
Con todo el recorrido y alcance que puede tener dicho empleo, una vez quiso dejar de estudiar y como primer trabajo, aquel adolescente se metió a vender hielo. Aquello debió servirle para comprobar que vendiendo hielo era muy malo aún siendo una misión de escaso talento comercial. Más allá de su natural bondad en el gesto, mezcla de simpatía y rubor, vender hielo daba para lo que daba, esto es, costearse el verano y matar el tiempo. Como toda experiencia se tiene para saber qué quieres y qué no, aquello se descartó. Como en muchos otros casos, el chico tenía fe -y tanta- y buscaba escapar. Y entre la fe y la escapatoria, Juan Carlos Valerón construyó una carrera que debe guardarse bajo llave en la memoria de cada uno. Es preferible detenerse en sus momentos con la pelota; sin embargo, fuera de plano ocurrió de todo, en veinte años narrados por un talento pocas veces transferido.
Valerón, uno de los genios más puros de las últimas dos décadas, ni mucho menos insospechado dados su carácter, biotipo físico y ubicación en el campo, echó a andar en el fútbol de rebote. Uno puede hacerse una idea de la situación tantas veces escuchada de «vinieron a ver a uno bueno pero descubrieron al mejor». Ser de fuera de la capital en Gran Canaria dificultaba poder llegar a la cantera de la UD Las Palmas, así que una vez intuyeron talento en su hermano Miguel Ángel -talento truncado por una gravísima lesión-, se acercaron a Arguineguín y vieron… a los Valerón. Los dos formarían parte de un ciclo que recordaría a aquella UD Las Palmas como uno de esos colectivos que trascienden su división para ser parte de una época. Un modesto que llegó a jugar unas semifinales de Copa ante el Barça de Ronaldo Nazario y que durante varios años cuajó un fútbol de calidad en las botas de ‘Turu’ Flores, ‘Vinnie’ Samways, Walter Pico, Orlando, Socorro, Manuel Pablo o los propios hermanos Valerón. Mucho más que un equipo simpático.
Con 20 años compartió un vestuario con enormes talentos sudamericanos en aquella UD Las Palmas
Rodeado de talento, Valerón no tardó mucho en destacar y marchar de su isla natal. Cambiaría de archipiélago y seguiría arropado por más futbolistas de corte sudamericano, un estilo que según sus propias palabras define Con Cúper al mando, Valerón asombró al fútbol españolal futbolista canario, si bien desde el banquillo y en la máxima categoría, el rigor se pondría de frente. Ya en el antiguo Luis Sitjar, Juan Carlos comenzaba a adelantar todo lo que llegó a ser años después, con un Cúper al que Valerón recordaba con cariño. «Yo llegaba de Segunda y con Cúper fui internacional sub-21. En los entrenamientos había poco balón, pero después lo disfrutabas el domingo. Jugaba de media punta y recuperaba muchos balones, aunque tenía por detrás a Engonga, que trabaja mucho». Con Engonga y Mena sujetando, Valerón salió airoso de la primera de las encrucijadas que debió afrontar tras salir de Gran Canaria.
Aunque Héctor Cúper no tuvo ninguna duda de la viabilidad de colocar al mago en banda derecha, no se puede decir que los pasos posteriores de Valerón en Primera División saliesen a pedir de boca. En los albores del resurgimiento del doble pivote como modelo a replicar y con la doble punta aún coleando, la figura que representaba el canario era una interrogación por sí misma. Un debate per se. Tras salirse del mapa bermellón, con una temporada esplendorosa, y tras proclamarse campeón de Europa sub-21 junto a Guti -De la Peña andaba mosca con van Gaal y no fue convocado-, Valerón recibió dos tazas de aquel caldo táctico que le cuestionaba: Arrigo Sacchi y Claudio Ranieri en el Atlético de Madrid.
