Pocos minutos después de debutar con el Valencia en el Camp Nou recibiendo tantos goles como cánticos irónicos, Denis Cheryshev vino a explicar todo lo que es como futbolista con una simple frase. «He aprendido una lección muy valiosa estos meses y ahora quiero ayudar al Valencia a levantarse», comentó. Es decir, que tras un año maravilloso recibes la oportunidad que has estado esperando toda tu vida, que ésta no sólo no puedes aprovecharla sobre el césped sino que, además, pasas a la historia por haber sido protagonista de un absurdo, y que por si fuera poco, cuando cambias de aires, tu entrenador te saca con un 3-0 en contra para mayor jolgorio de un público que te estaba esperando para recordártelo todo. Y a ti esto no sólo te «da igual», sino que dices tomar lo ocurrido como parte de un aprendizaje que ahora te servirá para ayudar a un club herido.
Su llegada a Valencia sonó bien desde el primer momento.
Denis ahora es un ejemplo cheA partir de esta reacción, todo lo que ha sucedido después resulta bastante fácil de explicar pese a que, en un principio, pueda sonar exagerado. O desmedido. Porque aunque sólo hayan pasado dos meses, hay que decir que Cheryshev ya es uno de los jugadores más queridos por el público de Mestalla, el cual comienza a utilizarle como ejemplo de lo que debe ser su Valencia y, por ende, a pedirle a su presidente que haga un esfuerzo por convertirlo en uno de los suyos a todos los efectos. No obstante, el ruso también es uno de los futbolistas que mejor explican por qué el conjunto de Neville ha ganado cinco de sus últimos seis partidos cuando hace unas semanas se antojaba imposible que pudiera vencer a un rival de la misma categoría.
Y todo esto, en realidad, era hasta cierto punto previsible. Denis simplemente necesitaba aprovechar la oportunidad que seguro que iba a tener, pues ésta siempre les suele llegar a quien no para de intentarlo, y el ruso es un futbolista que basa su juego en provocar que sucedan cosas a partir de una intensidad, una agresividad y un convencimiento poco habituales. Y Denis la aprovechó. Fue en el partido contra el Espanyol, un poco después de que Diego Alves salvase el 0-2 en contra y Negredo empatase el encuentro, cuando Cheryshev leyó la internada de Feghouli, confundió a Javi López con un desmarque hacia el centro del área y, finalmente, se tiró en plancha para romper una mala racha que ya duraba 12 partidos.
Ya ha marcado dos goles importantes para el equipo.
Éste fue el justo instante donde cambió la temporada del Valencia, pero ya en el Villamarín Denis había demostrado que encajaba a la perfección con la idea de Neville. Simplificando, lo que quiere el inglés es que su equipo ataque por las bandas, a mucho ritmo y sin involucrar a demasiados futbolistas, lo que termina propiciando que todo se genera a partir de lo que produzcan los laterales y extremos en situaciones de uno para uno o de dos para dos. En esas, Denis es muy efectivo. Más por insistencia que por acierto, pero en clave Valencia ahora esto viene a significar algo muy parecido. Sobre todo porque cuando le llega el balón, la jugada no tiene ningún valor. Por la falta de confianza y de sistema, actualmente el trabajo de Enzo, André y Parejo no es más que poner el balón en la bota de sus extremos. Parece poco, pero para el Valencia ya es mucho, como se comprobó ante el Athletic. Aclarado esto, el panorama para Denis es muy simple -lo cual le ayuda-: debe conducir y desbordar hasta crear la ventaja. Y como además de insistente también es rápido, potente y cuenta con su punto de habilidad, cada vez es más normal que Negredo y Paco estén solos en el punto de penalti.
Denis no tiene ningún miedo a fallar un balónEs por esto por lo que Denis Cheryshev se ha erigido desde el primer momento en un atajo perfecto para todos los problemas del Valencia. Los futbolísticos porque con sólo un desborde suyo ya cambia la jugada, y los emocionales porque le da igual fallar una, dos, veinte o cincuenta veces, que va a seguir intentándolo. Y esto es lo más importante. Hubo un momento en el que el joven e inexperto vestuario del Valencia no sólo entendía por qué y hacia dónde corría, como varios futbolistas manifestaron, sino que comenzó a mitificar el error. Y el fútbol, como decía Cruyff, es un juego de errores. Estos siempre van a estar presentes, más si cabe cuando no hay un sistema de juego detrás. Por eso, que fueran Alves, Negredo y Cheryshev los protagonistas de acabar con la mala dinámica de resultados fue de todo menos casualidad.
Cheryshev cada vez es más importante en el Valencia.
«Salid más adelante, me cago en mi puta madre ya», le espetó el otro día Denis Cheryshev a Shkodran Mustafi, todo un campeón del mundo. La frase resume a la perfección todo lo anterior. Quizás salir más adelante no tenía ninguna lógica. A lo mejor incluso rompía la idea de Gary Neville. Pero hay ciertos momentos en los que para un equipo la táctica pasa a ser lo más importante de las cosas menos importantes, y cuando esto sucede, contar con la personalidad de un tipo como Cheryshev es asegurarte que, en algún momento, vas a tener la oportunidad de que la pizarra vuelva a ser fundamental.
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Segundo Asalto: El plan de Gary Neville.
vi23 5 marzo, 2016
En todo tienes razón, pero yo sigo teniendo mis dudas acerca de que denis pueda llegar a ser con regularidad titular en un equipo champions.