La Fiorentina de Paulo Sousa | Ecos del Balón

La Fiorentina de Paulo Sousa


La salida de Vincenzo Montella de la Fiorentina el pasado verano ponía fin a una de las etapas más estables de la entidad toscana en los últimos tiempos. Tres temporadas con una idea de juego bien definida, y con bastante éxito a nivel de resultados, como demuestran los tres cuartos puestos consecutivos, que si bien es cierto no significaron lograr el objetivo de regresar a la Liga de Campeones, sí mostraron una continuidad que el club italiano echaba en falta desde los mejores momentos de Cesare Prandelli en el banquillo. Las diferencias entre los hermanos Della Valle y Montella provocaron su marcha, lo que en su momento sembró bastantes dudas, pero los primeros meses de Paulo Sousa en la dirección del equipo las han disipado de un plumazo.

El gran objetivo de la Fiorentina era, es y seguirá siendo entrar en la Champions League.

No cambian demasiado las últimas dos derrotas ligueras, y evidentemente el gran objetivo de la viola es regresar a la Copa de Europa. De hecho, será la mayor exigencia de los tifosi, teniendo en cuenta que el equipo quedó sorprendentemente apeado de la Copa de Italia por el Carpi, y veremos cuanto avanza en la Europa League, donde después de una fase de grupos bastante negativa ha quedado encuadrado con el Tottenham. Las alineaciones de Paulo Sousa parecen siempre más enfocadas a centrarse en la Serie A, y aquí existe una diferencia importante con Montella, que equilibraba bastante los onces, transmitiendo el mismo interés en cualquiera de las competiciones en las que estaba inmerso el equipo.

En el momento clave, a la Fiore de Montella siempre le faltó algoUno de los grandes debes que siempre quedó durante el periplo de Montella fue que la Fiorentina fuese capaz de competir frente a los rivales de más entidad, puesto que el plan base era muy positivo para el día a día en la Serie A. La final de Copa frente al Napoli de Rafa Benítez, o las semifinales de la Europa League la temporada pasada frente al Sevilla, dos equipos que dominaban muy bien el plan de repliegue y contragolpe, también demostraron que al técnico napolitano le faltó ser capaz de añadir un registro diferente al juego del equipo para hacerlo más competitivo en momentos clave de la temporada. La llegada de Paulo Sousa probablemente estuviese enfocada a mejorar esto, aunque claro, quedaba la duda de poder mantener un sistema “de día a día” igual de positivo.

La Fiorentina de Paulo Sousa parece un equipo más completo y versátil que el de Montella.

Y, rebasado ya el ecuador de la temporada, podemos decir que el técnico portugués ha conseguido el objetivo, porque esta Fiorentina es un equipo más completo. Esa sensación ha llegado porque el equipo es más versátil y eficaz, y aunque quizás haya perdido un poco de brillo en ciertas fases de los encuentros, lo ha compensado compitiendo mejor en otros escenarios. Para empezar a hablar de esta Fiorentina hay que, eso sí, hacerlo de ese “sistema base” que fue la seña de identidad de Montella. Hay conceptos bastante diferentes, pero esta Fiorentina sigue siendo capaz de atacar con acierto defensas replegadas y de muchos hombres, plan de partido que suele suceder con constancia en la Serie A.

Gonzalo Rodríguez es ahora más protagonistaLa idea de Paulo Sousa en cuanto a la salida de balón tiene similitudes con la última Fiorentina, aunque hay también variantes importantes, como es la figura del mediocentro. Sin David Pizarro, ese rol ha desaparecido del sistema, y quien ha asumido el papel protagonista es Gonzalo Rodríguez, el líbero de la línea de tres centrales que propone el técnico portugués. La Fiorentina sigue buscando una salida por bajo, con Gonzalo buscando a Badelj-Vecino -el doble pivote- o a Ilicic-Valero -los dos mediapuntas que en salida bajan su altura para abrir líneas de pase-. En este sentido se mantienen algunos vicios de la etapa pasada, y ante rivales que presionan muy arriba el equipo tiene problemas para avanzar, sobre todo porque la opción Kalinic o Marcos Alonso en salida directa son una variante pero no una alternativa estable.

