Los que deben mejorar

Al igual que tres partidos de Eurocopa son suficientes para hablar en clave positiva de ciertos jugadores, esta cifra también nos permite reflexionar acerca de varias figuras que, por un motivo u otro, no están rindiendo cómo se esperaba. O, mejor dicho, cómo necesitan sus selecciones que rindan. Porque no es tanto que no estén jugando a su mejor nivel, como que en su mejora puede estar gran parte de las opciones de seguir avanzando en Francia 2016. Estamos hablando, en definitiva, de nombres como Robert Lewandowski (Quintana), Eden Hazard (David León), Dele Alli (Albert), Pepe (Abel) y Shaqiri (Arroyo).

Lewandowski: de espaldas y sin pólvora

No se puede decir que Robert Lewandowski esté jugando mal. Sería incierto. Su figura centra todas las atenciones de las defensas rivales, con todo lo positivo que ello conlleva para el conjunto de Nawalka. Además, tanto contra Alemania como ante Ucrania, el delantero del Bayern fue fundamental a la hora de potenciar los contragolpes que, normalmente, Milik se encargó de finalizar. Pero más allá de todo esto, que es tan cierto como relevante, se encuentra el hecho de que prácticamente nunca se esté pudiendo despegar de sus marcas.

No está pudiendo fabricarse sus espacios, con lo que tampoco está ayudando directamente a desequilibrar o finalizar. De hecho, apenas ha disparado cuatro veces en lo que va de Eurocopa, y ninguno de esos remates acabó en gol. Ni tampoco en asistencia. Hasta la fecha, Polonia ha conseguido competir a base de su solidez defensiva, el despliegue de su medular y la inspiración de Milik, lo cual le ha valido para sumar 7 de los 9 puntos posibles. Es una cifra más que positiva. Pero de cara a enfrentarse a Suiza y a los rivales que puedan estar por llegar, Polonia va a necesitar de su estrella. Básicamente porque hay una diferencia enorme entre que la ocasión del partido la tenga Robert Lewandowski o la tenga cualquiera de sus compañeros.

Eden Hazard: Bélgica necesitará más

Por raro que suene tras la temporada realizada por su equipo, Eden Hazard no ha llegado mal a esta Eurocopa. El extremo finalizó la campaña anotando algunos goles de gran mérito, tantos que permitían soñar con una buena versión de Eden en la cita francesa.

A título individual, el extremo del Chelsea ya ha tenido tiempo de probar que se encuentra en buena forma. Ante Irlanda, con Bélgica en ventaja en el marcador y un oponente adelantado, Hazard demostró que con espacios es letal. Está rápido y ágil a la carrera. El problema es que Bélgica afrontará a partir de ahora partidos frente a equipos de menor talento que optarán por replegar. Se necesitará un Hazard con mayores responsabilidades en la creación y el desequilibrio. Es cierto que el funcionamiento colectivo de los suyos no ayuda y que Kevin de Bruyne le roba zonas para recibir, pero hablamos de un futbolista con condiciones y capacidad para solucionar problemas. Ante Italia, con todo en contra, la pidió y lo intentó. Eso queremos; que Hazard lo intente un poquito más.

Dele Alli: dónde, cómo y por qué

En la actual selección de Inglaterra hay espacio para dos posibles versiones de Dele Alli. Una tiene que ver con todo lo que implica la presencia de Rooney como mandamás en mediocampo, y obliga a que el jugador del Tottenham deba matizarse. Que sea acompañante, que pese más en el apoyo y menos por delante del balón, que le dé presencia y cuerpo a la sala de máquinas, que ésta sea la zona en la que desarrollar su juego y no el mero trampolín desde el que ganar altura. No es la versión que de momento se está viendo en la Eurocopa, aunque esto se justificaría si el Dele Alli más delantero, el que aspira a desequilibrar, a aparecer entre líneas, a filtrar el gesto final o el remate definitivo, a cambio de dejar solos a Dier y Rooney estuviera logrando ser decisivo. Pero no lo está siendo. La segunda versión de Alli aparece en la forma pero no en el fondo. No es parte del plan, ni tampoco, por ahora, la carta ganadora ajena a él. Inglaterra necesita que, al menos, sea una de las dos cosas.

Pepe: la mochila de Carvalho

Cuando se supo cuál sería la defensa titular de Portugal en esta Eurocopa de Francia, quedó la sensación de que había tres incógnitas pesismistas y una garantía total. El lateral zurdo, Raphael Guerreiro, carecía de experiencia en la élite y por lo tanto no generaba fiabilidad; el central izquierdo, Ricardo Carvalho, sumaba la friolera de 38 años y con eso se decía todo; y el lateral derecho, Vierinha, era un defensor francamente flojo que venía de condicionar en contra de su equipo partidos de la Champions League. Así que solo Pepe, el campeón, transmitía confianza.

A pesar de que Vierinha se lo está poniendo “difícil”, Pepe está siendo el defensa más débil de la zaga de Fernando Santos. Ejerce de nota discordante en la salida de balón -todos tienen paciencia menos él- y, sobre todo, está siendo una máquina de perder duelos individuales contra los delanteros del rival. Considerando que, elija lo que elija Cacic entre Kalinic y Mandzukic, se le presenta un duelo contra un ariete sumamente físico y dado a la fricción, o Pepe muestra un nivel más acorde al habitual suyo, o Portugal va a tener muchísimos problemas para competir contra Croacia.

Xherdan Shaqiri: la llama que no prende

Era complicado repetir el impacto que Xherdan Shaqiri tuvo en el pasado Mundial de Brasil, en el que desatado, armó el taco en casi todos los encuentros que su selección disputó. Jugando como un líder y desequilibrando como un crack, el hoy jugador del Stoke City reconoce como normal «que se le deba pedir más». De entrada Suiza sigue sin romper ni soltarse del todo. Cumple con los mínimos y está compitiendo de manera correcta. Por eso es lógico relacionar sus posibilidades potenciales con el rendimiento de su atacante de más calidad. De más a menos, Xherdan parecía preparado ante Albania, pero ante Rumanía y Francia se difuminó en exceso. Ante el sólido bloque polaco, Suiza necesitará más que nunca el primer paso y el disparo de su estrella. Clasificar a cuartos sin ayuda de Xherdan parece una difícil misión. Suiza tiene armas para rendir en diferentes ritmos de partido –Granit Xhaka en el pase, los laterales para generar superioridades, delanteros móviles-, pero el desborde corre a cargo de Shaqiri, la llama que está por prender.

Foto: BERTRAND LANGLOIS/AFP/Getty Images