Sobre el papel, Ricardo Rodríguez y Stephan Lichtsteiner deberían conformar uno de los dúos de laterales con más peso e importancia en esta Eurocopa. Es una cuestión de nivel y contexto, pero sobre todo de adecuación táctica a las necesidades de su selección. Sin embargo, ni el lateral de la Juve ni el del Wolfsburgo están sumando prácticamente nada a la Suiza de Vladimir Petkovic. No se puede decir que estén pasando desapercibidos, porque siguen siendo dos de los futbolistas que más balones tocan de su equipo, pero sí que su impacto en los partidos se ha reducido drásticamente.
La Eurocopa de Xherdan Shaqiri también está siendo discreta.
¿Por qué? La pregunta no es sencilla. El entramado colectivo sigue esperando de ellos lo mismo que hace dos años: que hagan ancho el campo, que doblen continuamente a ambos extremos para dividir vigilancias y, por supuesto, que en estas aventuras aporten un grado de sorpresa, energía y chispa que Suiza no logra encontrar de otra forma. A fin de cuentas, son Stephan Lichtsteiner y Ricardo Rodríguez los encargados de realizar las tareas típicas de un hombre de banda, pues ambos extremos son otro tipo de futbolista. Mientras Admir Mehmedi suele hacer de segundo punta escorado, Xherdan Shaqiri viene ejerciendo labores de cuarto centrocampista con más frecuencia de la vista en Brasil 2014. Y en este matiz quizás sí que se encuentre parte de la explicación. La posición retrasada de Shaqiri está ayudando ligeramente en salida de balón, pero a cambio Suiza ha perdido su principal vía de profundidad.
En parado, los laterales de Suiza no dañanAdemás de esto, el del Stoke City no está eliminando ni girando rivales, lo que a su vez está propiciando de forma directa que las llegadas de los laterales siempre resulten demasiado previsibles. El balón a la banda de Granit Xhaka siempre sirve de desahogo, pero en Francia ha dejado de ser sinónimo de peligro porque la ventaja no suele estar creada. Y esto es un gran problema para Petkovic. Los laterales suizos son buenos aprovechando ventajas, pero no creándolas. Es decir, siempre son consecuencia, nunca causa. No tienen calidad para ello. De ahí que se les esté viendo sumamente imprecisos con el balón en los pies. Fallan controles, toman malas decisiones, no pueden regatear a su par, están poniendo centros muy pobres… La sensación es que les falta frescura y acierto, lo cual seguramente también sea cierto, pero el análisis demuestra que están afrontando otro tipo de situaciones, menos agradecidas y muchísimo más exigentes a nivel creativo.
A Polonia hay que engañarla, porque sino no sufre.
Esta serie de dudas, que nazcan de donde nazcan están derivando en que la única vía de peligro de Suiza, más allá del balón parado, sean los buenos -pero muy poco efectivos- movimientos de Haris Seferovic, casan realmente mal con su siguiente rival. La Polonia de Adam Nawalka es una selección a la que le falta creatividad y finura, pero a la que le sobra despliegue físico. Pazdan y Gilk en el eje de la zaga, Grosicki más Kuba por delante de los laterales, Krychowiak en la medular y en todos sitios… Para superarles hay que engañarles. Una cuestión tampoco especialmente difícil, pero para la que Suiza ahora no parece capacitada. Petkovic tiene un problema colateral.
Genserico 25 junio, 2016
Polonia tiene un buen nivel defensivo es cierto, pero suiza? no les tengo en tan alta estima como conjunto defensivo, Djorou y schar -sobre todo el primero- van a tener problemas con millik, con ansias de ver ese duelo en el medio campo Xhaka vs Krycho.