Camacho recuperó anímicamente a un Valerón que no contaba para Claudio Ranieri
El mítico extécnico milanista contaba con una plantilla de un talento absolutamente descomunal a su llegada al Manzanares. Los nuevos contratos de televisión posibilitaron al Atlético no sólo permitirse la firma de Sacchi sino importar talento del poderosísimo Calcio italiano, dominante en competiciones europeas, a base de ceros, caso de Jugovic, Vieri un año antes, Serena o Torrisi. También Juninho, el gran talento brasileño de su generación. Con éste convaleciente de su lesión, Valerón se convirtió en el mediapunta del equipo. Para el que no recuerde aquella temporada, el Atlético de Sacchi pudo haber roto en un equipo realmente potente, pero no terminó de lograrlo en los meses que el genio de Fusignano se mantuvo en su cargo. Su oscilación competitiva, con números extraordinarios en casa, con algunos partidos absolutamente esplendorosos, y una imagen y unos resultados muy pobres fuera de ella, castigaron su credibilidad a ojos de una directiva en permanente caos.
Con Sacchi y Ranieri jugó pero terminó siendo criticadoComo el propio Juan Carlos nunca pudo explicarse de otra manera que no fuese desde su movimiento, pausa y creatividad, su incapacidad para sumar desde otros registros le acarreó tirones de orejas tanto a nivel banquillo como a nivel social. La presión e intensidad, el retorno defensivo o su trabajo sin la pelota dejaban siempre un amargor entre los italianos que le dirigían. Más que con ningún otro, Valerón tocó fondo con Claudio Ranieri. El hoy campeón de la Premier usó en buena parte de la temporada un 5-2-3 con Kiko, Hasselbaink y Solari arriba, en la que Valerón tuvo protagonismo, a veces en línea de 3 y las menos junto a Bejbl, pero fue perdiendo protagonismo hasta un ostracismo que derivó en una relación difícil con la afición, mientras algunas declaraciones le distanciaban con su día a día para, como escapatoria y salvoconducto, sonreír en la Selección. José Antonio Camacho le echó un guante siempre, siendo uno de sus grandes valedores.
«Aquí tiene más cabida mi juego que con Ranieri. Los dos me piden cosas diferentes. En el Atlético al mediocampista se le exige más fortaleza para defender; en cambio aquí me dan más libertad. Estoy orgulloso de que Camacho me llame ahora, porque no suele hacerlo con los jugadores que no son titulares en sus equipos». Valerón siempre tuvo la confianza del de Cieza, con quien llegó al Mundial de 2002 tras una asentada y brillante temporada en el Dépor y a 2004, ya con Iñaki Sáez con la vitola de referente europeo de la posición, tras las exhibiciones propias y colectivas en la Copa de Europa. Juan Carlos afrontó esos dos veranos no como un mediapunta bien rodeado sino como, junto a Raúl González, la bandera del combinado nacional, una situación diametralmente opuesta a lo que sucedió en Bélgica y Holanda, donde Valerón había naufragado, con la consiguiente suplencia en el Deportivo 2000-2001.
Entre 2002 y 2004, Valerón llegó al verano como una de las referencia de la Selección Española
En el Dépor grabó su nombre para siempre, siendo una estrella de la ChampionsValerón, junto a un grupo de notabilísimos jugadores, una estabilidad deportiva necesaria y un proyecto sólido, hizo y vivió los mejores años del Deportivo de la Coruña en toda su existencia. Con la inercia de un equipo había sido campeón de Liga, aquel Dépor fue conquistando históricos enclaves del fútbol europeo. En aquella 2001-2002 fue ganando en Old Trafford, el antiguo Delle Alpi turinés, Highbury o el Bernabéu en la final de Copa. En su madurez, y durante tres años, Valerón acompañaba en las votaciones de los aficionados en la web de la UEFA a jugadores como Zidane, Totti, Vieira, Figo, Raúl o Henry. Una estrella europea con todas las de la ley, cuya vigencia se fue cayendo a la par que los Makaay, Tristán o Mauro Silva iban apagándose. También Juan Carlos, que tuvo que afrontar momentos muy duros en forma de lesiones.
