El fútbol permite dos formas de intentar parar a Messi. La primera es la de toda la vida. Te metes atrás, bien colocado, tratando de que Leo reciba la menor de las veces, a ser posible en las zonas que a ti te interese. El Inter de Mourinho es, hasta hoy, el gran representante de esta opción. Luego existe un selecto grupo de equipos capaces de abordar la segunda vía, sin duda la más difícil. Hablamos de tener la pelota el tiempo suficiente como para que el argentino se desconecte del partido o entre tan poco en juego que apenas goce de 2 ó 3 pelotas para decidir. Chile o Alemania se agarraron a un camino que parece inviable en contexto Barcelona, pues los culés tendrán la posesión ante el 99,99% de rivales. Dicho esto, sí es posible una fórmula mixta. La exhibió el Real Madrid el año pasado en el Camp Nou.
Sergio Busquets debería impedir una nueva jaula para Leo Messi
Recordemos lo que sucedió. El Real Madrid exhibió en Barcelona una actitud paciente en su manera de defender. Esperó retrasadito para que Messi no gozara de espacios y le encerró con la posición de Isco (interior izquierdo) y Kroos (mediocentro), a la que se unía un Marcelo sin prisas por robar. El Real abortó las vías de pase hacia Messi y dejó al Barça sin presencia masiva de su genio, que por entonces era el 80% del fútbol creativo. A partir de ahí, los azulgranas fueron perdiendo volumen de posesión y el Madrid ganándolo, con lo que Leo fue desapareciendo del choque. Este fue el escenario general hasta el gol de Luis Suárez que cambió por completo el encuentro.
Si, como parece, el brasileño Casemiro es titular esta tarde, el conjunto de Zidane ganará músculo e intensidad para recrear esa jaula. Kroos pasaría al interior y el Real dispondría de una pareja en esa zona de¿Toni Kroos irá a por Lionel? superior intensidad a la que tuvo con Isco Alarcón. Además, al contar con dos piezas capaces en centro e izquierda, los blancos se asegurarían un buen nivel individual contra los intercambios de Messi entre derecha y centro. Sus movimientos siempre estarían atendidos por un hombre acostumbrado a la marca. Lo que no podrá evitar el Madrid será tener que sufrir a Sergio Busquets. El catalán, baja en el mencionado Clásico, es la gran diferencia con respecto a aquel día. Quizás, el gran inconveniente para Zizou de cara a repetir plan.
Si Benzema no está al 100% en defensa, el Real sufrirá con Busi
Busquets es uno de los mejores medios del mundo. Su aportación en partidos de élite es, por tanto, amplia y evidente. En esta ocasión, nos centraremos en los dos puntos más importantes, cotejándolos con lo que sucedió hace un año en el Camp Nou y reflexionando sobre el efecto que tendrá Sergio sobre compañeros y rivales.
1-Mascherano. El Jefecito, que actuó como mediocentro, completó un mal partido. El Madrid usó al argentino para encerrar a Messi, a sabiendas de que Masche estaba siendo incapaz de ofrecer un pase atrás, una salida para el crack. Y al revés lo mismo; Mascherano no se mostraba ágil con la pelota como para suministrar juego al “Diez”.
2-Iniesta y Neymar. Cambio de orientación. Marcado Messi, los de Luis Enrique pedían a gritos un cambio de sentido que Mascherano no dio. Iniesta completó un partido fantasmal, impropio (su realidad entonces era otra), en parte por demérito suyo y en parte por la lentitud de la circulación culé. En el caso de Neymar, hasta el 2-1 que abrió el partido, apenas pudo encontrar situaciones claras de mano a mano frente a Carvajal. El sector izquierdo azulgrana, tan profundo y desequilibrante, no tuvo peso. Busquets debería corregir eso.
3-Liberación de Rakitic. El croata ya sabe que tendrá que volver a correr mucho detrás de Marcelo. A la hora de jugar tampoco lo tendrá fácil, pues Kroos es un oponente pegajoso cuando sale a presionar. No obstante, al Madrid no le importó demasiado que fuera Ivan quien la tuviera en sus pies. El interior izquierdo (Isco entonces) centró su trabajo en Messi, pasando de la medular culé. Con Busquets esto cambia. Sergio, además de su calidad propia, contribuye haciendo ágil a Rakitic, que ya se mueve de memoria por la zona. Zidane no podrá ignorar ese terreno de campo y deberá decirle a Kroos que empuje y ensucie el lugar. Un riesgo, pues significaría espacios para Messi. En ese sentido, un buen trabajo de Karim Benzema parece innegociable. El galo debe molestar a Busi para que Kroos no se vea exprimido.
Lagarto 2 abril, 2016
A mí la posición de Kross como interior ante todo un Sergio Busquets me parece anticompetitiva en 2016. Ya le comió una vez Modric que no presiona de igual forma (sí se coloca muy bien) cuando jugaba en el Bayern y desparramaba confianza y un esquema a su alrededor para repartir juego. Confiar la salida del Madrid a un Kroos que no sea mediocentro (Casemiro si juega apuesto a que se aparta de la jugada), me parece un error táctico que tendrá repercusiones (se va a voltear muy poco porque no es ágil y su mejor fútbol se ve de cara).