En lo que se imaginaba un duelo a cara de perro por sobrevivir en Primera División, el Granada de José González se impuso por cinco tantos a uno al Levante. Youssef El-Arabi anotó un hat-trick y Rochina dio continuidad a su gran imagen en el Vicente Calderón. Pero sin duda el protagonista de la velada fue Isaac Success, que recordó a su mejor versión de octubre y noviembre. Mereció el triunfo el Granada. El Levante estuvo irreconocible justo en el peor momento.
Success castigó a un Levante que no se pareció a sí mismo
En un partido a muerte por la salvación, un marcador de 3-0 al descanso es una completa anomalía. El miedo a perder es demasiado grande como para que uno de los contendientes borde el fútbol y golee. Si sucede esto es porque uno de los equipos realiza una flojísima actuación. Fue el caso del Levante. Los de Joan Rubi suelen jugar mejor de lo que dicen sus resultados, pero ayer rozaron la nada en los cuarenta y cinco minutos iniciales. Solo las conducciones de 50 metros de Morales (que tenía delante a Lombán, ayer lateral derecho) sirvieron para pisar terreno adversario. El resto, arreones sin fe.
Por supuesto, el 3-0 parcial no se generó solo; el Granada hizo varias cosas bien. En especial Isaac Success, absoluto protagonista del encuentro. De entrada, cuando el choque todavía no se había definido, fue el nigerianoSuccess fue el partido él solo el encargado de generar las primeras sensaciones positivas para los andaluces. Tras buenas maniobras de Rochina y Doucure, Success recibía abierto en la derecha y, aprovechando que Morales no ayudaba mucho en defensa, encaraba libre a Orban, inseguro toda la noche. En una pelota a la espalda del argentino apareció Success para hacer el 1-0. El Levante jugaba con su línea defensiva adelantada de siempre pero la tensión no era la adecuada. El penalti del 2-0, una prueba. La pérdida (y recuperación de Success) en el 3-0, otra.
Cuero agitó tarde a un Levante que está al borde del descenso
La enorme ventaja en el electrónico condicionó el segundo acto. El Granada cedió metros y el Levante pudo atacar más cerca de la portería de Andrés Fernández. Ahí se pudo ver con más continuidad a Morales y a un muy incisivo Mauricio Cuero, que jugó en la derecha tras la salida de Rossi. Bien pertrechado atrás, al Granada no le importó recibir algunos ataques. De hecho, el técnico granadino libró a Success de trabajo defensivo para que pudiera seguir hiriendo a Orbán. El africano lo hizo casi todo ayer en Los Cármenes, incluso irse lesionado tras un aparatoso golpe con un compañero. Su marcha alentó al Levante pero ya era demasiado tarde. La cosa acabó en goleada y los granotas parecen condenados.
Mariano 22 abril, 2016
Veo que lo nombran y quisiera preguntar (ya que acá en Argentina se dificulta seguir las temporadas de los equipos 'pequeños', con respeto, de La Liga), ¿cómo le ha ido a Mauricio Cuero allá? Acá en Banfield era, a mi opinión, el jugador con más desequilibrio individual por su terrible velocidad. Aunque a veces pecaba de una mala definición en metros finales. Un jugador que en banda derecha y a pie natural castigaba del minuto 0 al 90. Saludos!