La extraña virtud de Rumanía | Ecos del Balón

La extraña virtud de Rumanía


La Rumanía de Anghel Iordanescu tiene una extraña virtud: a pesar de no defender demasiado bien, encaja muy pocos goles. La razón de esta curiosísima -pero demostrable- paradoja se encuentra en la capacidad que tienen para provocar la precipitación del rival. Ésta podríamos decir que se debe a tres factores: el técnico (Rumanía es un equipo pegajoso, muy pesado y de pierna fuerte), el psicológico (Iordanescu ordena una defensa adelantada, muy adelantada, que parece fácilmente vulnerable) y el táctico (como defiende de forma muy desordenada, los espacios suelen aparecer bastante rápido).

Rumanía induce al error rivalEsto termina provocando que el rival tenga más ocasiones de las lógicas, sobre todo en tramos muy concretos, pero también que al final éstas tengan un porcentaje de conversión bajísimo. Ya le sucedió a Francia en su debut, y ayer le volvió a ocurrir a la Suiza de Petkovic. Sea como fuere, aunque su idiosincrasia táctica tenga parte de virtud, sobre todo tiene de defecto. A poco que Suiza se paró, levantó la cabeza y pensó antes de ejecutar, es decir, a poco que entraba en juego Granit Xhaka, creó un peligro que Rumanía no podía administrar. Cuando el balón iba fuera y volvía dentro, todo era desorden y caos, pues además de sus carencias tácticas son el equipo físicamente más limitado del torneo, lo cual les impide corregir sus desajustes.

Rumanía sólo maneja bien los espacios cortos.

Sin embargo, a Suiza le faltó acierto. Puro y duro acierto. Durante la primera hora de partido, Xhaka fue el futbolista que más metros recorría, más balones tocaba y más gustaba a los espectadores, pero al final la finalización de la jugada siempre recaía en unos desafortunados Haris Seferovic y Xherdan Shaqiri. En realidad, ambos se movieron bien. Uno de cara a dar amplitud y profundidad, superando con sus desmarques a los zagueros rumanos, y el otro para ayudar a la gestación del ataque, que necesitaba a una mente más creativa que enganchasen los primeros pases de Schar, Djourou o el propio Xhaka con el resto de atacantes. El problema es que una vez conseguían esto, una vez llegaba el momento de dar uno de los dos últimos toques de cada ataque, fuera pasando, desbordando o rematando, parecieron estar peleados con el balón.

A. Chipciu atacó con sentido la banda izquierdaDe esto se aprovechó una Rumanía que, además de pegajosa, encontró en las subidas de Lichtsteiner el espacio perfecto donde situar a una de sus novedades en el día de hoy, Alexandru Chipciu. El jugador del Steaua de Bucarest buscó constantemente su espalda, siempre recibió con mucha facilidad y, además, mostró la astucia necesaria para ir encontrando a sus compañeros, lo que derivó en que su equipo llegara a la meta de Sommer con más facilidad de la debida. Así llegó el primer gol rumano y bien pudo llegar el segundo. Suiza parecía tener controlado el partido, pero esto no significaba que los de Iordanescu estuvieran incómodos.

Shaqiri no tuvo el día. Seferovic y Embolo tampoco.

A pesar de todo, la sensación es que Suiza podía darle la vuelta en cualquier momento al marcador. Una vez marcó Mehmedi, lo lógico era pensar que la remontada se consumaría, aunque sólo fuera porque Rumanía ya no salía por falta de fuelle. Y además a los pocos minutos saltó al campo Breel Embolo, que necesitó de dos instantes para realizar dos acciones que asustaron a toda Rumanía. Pero, entonces, Suiza envió un balón en largo. Y lo ganó. Y creó una situación de peligro. Y entendió que a partir de esa acción llegaría su segundo tanto. Era lógico pensarlo: Embolo estaba superando a Chiriches y Grigore, lo que conllevaba que Shaqiri encontrara mucho balón suelto en la frontal. En cambio, en vez de claridad, lo que reportó esta sucesión de balones largos fue todavía más precipitación. Suiza se olvidó de Xhaka, se la jugó a sus puntas y estos, ayer, no estuvieron acertados. Rumanía lo había logrado otra vez: a pesar de no defender bien, se marchó encajando sólo un gol.

 
 

Foto: KENZO TRIBOUILLARD/AFP/Getty Images


Comentarios (7)

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¿Es Shaqiri, viendo su Mundial, la decepción del torneo?
A mi Suiza me esta gustando poquito,muy poquito. Quizas salvaria a Embolo, que en los minutos que ha jugado, esta dejando buenos detalles.
Quizá sea Rumanía el equipo que menos me ha gustado en el torneo. Me pareció que defendió peor ayer que contra Francia.

No me sumo a las opiniones favorables de Embolo, no me gustó. Le vi como falto de agilidad... No sé, fue extraño porque daba sensación de peligro pero no las llevaba a la practica ni por asomo.
@ DanielGizun

Le han nombrado en ambos encuentros el MVP y a mí sinceramente no me está fascinando. Creo que su torneo hasta el momento no pasa de correcto o bueno a secas. Pero confiemos en que crezca. Intuyo que dependerá más de que mejore el equipo, que por ahora no está demasiado fino.

@ Ismael

Casi comparto lo de Rumanía.

@ Juantelar

Lo de los laterales está siendo clave. No están volando, no están abriendo el campo, no están ganado altura... y eso lo está notando bastante Suiza. Sobre todo, lo está notando Xhaka.

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