Siempre muy apegado a Dios para equilibrar cada vivencia, Valerón entró en un momento personal complicado, cuyas graves lesiones de ligamento cruzado anterior, con recaída incluida, reconfiguraron su realidad. Pasados los 30 y lejos de la plenitud física y competitiva, Valerón se hizo viejo, una condición que suele conllevar un conocimiento profundo que deja legado y que va traspasando, en pequeñas dosis, a cada compañero que puede convivir y experimentar cosas sobre un campo de fútbol. Valerón bajó con el Dépor y subió con él, ya sabedor de que su rol era diferente pero su amor al club quedaba muy por encima de cualquier adversidad. También regresó a su UD Las Palmas para retirarse en Primera y con más de 40 años. Ya castigado por el paso del tiempo, fue obligado pararse para ver cada toque. «Siempre me ha impresionado muchísimo Valerón. Cómo hace todo tan fácil. Le ves ahí tan flaquito, sabes que has tenido lesiones graves, que está mayor, pero es que luego no se la puedes quitar. No se la puedes quitar!», fue el perfecto resumen que realizó Corona en Revista Líbero. Durante 20 años, no se la pudieron quitar.
De la olla · hace 460 semanas
Garate · hace 460 semanas
David_Leon 80p · hace 460 semanas
Ya lo dije más de una vez. Su único momento de verdad decepcionante, el Mundial 2002. Llegamos ilusionadísimos con el trío Raúl -Tristán-Valerón y al final lo más sólido fue Morientes, Raúl aparte.
Por lo demás, otro recuerdo de juventud que se va.
winnior · hace 460 semanas
Luego sólo destacaron Casillas en aquella tanda, el sorprendente debut de De Pedro, la garra de Puyol en el lateral, Raúl (hasta que se lesionó) y el Moro.
En cualquier caso, muy por debajo de las espectativas creadas.
winnior · hace 460 semanas
@fachal_ · hace 460 semanas
Abel Rojas 130p · hace 460 semanas
Aunque no sé qué hubiera sido de él en estas épocas de 4-3-3. ¿Interior en un equipo de posesión o extremo izquierdo? ¿Y cómo hubiera rendido en esas posiciones en el fútbol moderno? La verdad es que Valerón es puro 1990-2000.
@AlexSD98 · hace 460 semanas
@DavidLeonRon · hace 460 semanas
Bueno, Sergi ya estaba muy de vuelta, ojo. Su mejor versión acabó más o menos en el 2000.
El lateral que se nos cayó esa temporada fue Manuel Pablo con su famosa lesión. Manuel Pablo en 2000 y 2001 volaba.
@DavidLeonRon · hace 460 semanas
"Aunque no sé qué hubiera sido de él en estas épocas de 4-3-3. ¿Interior en un equipo de posesión o extremo izquierdo?"
Interior hombre, ninguna duda.
Abel Rojas 130p · hace 460 semanas
@ AlexSD98
Nací 10 años antes que tú, pero para mí Valerón también está asociadísimo a mi abuelo. El Deportivo jugaba Champions en Semana Santa y yo veía esos partidos con él mientras mis padres estaban de vacaciones ^^
Adenauer · hace 460 semanas
DOCTORSOCRATES · hace 460 semanas
@Alex_Fuentes98 · hace 460 semanas
Razones, las mismas que llevan a James del extremo/mediapunta al interior o a Iniesta del interior al extremo. Son posiciones similares en los equipos donde han estado:
El Madrid de Carlo te planta un 4-4-2 en defensa donde seas interior izquierdo o extremo derecho, te toca defender tu banda. En ataque, estás más liberado que Kroos y Modric,
Iniesta... La banda izquierda del Barça en el periodo entre Ronaldinho-Neymar (dos segundos delanteros que la rompen de extremo izquierdo con libertad) ha sido rellenada por futbolistas tan dispares como Pedro, Henry y Andrés. Pero al final, lo más normal es que fuera el lateral izquierdo el que más profundizara, y Andrés se acercaba más al área desde una mediapunta escorada a la izquierda que desde la línea de cal, la del extremo puro.
hola1 · hace 460 semanas
Abel Rojas 130p · hace 460 semanas
Uy, yo creo que Valerón y Özil se parecen muy poquito ^^
Valerón fue el Riquelme/Zidane español. Compararlo con un jugador actual, estilísticamente, es complicado. Lo más parecido sería el Banega de este año con Emery cuando el doble pivote era Krycho-N´Zonzi, y tampoco es que fuese precisamente un clon.
