Mathieu Debuchy firmó por el Arsenal en el verano de 2014, después de cuajar una excelente temporada en el Newcastle. El lateral francés llegaba al Emirates para hacerse con un puesto de titular en el lateral derecho después de que Bacary Sagna fichase por el Manchester City, pero 18 meses después de su llegada está acabando el curso cedido en el Girondins de Burdeos. La explicación ha sido la impresionante irrupción de Héctor Bellerín.
Canterano culé -ingresó en La Masía en 2003-, Bellerín firmó por el Arsenal en 2011, cuando solo tenía 16 años, en un movimiento clásico de Arsène Wenger y que tiene muchas similitudes con la incorporación de Cesc Fàbregas. En julio de 2013 firmó su primer contrato profesional, y en la temporada 214/2015, tras las lesiones simultáneas de Mathieu Debuchy, Calum Chambers y Nacho Monreal, agarró un puesto en el once que no ha soltado hasta hoy.
Su velocidad es clave, pero tiene también más cosas.
En defensa su velocidad le da mucho margenLo primero que llama la atención en Bellerín es su velocidad. Es rapidísimo, un auténtico ciclón, y a partir de ahí deben de comenzar a abordarse algunos conceptos clave de su juego. Por un lado, a nivel defensivo eso le ha ayudado a asentarse en la élite. Aún tiene que madurar para ejecutar en buen momento la anticipación o elegir cuando meter el pie en el uno contra uno, pero poder reponerse de un desborde gracias a una brutal aceleración ha significado que en ningún momento resultase un problema defensivo para el Arsenal. Esto ha sido decisivo para tener continuidad. En cualquier caso, a día de hoy, su gran aportación para proteger la portería gunner tiene que ver con la defensa de situaciones de transición, quedando retrasado en las acciones de balón parado ofensivo o cruzándose para evitar contragolpes rivales en jugadas en las que no está clavado muy arriba. Su velocidad es un activo decisivo cuando es uno de los últimos hombres y el Arsenal tiene que proteger un envío largo a la espalda de su zaga, porque no hay ningún delantero en la liga inglesa capaz de superarle en carrera.
En ataque puede leer muy bien los ataquesA nivel ofensivo, sin embargo, la aceleración y velocidad sostenida no son su principal activo -aunque evidentemente es algo que le ayuda muchísimo para marcar diferencias-. Ese sprint le hace llegar a pelotas divididas o vencer a su defensor cuando decide trazar un movimiento de ruptura, por lo que ponerle la pelota al hueco -y el Arsenal tiene una batería de pasadores de primerísimo nivel- resulta una opción realmente dañina. No obstante, lo que más sorprende es lo que es capaz de hacer con la pelota controlada, teniendo en cuenta que es un jugador que por condiciones físicas podría tender a apresurarse.
A día de hoy todavía no ha mostrado una tremenda agilidad en el regate y la conducción -aunque sabe cambiar de dirección con acierto-, pero demuestra algo que le convierte en un futbolista muy genuino: una enorme creatividad para dar últimos y penúltimos pases, casi en cualquier situación de juego. Recibiendo abierto y retrasado sabe meter pelotas a espacios abiertos, pero además, cuando gana línea de fondo, sabe pararse y, en décimas de segundo, interpretar qué carrera es la del rematador correcto. Es decir, Bellerín hace daño rompiendo por sorpresa, pero también cuando tiene la pelota controlada.
Su potencial, ahora mismo, no tiene límites.
La pregunta es hasta dónde puede llegar un jugador de estas características. Para empezar, el sistema del Arsenal tiene un extremo derecho que no fija su posición en banda (Ramsey en el primer tramo de la temporada, Alexis Sánchez en este). Eso le obliga a percutir como un lateral clásico, aportando más en ataque como un jugador exterior. Sin embargo, su creatividad provoca que, con el sistema adecuado, también pueda marcar diferencias en una mayor franja de terreno. Veremos hacia dónde evoluciona, porque es cierto que su velocidad le hace un activo excesivamente dañino como para pedirle otras cosas de forma constante. En cualquier caso, su proyección de jugador de la élite más selecta dentro de su posición está fuera de toda duda.
danityla 22 abril, 2016
Y con la importancia que están adquiriendo los laterales en el fútbol nivel Champions League… Una de las apariciones del año.