El Atlético de Madrid 2014 ha sido una de las grandes apariciones tácticas de la presente década. Con aquel bloque de Diego Pablo Simeone (re)descubrimos en pleno S.XXI el viejo sentimiento de muralla impenetrable, más propio de otras épocas. Dentro de aquel conjunto nacieron mitos defensivos como Diego Godín, Miranda o Thibaut Courtois. Incluso antiguos extremos regateadores como Juanfran terminaron convertidos en más que aceptables laterales. Pero quizás el caso más llamativo fue el de Filipe Luis, que durante 12 meses ofreció un nivel de concentración y acierto digno de un Paolo Maldini cualquiera. Fue tal su rendimiento que José Mourinho pagó 20 millones de euros por el que parecía el lateral de sus sueños.
En aquel Atlético de Madrid, Filipe Luis tenía dos funciones. La primordial, ser un cerrojo atrás, claro está. No fallar nunca le resultaba sencillo al brasileño, por hilarante que esto suene. La parte ofensiva, no obstante,Filipe Luis era y es orden y pase tenía un mérito todavía superior. Aquel Atlético de Madrid, pese a todo lo que ganó y estuvo a punto de ganar, era un colectivo escaso en creatividad. Su manera de atacar consistía en buscar a Diego Costa en profundidad… o avanzar a paso de tortuga por la línea de banda. Filipe Luis hacía de equilibrista sobre la línea de cal junto a Koke o Arda Turan y así se forzaban córners y balones parados. “Filipe Luis es el mediocentro” llegó a decir nuestro compañero Alejandro Arroyo para definir el peso del lateral. Hoy la frase encaja aún mejor.
Filipe da una cantidad irreal de pases (buenos) para un lateral
Lanzamos el dato porque impacta: Filipe Luis es, disputado más de la mitad del campeonato, el quinto futbolista que más pases acertados ha completado (1036). Por delante, apunten: Toni Kroos, Luka Modric, Roberto Trashorras y Sergio Busquets. Es decir, los mediocentros de Real Madrid y Barcelona y el del Rayo Vallecano de Paco Jémez, de radical filosofía asociativa. El resto de centrocampistas del torneo dio menos pases buenos que el carrilero sudamericano, incluyendo, por supuesto, a los centrocampistas de su propio equipo. Tremendo.
Y es que Filipe Luis está para todo. Si el Cholo viste a los suyos de equipo tocador como en el Villamarín, con Carrasco de extremo y Koke de interior, Filipe ofrece un extra en ese sector. Y si hay que remangarse y sudar atrás con cinco centrocampistas, regresa el Filipe héroe que sube en soledad y no la pierde. Precisamente esa vertiente, la defensiva, es la que nos ha traído de vuelta su mejor versión. Filipe Luis arrancó el año sufriendo (ante Carvajal en el derbi, por ejemplo) la falta de solidez de un Atleti en construcción. Esto ya es pasado. La muralla se levantó de nuevo; Filipe ya es Filipe.
sobris 27 enero, 2016
Soy del atlético y llevaba tiempo esperando este articulo, gracias. Y por extraño que parezca mi jugador favorito es Filipe. Mucha gente dice quebró atlético no saca el balón, que pega el pelotazo y ya esta. Pero eso no es verdad, la verdad es que si lo saca, pero no son los medios comoen muchos equipos, es eel lateral izquierdo. Francamente ver subir a Filipe es un espectáculo. Nadie le entra, le aguantan, por que si le entras se te va con una facilidad increíble. Y no suele perder un balón. Muchas veces se pone a dar pases (normalmente con Koke) infructuosos diría yo pero no la pierden, los rivales saben que no es el lugar para robar el balón porque claro que lo puedes robar, pero si entras a robarlo lo mas normal es que te rompan por esa banda. El trabajo de Filipe de ida en vuelta cual martillo en este atlético es espectacular y creo que todos se lo reconocemos, gracias por el articulo.