Para encontrar una figura más o menos parecida en un campeón de la Champions habría que irse muy, muy atrás. Quizá a la 2002/03 con Rui Costa. Si acaso, y no me parecía eso, Deco en 2003/04. O sea, más o menos a jugadores de sus días.
Han desaparecido.
Adenauer · hace 460 semanas
El caso de James me parece más ilustrativo, porque éste sí que es mediapunta, como el camario. Pero es que su físico y capacidad de sacrificio están en otra órbita. Y aun así, no olvidemos que juega en el equipo de la BBC; cuando ha faltado uno arriba ha sido el primero en entrar a ocupar la vacante, y no me parece evidente que haya rendido menos ahí. Antes al contrario.
Adenauer · hace 460 semanas
Arroyo · hace 460 semanas
Sí, cierto. Ya está corregido. Gracias ;)
Abel Rojas 130p · hace 460 semanas
Ha habido varios Iniestas a lo largo de su carrera. El más interior puro y duro, con diferencia, ha sido el de esta temporada. Al Iniesta en plenitud física, que era el que más capacidad tenía para saltarse líneas de presión por sí mismo que he visto tras Messi, yo hubiera pagado por verlo de mediapunta en un sistema como el que le prepararon a Kaká en el Milan. Y creo que hubiera sido espectacular. Porque es cierto que no tenía último toque, pero un tío con ese desborde sin necesidad de espacios... Lo más parecido a un Messi sin gol. Con los complementos adecuados por delante, hubiera sido un filón.
jamesfrancisripwood 58p · hace 460 semanas
JVargas101 · hace 460 semanas
-> En lo personal, analogías obvias: talentos únicos que, en parte, por sus condiciones físicas y sus lesiones, no alcanzaron el estatus de superestrella permanente, un poco olvidados por el público generalista, pero unánimemente reconocidos por los apasionados de sus deportes. Además, son dos personas amables cara al exterior, que han recibido un enorme cariño de sus aficiones y sobre quienes rara vez se escucha una mala palabra.
-> Ambos contemporáneos de los ciclos más gloriosos de sus selecciones nacionales, poco (o nada) partícipes de ellos por culpa de una mezcla de mala suerte y, otra vez, lesiones, aunque nadie duda de que podrían haber jugado perfectamente en esos equipos campeones.
-> Y, rizando el rizo, podría decirse que los principales sinsabores de sus carreras se dieron en los mayores escaparates que tuvieron (aunque el Deportivo fuera más, deportivamente, que el Atlético en el que jugó Valerón), donde ambos lidiaron con la sombra de un espléndido pasado reciente (Atleti post-doblete, Utah Jazz post-Stockton&Malone).
Dejando la ficción a un lado, poco más se puede añadir sobre la figura de Juan Carlos. Inolvidable genio, y uno de los pocos que dejará un recuerdo prácticamente impoluto (en todos los sentidos) en la memoria.
Es pinxo · hace 460 semanas
Adenauer · hace 460 semanas
Habría sido interesante, aunque la analogía es extraña; Kaká ha sido el jugador de frontal de área por antonomasia, Iniesta todo lo contrario. Por puro nivel estoy seguro de que habría rendido, y habría sido la estrella de su equipo Cristiano y Messi no mediante. Ahora bien, lo que no sé es si un equipo con los recursos de cualquier club que se habría podido permitir a Iniesta habría sacado mayor partido a la combinación Iniesta Mediapunta + Interior izquierdo de élite que a la de Iniesta Interior izquierdo + Mediapunta de élite. Lo primero habría sido más bonito pero, quién ganaría más partidos? Que el jugador que juega en la frontal sea decisivo desde la frontal es importante - con Iniesta de mediapunta, como con Benzema de ariete, las responsabilidades típicas de la posición las tiene que asumir otro jugador, si se espera que sus carencias no penalicen. Aunque de haberse visto más exigido habría mejorado, eso seguro.
zords · hace 460 semanas
Además de conformar una estirpe distinta, nunca estuvo ligado a problemas extradeportivos, en resumen un deportivista ejemplar.
Permafr0st 81p · hace 460 semanas
y en caso de duda, Valerón era el mejor