Siempre que se abre un periodo de fichajes salta a la palestra el tema de la adaptación de un futbolista a un nuevo hábitat. El mero hecho de cambiar de club ya representa problemas porque el recién llegado debe aclimatarse a una nueva expectativa, un nuevo vestuario y un nuevo sistema, pero el asunto cobra una relevancia exponencial cuando el jugador arriba desde un país diferente. Y en el caso que más nos compete, el de la Liga española, la dificultad se recrudece, pues se trata, quizá, del campeonato que más y mejor mima a título táctico cada una de las fases del juego. Todo es exigencia.
De ahí que resulte tan interesante para un director deportivo reforzar su plantilla con futbolistas de la propia competición. El problema radica en queEl futbolista español es caro la Liga es un escaparate muy lustroso y en que, cada vez que una pieza sobresale de la media, el dinero de la Premier League y el resto de grandes capitales la convierten en inaccesible para casi cualquier club español. Otrora, hombres como Juan Mata, Borja Valero o Santi Cazorla hubieran brillado en nuestros candidatos al cuarto puesto, por decir algo. En estos tiempos, hombres más llanos como Jairo Sampeiro, Álvaro Domínguez o Adrián San Miguel se vieron forzados a emigrar incluso antes de su explosión como futbolistas.
El Villarreal apostó por la experiencia en la Liga española.
Es posible que el proyecto que más considerase esta circunstancia el año pasado fuese, precisamente, aquel que se llevó el gato al agua y se clasificó para jugar la Champions, el Villarreal CF. De las 11 contrataciones que acometió, ocho contaban con experiencia en el campeonato español (sólo Aréola, Bonera y Bakambú rompieron ese canon). Probablemente, apostando por este perfil de futbolista renunció a potencial, en el sentido de que, por ejemplo, por los 16 millones de €uros invertidos en el veterano Soldado seguro que pudo probar fortuna y reclutar la típica promesa que igual rompe y se transforma en una estrella de 50. Pero a efectos prácticos, el resultado fue el pretendido. Y con una particularidad: el equipo fue equipo y funcionó desde las primeras jornadas a pesar de renovar casi medio plantel.
Sporting de Gijón y Málaga han tomado el camino del Villarreal.
En lo que va de mercado veraniego, dos equipos se están destacando a la hora de aplicar esta estrategia. A la cabeza, el Málaga de Juande Ramos, que ha andado presto y ha logrado firmar a tres joyas que parecían destinadas a acabar en una entidad de mayor poder adquisitivo: Diego Llorente, Keko Gontán y Jony Rodríguez. Más Sandro Ramírez. De igual modo, superada la sanción que le impidió fichar en el verano del ascenso, el Sporting de Gijón parece tener claro que este es el camino que debe adoptar. Cinco españoles (Diego Mariño, Lillo Castellano, Víctor Rodríguez, Moi Gómez y Burgui) han sido los últimos en suscribirse a la aventura de Abelardo. Habrá tiempo para profundizar en ambos proyectos, y muy pronto se hará en Ecos del Balón, pero a tenor de lo visto en los últimos años, tanto Málaga como Sporting se están asentando sobre cimientos sólidos.
Foto: Juan Manuel Serrano Arce/Getty Images
plaentxi 16 julio, 2016
Completamente de acuerdo. No hay más que ver las primeras vueltas del Eibar que empiezan a velocidad punta mientras otros están todavía carburando. El Eibar sigue el modelo que comentas aunque pesque fundamentalmente en la segunda división que según muchos se podría emparejar en cuanto a nivel a la Eredivisie o ligas similares pero que tiene también un DNA ultracompetitivo y una misma cultura.
Esta es la lista de fichajes del Eibar hasta el momento:
-Lejeune (Girona)
-Calavera (Nastic)
-Rivera (Oviedo)
-Pedro Leon (Getafe)
-Bebé (Rayo)
-Peña (Leganes)
-Kike Garcia (Murcia)