El Sevilla coquetea con la desconexión liguera. La cuarta plaza se le ha ido a 12 puntos, asegurar el acceso a la Europa League le resulta poco motivante y su trayectoria en ambas Copas le desvía la atención hacia ellas. Uniendo todo esto al durísimo calendario que ha afrontado desde agosto y a que, a seis partidos del final, la mayoría de sus rivales salta al campo con el cuchillo entre los dientes, hasta el propio Unai Emery parece mirar hacia otro lado. Y los de Pako Ayestarán, muy enchufados, supieron aprovecharlo. Valencia tiene gana de fútbol.
Unai dibujó un 4-3-1-2 con Llorente y Muñoz arriba cuya intención derivaba de colgarle balones en largo a esa doble punta para saltarse El rombo no dio frutos a Emeryla esperable -y, a la postre, confirmada- presión local. Cristóforo (interior derecho), Banega (mediapunta) y Krohn-Dehli (interior izquierdo) deberían ganar las segundas jugadas. Pero ni los envíos eran de calidad, ni los delanteros los lucharon con atino ni los centrocampistas recogieron los rechazos. El triángulo defensivo compuesto por Mustafi, Abdennour y Javi Fuego cortocircuitó la propuesta y asginó la iniciativa a los chés.
Santi Mina, desde la banda izquierda, causó muchísimo peligro.
Parejo y André Gomes, ambos muy adelantados, motorizaron el ataque del Valencia. Parejo fue el pasador más prolífico y no se anduvo con florituras, sino que empleó la anchura que le regaló su técnico -abriendo mucho a Mina y Rodrigo- para mover el balón con velocidad e intenciones malévolas. De hecho, aunque la posesión fue suya durante el 60% del primer periodo, más que de director, tomó rol de banderillero. Cada pase suyo hacía daño. Gomes, por su parte, aparecía a espalda de Cristóforo y movía de sitio a Krychowiak. Quizá debió intervenir más, pero en las veces en las que lo hizo, dejó huella.
El segundo tiempo fue igualado con ligera superioridad sevillista.
En general, el Valencia dominaba. Lo único que le estaba faltando era un poco de paciencia para discernir la mejor manera de acabar cada ocasión. Chutaba antes de tiempo y se restaba precisión a sí mismo. Llegó al minuto 45 con 17 tiros a favor y tan solo uno en contra. Sin embargo, el marcador reflejaba un corto 1-0. El tanto, encima, de falta.
Emery actuó tras el descanso y realizó el primero de sus cambios: Vitolo por Juan Muñoz. El Sevilla -más entero- recuperó su sistema habitual, ganó consistencia defensiva gracias al doble pivote y también altura ofensiva a partir de su juego por las bandas. Con Gameiro y Konoplyanka, los revulsivos posteriores, enriqueció con calidad lo que ya era un encuentro a su favor. Sin estridencias, y menos aún una vez entró Enzo Pérez para reforzar la medular ché, pero a su favor. De ahí el empate a última hora. Si bien el gol en el descuento de Negredo fijó un resultado que, mirando el total del envite, se ajustó más a lo vivido.
Higan 11 abril, 2016
Se podría decir que el Valencia está prácticamente salvado, (seguro seguro no es que esto es fútbol) lo ves con capacidad para remontar en vuelo y coger confianza para le temporada que viene volver a luchar por Europa?
Y la pregunta más importante, lo ves con capacidad para darle un sustillo al Barcelona y animar más la liga? ^^