El Croacia – Chequia podría ser recordado por muchas cosas, influyendo todas ellas tanto en el ánimo del encuentro como en el de muchos de los jugadores croatas, como así manifestó Darijo Srna tras lo ocurrido en la segunda parte. La selección de Ante Cacic desperdició una renta de dos goles después de realizar unos 45 minutos muy serios y de ver como la ausencia de Luka Modric en el minuto 62 terció en su comportamiento como equipo, hasta el punto de empañar lo ofrecido en la primera hora y de pensar a futuro cómo se desenvolverá Croacia si su crack no logra recuperarse. Por parte checa, el punto les permite sobrevivir pero futbolísticamente dio menos de lo visto en su debut ante la España de Andrés Iniesta.
Y es que Croacia tiene varios registros. Y ayer en el Geoffroy Guichard de Saint-Etienne se permitió activar el más relacionado con el espacio y las conducciones. Sin poder defenderse en bloque, Chequia dejó siempre huecos entre sus dos líneas, que Croacia separó aún másRakitic como ’10’ brilló mucho dividiendo atenciones, conduciendo y acelerando las jugadas; recuperando fácil tras la pérdida. Que Modric no apareciese ni tocase mucho el cuero en la primera mitad, paradójicamente, fue buena noticia para los balcánicos, por más que cada pase o acción del crack madridista resultase de enorme calidad. Chequia esperaba pero dejaba espacios, y aunque apenas contragolpeaba tampoco recuperaba el repliegue cuando intentaba salir. Rakitic, liberado del interior, Perisic, con metros para encarar, Brozovic para llegar y Srna para centrar fueron demasiado para los hombres de Pavel Vrba.
Croacia fue muy superior hasta la salida de Modric
La selección croata por momentos se vistió de opción más que interesante entre el segundo vagón de candidatas desde la calidad de Perisic y la versión más mediapunta de Ivan Rakitic, que aún no ha olvidado y que a Cacic le renta en partidos como el de ayer. Junto a Brozovic, Croacia se permitió el lujo de dejar a Modric y Badelj muy atrás, sin la necesidad de juntarse desde el pase. Srna abría y rompía por derecha con una facilidad pasmosa. Krejci, volante zurdo checo, sufría lo indecible para contener a Darijo. En el otro costado, Kaderabek no pudo defender en igualdad la arrancada de Perisic. Más allá de su acierto técnico, Croacia dominaba con claridad: centros al área, saques de esquina a favor, mapa de calor y altura defensiva de su zaga. Chequia no estaba dentro del choque; lo veía como parte pasiva, más después de que el extremo del Inter pusiera el 1-0.
El segundo gol, obra de Rakitic tras robo adelantado -más bien pérdida-, pareció finiquitar la cita. Pero Modric se lesionó y el partido se vio interrumpido por el lanzamiento de bengalas. Entre un momento y otro, y también después del segundo, Croacia bajó de tensión. La jerarquía y ascendencia de Luka se notó a los cinco minutos de verse los suyos sin él. Chequia, que había mostrado total inoperancia en sus transiciones defensa-ataque, le tomó calor al choque y fue sumando cosas una vez Modric se fue al vestuario. En realidad no fue nada extraordinario, simplemente ir a buscar el gol. Fue un final de clima enrarecido, que primero Rosicky a tres dedos y finalmente Necid sobre la bocina terminaron de conformaron. Croacia sin Modric…
Foto: PHILIPPE DESMAZES/AFP/Getty Images
Carlos E. 18 junio, 2016
La salida de Modric sí influyó, pero es que no creo que haya sido la gota que derramó el vaso, fueron los mismos hinchas quienes sacaron a sus jugadores e hicieron que ellos se relajaran. Si, no es explicación futbolística, pero después del incidente Croacia no estuvo en el partido y los Checos lo aprovecharon. Fue raro, pero el estado de ánimo influyó. No encuentro otra explicación porque Croacia fue muy superior. Espero que ellos pasen porque regalaron muy buen fútbol.