Cuando Claudio Ranieri firmó por el Leicester City después de que Nigel Pearson -el héroe del ascenso y gran artífice de la salvación gracias a un enorme tramo final de temporada pasada- fuese despedido, pocos fueron los hinchas del equipo que no se echaron las manos a la cabeza. El club vivió un polémico episodio en el que estuvo envuelto el hijo de Pearson, y la decisión de prescindir de los servicios del entrenador tuvo un golpe de efecto doblemente negativo tras añadir a la causa a Claudio Ranieri, un preparador pasado de vueltas cuya última experiencia en la selección de Grecia había resultado un enorme fracaso. Pero en solo nueve meses, las cosas han cambiado radicalmente.
Todos los pronósticos daban, lógicamente, al Leicester como uno de los tres candidatos al descenso.
1. El objetivo es salvarse (J1). Vichai Srivaddhanaprabha se sentó con Ranieri el pasado mes de junio. El italiano llegaba tras fracasar con Grecia y la Premier League acababa de firmar un suculento contrato televisivo que llenará las arcas de sus clubes a partir del próximo verano. “Necesitamos mantenernos en la Premier League”, exigió el tailandés. “Claudio, necesitamos hacer 40 puntos”.
2. El Arsenal y una nueva defensa (J7). Tres victorias y tres empates en las seis primeras jornadas dejaban un buen sabor de boca a los aficionados, pero la prestación defensiva preocupaba a Claudio Ranieri. Mucho ida y vuelta y muchos goles encajados. El Arsenal les metió cinco en el King Power Stadium, y en el siguiente partido jugó por primera vez la zaga conformada por Simpson-Huth-Morgan-Fuchs, cayéndose Ritchie De Laet y Jeff Schlupp de los laterales.
3. Crystal Palace, el primer clean sheet (J10). Tras una victoria y un empate después de recibir a los gunners, pero con tres goles recibidos, Ranieri prometió pizza para todos si no encajaban contra el Crystal Palace de Alan Pardew. Ganaron 1-0 y el italiano se llevó a la plantilla a una pizzería… donde mandó a los futbolistas a la cocina. Como todo lo que iban a hacer a lo largo de la temporada, cada recompensa llevaría trabajo detrás hasta el último momento.
4. Riyad Mahrez y Jamie Vardy, la diferencia cualitativa (J11). El West Bromwich Albion de Tony Pulis, un equipo al que era realmente complicado meterle mano si se ponía por delante, había vencido en las dos jornadas precedentes por 1-0 a Sunderland y Norwich City. El Leicester, sin embargo, logró darle la vuelta a un idéntico marcador gracias a dos remates impecables de Mahrez y un tercer tanto de Vardy. Así empezaba a demostrarse que su calidad marcaba diferencias.
5. White Hart Lane y la capacidad de sufrimiento (J21). Una máxima en el campeón ha sido manejar el contragolpe y competir gracias a una buena defensa de su área. La visita al Tottenham fue muy representativa: el equipo de Mauricio Pochettino manejaba el partido, generaba ocasiones y dejaba una gran sensación, pero el campeón resistió en su área y desequilibró la balanza con un cabezazo de Robert Huth en el tramo final del encuentro
La contundente victoria ante el Manchester City marcó un antes y un después en la temporada.
6. El triunfo en el Etihad (J25). Barrer al Manchester City en el Etihad cambió el paso a prensa y aficionados. El famoso “ya caerán” comenzó a bajar puestos de entre las frases más repetidas, y era el momento de creer que el milagro podía ser factible. La exhibición de Mahrez en terreno de uno de los clubes con más poderío económico del mundo significó un verdadero golpe de efecto.
7. La dolorosa derrota ante el Arsenal y la medida de Ranieri (J26). Una semana después de visitar el Etihad, el Leicester City se puso por delante en su visita al Emirates Stadium, pero Danny Simpson fue expulsado y el Arsenal remontó con un gol de Welbeck en el tiempo de descuento. Claudio Ranieri decidió entonces cancelar los entrenamientos y llevar a toda la plantilla una semana de vacaciones a Dubai. Mente limpia para afrontar el tramo final. Diferente, pero funcionó.
8. Leonardo Ulloa y el poder de los secundarios (J35). Desde la derrota frente al Arsenal el equipo ganó cinco partidos por 1-0 con solo un empate de por medio. Okazaki contra el Newcastle o Ulloa contra el Norwich dejaron claro el poder de los secundarios, que quedó mejor representado que nunca cuando Vardy fue expulsado contra el West Ham. La dramática baja del máximo goleador fue suplida de lujo por Ulloa frente al Swansea con dos goles que ayudaron a alcanzar el 4-0 definitivo.
9. Wes Morgan en Old Trafford (J36). El capitán ya había resuelto el partido frente al Southampton con un gran cabezazo, pero el tanto del empate frente al Manchester United de Louis van Gaal significó aún más desde el punto de vista anímico. Los red devils salieron enchufadísimos, se pusieron 1-0 con tanto de Martial nada más empezar y, por todo esto, parecía que el Leicester iba a sufrir una dolorosa derrota, pero el cabezazo del jamaicano templó los ánimos y apaciguó a su rival.
10. Eden Hazard y la fiesta en casa de Vardy (J36). El Tottenham visitaba Stamford Bridge con la obligación de ganar si quería seguir disputando el título de liga. Los de Pochettino se pusieron 0-2 y parecía que el alirón debía esperar una semana, pero una maradoniana jugada de Hazard hizo campeón el Leicester. La plantilla se reunió en casa de Jamie Vardy para seguir el choque y, como con cada punto logrado o cada pizza cocinada, la celebración llegó con todos juntos.
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@DavidLeonRon 12 mayo, 2016
En mi mente está sobre todo la derrota en el Emirates. Visto en perspectiva, no había ni el más mínimo motivo para dudar, pero ahí sentimos muchos que al Leicester se le podía acabar el sueño. Y nada de eso sucedió.
Individualmente, Mahrez en el Etihad moló un puñado. Sumaría el gol que le hizo al Chelsea en la primera vuelta. Fue alucinante.