Uno de los secretos de esta Fiorentina en cuanto a su relación con la pelota está en su mediocampo, compuesto por cuatro hombres con mucha movilidad. Con Gonzalo como primer pasador, la obsesión es que Badelj, Vecino, Borja Valero y Josip Ilicic estén bien orientados y ocupando espacios que permitan progresar en bloque. La Fiorentina trata de salir por dentro, deja tres centrales por detrás de la pelota para proteger una posible pérdida, y abre dos hombres en ambos flancos para salir hacia fuera en caso de que la cosa se ponga complicada por dentro. Bernardeschi, un mediapunta reconvertido a carrilero derecho -aunque es zurdo- por Sousa, y Marcos Alonso, suelen ser los elegidos para ese papel. El objetivo prioritario es una salida limpia, que combinen los hombres interiores y juntar al equipo arriba. Ahí hay continuidad.

Aunque en apariencia de puede parecer, el equipo de Sousa es mucho más vertical.

Kalinic está siendo 100% clave en el cambio de estilo de la FiorentinaLa principal diferencia con respecto a Montella está en la verticalidad. La última Fiorentina atacaba prácticamente siempre con el mismo registro, y sólo Cuadrado permitía acciones más profundas en base a una transición más rápida. Hoy el conjunto viola tiene en esta su primera opción, y la clave para conseguirlo está en la versatilidad de Ilicic y Valero, y sobre todo en la figura de su nuevo delantero centro: Nikola Kalinic. Valero, recibiendo por delante de la línea de balón, gira y lanza rápido, mientras que Ilicic tiene zancada y conducción para ayudar a esta idea. Sin embargo, quien lo condiciona todo es Kalinic. El punta croata marca completamente el plan de ataque del equipo, y el motivo es la cantidad ingente de metros que abarca cada vez que un jugador de la Fiorentina tiene la pelota. Kalinic se desmarca en profundidad constantemente, en diagonal o en vertical, y después es realmente molesto para su defensor a la hora de la disputa. Usa brazos, caderas, hombros, no tiene miedo y al final siempre saca algo. Cierto que sus 9 goles en el mes de noviembre eran una cifra irreal con respecto a su nivel de definición, pero también que su prestación a nivel de sistema sigue siendo idéntica, y es absolutamente vital para que la Fiorentina sea profunda y dañina.

Ser más vertical también provoca finalizar más jugadas con menos gente en campo rival, de forma que a esta Fiorentina le contragolpean menos veces con el equipo muy abierto. La propuesta es menos arriesgada, y a nivel defensivo el equipo también ha vivido una evolución. Primero, por esa circunstancia, y segundo, por la incorporación de Davide Astori, que ha aumentado la calidad defensiva del equipo. La defensa posicional de la Fiorentina es algo más sólida a nivel individual, de modo que en las fases en las que el equipo está replegado, las acciones de Gonzalo Rodríguez o el propio Astori -además de un buen Marcos Alonso en la defensa del área- permiten al conjunto de Sousa ser más competitivo. En definitiva, esta Fiorentina defiende mejor sin el balón.

Pese a los últimos resultados, ya se puede decir: la Fiorentina ha evolucionado con Sousa.

Las dudas de la llegada del nuevo técnico a Florencia se han disipado en algunos casos: el equipo ha evolucionado, ha mantenido algunos patrones de su juego reciente que le permiten seguir siendo competitivo enfrentándose a sistemas cerrados, y ha cerrado una muy buena primera vuelta en la Serie A. En el debe, confirmar que la Fiorentina también va a ser competitiva en el resto de competiciones en disputa, algo que sí logró el equipo con Vincenzo Montella. En cualquier caso, todo se olvidaría si la viola vuelve a la Champions League, lo que de verdad persiguen los tifosi desde hace muchos años. La gran pregunta es si será capaz de conseguirlo sin los Cuadrado, Jovetic, Ljajic o el mejor Giuseppe Rossi, porque a nivel de sistema esta versión del conjunto toscano sí da la sensación de ser superior.


Comentarios (3)

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Completo análisis, que ayuda a entender la evolución del equipo con un entrenador distinto. Y además, hecha por alguien que sigue al equipo cada partido, más riguroso imposible. Yo creo que el objetivo para crecer es siempre conseguir ser versátil y competitivo. La eliminatoria contra el Sevila fue muy vistosa, pero dice muy poco de un equipo que quiere crecer a nivel competitivo. El reto es ponerse la piel de equipo fiable y duro de derrotar. Y no quitársela.
Muy interesante análisis de un equipo disfrutable. Otro aspecto en el que a mi juicio mejoró la Fiorentina es en la calidad de las posesiones defensivas. La eliminatoria contra el Tottenham va a ser harto interesante. Saludos!

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