Se fue con las manos vacías del Emirates Stadium, pero el partido del Leicester City el día que se jugaba gran parte de sus aspiraciones de cara a ganar esta edición de la Premier League nos emocionó a todos. El choque tuvo mucho contenido a nivel táctico, pero es imposible entender que los de Ranieri, jugando con diez casi toda la segunda parte, perdieran en el minuto 95 frente a uno de los grandes aspirantes al título, sin hacer una valoración mucho más espiritual. El Leicester jugó como si su objetivo desde el verano fuese ser campeón, defendiendo cada pelota como solo lo hacen los grandes equipos en los grandes momentos.
El Leicester de Ranieri sigue liderando la Premier.
El desarrollo del encuentro, desde un primer minuto, sucedió tal y como cabía esperar. El Leicester City replegaba a baja altura, dejaba a Okazaki y Vardy por detrás de la línea de la pelota, y a cada robo trataba de salir con mucha velocidad. El Arsenal ganaba profundidad con relativa continuidad, pero el impresionante rendimiento de Morgan defendiendo el área negó a los gunners adelantarse en el marcador. La dinámica del choque cambió mediada la primera parte, cuando comenzó a aparecer la figura de N’Golo Kanté. El centrocampista francés recuperó un sin fin de balones, y además fue el conductor de casi cada contragolpe de su equipo. Su partido fue primoroso, y cobró más importancia teniendo en cuenta la buena defensa que hizo el Arsenal sobre Mahrez.
Mahrez tuvo la atención de una gran estrellaPorque Wenger enfocó su sistema defensivo frente al Leicester City -para que quede constancia del respeto que ya ha conseguido transmitir Claudio Ranieri- de una forma muy similar a la que vimos ante el Bayern de Munich. Evidentemente el contexto de partido era muy distinto, pues el Arsenal tenía mucho más balón, pero si el Leicester conseguía asentar la posesión en campo rival y dársela a Mahrez, los gunners cerraban aquel perfil con la figura de Özil. Así, Monreal recibía la ayuda del alemán en aquel sector, y a su vez Alexis Sánchez también protegía un posible pase atrás. Con Coquelin como pivote orientándose también hacia la izquierda, el argelino nunca fue capaz de lucir.
Ranieri quitó a Mahrez y el Arsenal dominóEl Leicester, sin embargo, logró poner el 0-1 tras un penalti que transformó Vardy, y el partido por tanto quedó en un contexto en el que los de Ranieri se mueven de maravilla. Pero la expulsión de Simpson cuando solo iban diez minutos de la segunda parte lo cambió todo. Wasilewski entró por Mahrez, y el hecho de perder la figura de Okazaki como segundo punta lastró mucho la opción de contragolpe del líder. Kanté dejó de tener opción de conducir, y no había forma de obtener espacio para encontrar a Jamie Vardy con algún pase profundo.
El cambio de Ranieri le quitó la salida al Leicester.
Con tanto tiempo por jugar y el Arsenal tan cerca de área rival -Wenger metió a Walcott por Coquelin y pasó a Oxlade al doble pivote- el equipo consiguió alcanzar una cantidad de remates muy alta. El Leicester no se deplegaba y el Arsenal tenía desborde de sobra como para producir sin parar. Schemichel fue capaz de evitar el gol en varias ocasiones, pero al final, tantos de Walcott y un Welbeck que volvía a jugar después de casi un año provocaron la remontada. Con este triunfo el Arsenal aprieta la zona alta de la tabla, pero en la cabeza del Leicester la derrota no será en absoluto un golpe difícil de aceptar. El tramo final de liga, en términos de emoción, será apoteósico.
Cristian 15 febrero, 2016
El primer tiempo del Leicester a mi me pareció brutal. Épico. La facilidad con que recuperaban balones y la velocidad con que salían al contraataque, la intensidad era tal que parecían dopados, aunque queda claro que es todo entrega e ilusión. Desde luego me parece más potente que lo del Arsenal, que solo en superioridad numérica pudo atacar como pretendía, contra un rival exhausto.
Lo que me queda dando vueltas es el tema del gol al minuto 95, me pongo en el lugar de Schmeichel y… Auch.