Merino han sido impresionantes. Yo he tenido la suerte de ver prácticamente todos sus encuentros y verlo crecer… Uff, es que va a ser muy bueno. Estoy convencido. Si todo sigue su camino acabará siendo internacional y haciendo cosas importantes, no me cabe duda. En cuanto a su marcha… Provoca una incógnita enorme porque aunque se ha fichado para suplirle se le reemplaza en número pero no en calidad.
Vale, tú tienes a un jugador como Fran Mérida, que lo hizo muy bien en el Huesca, pero nunca será Mikel Merino. No te dará lo que te dio Mikel Merino. Y eso que Mikel tiene un porrón de años menos. Con su marcha Osasuna pierde el jugador que unía al equipo, tanto sobre la pizarra como en pleno juego con sus pases. Aquel que quiera comprender la ‘gravedad’ de su pérdida que se ponga los partidos de Osasuna la temporada con Merino y aquellos sin Merino. Un dato: Merino jugó 34 partidos y se perdió 8. Osasuna perdió 3 y empató 5 de esos 8. Ninguna victoria. Era vital.
– A nivel ofensiva, su ausencia la van a tener que compensar las presencias de Roberto Torres, Miguel de las Cuevas y Fran Mérida. Y éste, Irati, es un trío de futbolistas que me parece bastante ilusionante. Sobre todo en dinámica positiva. La cuestión es si sucede lo contrario…
Y yo tengo otra duda sobre este trío. Técnicamente son muy buenos. Dentro del fútbol más modesto de Primera forman un trío único en sus características pero, porque siempre hay un pero, en el aspecto físico y el de la regularidad me dejan muchas dudas. De las Cuevas acabó la temporada siendo uno de los mejores de Osasuna, cierto es, pero físicamente no es un portento y le costó ponerse a punto. Sobre todo porque venía de unos problemas cardíacos importantes que lo habían tenido cerca de la retirada. De Fran Mérida ya conocemos todos su historia y sus viajes por medio mundo en busca de la oportunidad. Y creo que por fin la tiene, aunque es cierto que la ha buscado. Como dije, rindió bastante bien en el Huesca y es el único jugador por el que Osasuna ha pagado en metálico a día de hoy (400.000 euros) durante este mercado. Y Torres. Bueno. Tiene un guante, eso es así. Técnicamente es muy bueno, pero también le falta físico y regularidad. Puede ser muy bueno y determinante pero también puedes ni acordarte de que está jugando.
– Lo decía sobre todo por el tema goleador. A día de hoy, y no parece que la cosa vaya a cambiar mucho, el Club Atlético Osasuna es uno de los equipos con menos gol de la categoría. De ahí que, evidentemente, la noticia del fichaje de Oriol Riera parezca tan esperada como necesaria.
El fichaje de Oriol Riera es increíble. No te imaginas el chut anímico que ha supuesto a la hinchada de Osasuna. Es un jugador que conoce el club, al que quiere la afición y al que le va de perlas el estilo de Osasuna. Ya rindió bien buscándose él solo las oportunidades en ataque en el último año en Primera y esta temporada creo que está mejor acompañado que aquella última vez. Además, si acaban llegando Sergio León o Mariano, que parece que al menos uno lo hará, te podré decir algo que hace unos meses hubiera pensado imposible: vaya pedazo de delantera que tiene Osasuna, Miguel.
Los retos de cara a la permanencia
– Teniendo en el horizonte el obvio objetivo de la permanencia, Irati, ¿cuál te parece la principal virtud de este equipo? A mí, sin duda, que puede ser muy Osasuna, en el sentido de que nace y se enraíza en los valores que hicieron al conjunto rojillo estar tantos años seguidos en Primera. Y eso es algo, más allá de Javi Gracia, que sí que es cierto que no tenía tanto el equipo del descenso.
Es el carácter. El que se perdió y ha vuelto. El que salió en Sabadell en el minuto 92. No sé de donde lo sacaron, porque el equipo estaba muerto, pero salió. Seguramente de los miles de rojillos que viajaron hasta allí. Yo me acuerdo de que hace años, cuando el club se salvaba siempre y continuaba una y otra vez en Primera, me decían cada vez que Osasuna se acercaba al descenso: «Tranquilo Irati, si vosotros os salváis. No hay nadie que compita como Osasuna cuando el fuego empieza a quemar». Y era así. Osasuna en el barro juega en casa. Nadie está más cómodo.
– En el lado opuesto, más allá de la inexperiencia y el tema del gol, hecho en falta la presencia de un jugador algo más autosuficiente. Siguiendo el ejemplo del Sporting, pese al buen hacer defensivo y la convicción que demostraron los guajes en ataque, al final su salvación hubiera sido absolutamente imposible sin Jony Rodríguez. Y Osasuna no tiene esto. Ni por dentro, ni por fuera ni en punta.
Eso es cierto. Aunque Kenan Kodro en el Play Off fue increíble. Un nivel inimaginable para nadie. Un futbolista que en apariencia puede parecer tosco y torpe con la pelota, pero que se mostraba imparable dentro y fuera del área. Ahora bien, te digo que es imposible que mantenga aquel nivel. Y si lo mantiene será la mayor sorpresa de la historia del fútbol. Simplemente porque lo querrá fichar media España. Pero no, Osasuna no tiene alguien que destaque de forma individual muy por encima del resto. Es un colectivo, para lo bueno y para lo malo.
– La pretemporada no está siendo nada buena. La mayoría de resultados han sido negativos y ninguna de las llegadas parece ninguna certeza, pese a que los nombres de Merida, Riera o Fuentes sí mejoren al equipo. Así que, por esto, me gustaría cerrar esta charla con una pequeña descripción de los futbolistas más jóvenes, pues son los más desconocidos para el aficionado de la Liga y, a fin de cuentas, van a tener que ser sobre todo ellos quienes vuelvan a dar un paso adelante. Es decir, resumiendo, ¿a quién no nos debemos perder, Irati?
De forma resumida te pongo tres. Voy a centrarme un poco en aquellos que apenas he mencionado:::::::
David García: Central de la casa. 22 años. Físicamente va bien, aunque no es un portento como pueda ser Tano. Su mayor pega son los errores de concentración y colocación que le cuestan fallos puntuales. Pero, bueno, achaquemos eso a la edad. Es algo que se puede mejorar con los años y la experiencia. Tiene buena salida de pelota y va muy bien por alto.
Antonio Otegui: Mediocentro de la casa. 18 años. Internacional sub-18. Es una debilidad mía por la personalidad que tiene. Es increíble para su edad. Físicamente no es nada. Si buscas imágenes suyas flipas. Literalmente. Y, sin embargo, la toca y se mueve de forma increíble. Otro chico de Tajonar que dará mucho de lo que hablar.
Alejandro Berenguer: Extremo de la casa. 21 años. Me la juego, eh. Hay detractores de Berenguer entre la hinchada rojilla. Técnicamente es muy bueno pero irregular y con un temperamento que lo ha perdido en varias ocasiones. Dijo Enrique Martín en una ocasión que era el Neymar de Osasuna. Bueno, no es mala carta de presentación, ¿no?
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Referencias:
twitter.com/IratiPrat
Foto: David Ramos/Getty Images
Clementina 19 agosto, 2016
A mí Roberto Torres me parece un futbolista ilusionante, es cierto que le falta regularidad y mas presencia, pero en mi opinión esta entre los 3 mejores futbolistas de la plantilla rojilla