La destitución de Jose Mourinho estuvo precedida de numerosos problemas. Algunos, sin duda alguna, no estuvieron a la vista, pero de entre los que sí pudimos ver desde fuera el que más chocó fue el tremendo ahogo que sufrió el conjunto blue en cuanto a la gestión de la pelota. El equipo que el curso pasado dio un tremendo paso adelante en su evolución después de la llegada de Cesc Fabregas, estaba mostrando a lo largo de la presente temporada una enorme ineficacia en todo lo que estaba relacionado con su forma de atacar. El Chelsea 15/16 jamás logró gestionar el balón de tal manera que eso repercutiera positivamente en su forma de defender.
El Chelsea tuvo poco la pelotaLa puesta en escena del conjunto londinense en su visita a Old Trafford se resume a partir de esta circunstancia. Un doble pivote formado por Obi Mikel – Matic y un once con Eden Hazard de delantero -Diego Costa y Cesc no estaban disponibles- hizo complicado que el conjunto de Hiddink lograse juntarse de manera regular. Sin Costa no había intimidación al espacio, y el Chelsea tampoco lograba una cadena de pases lo suficientemente sólida como para que sus cuatro atacantes -Hazard, Oscar, Willian y Pedro- pudieran combinar cerca de área rival. A partir de ahí vimos un partido con ritmo y bastantes transiciones.
El Manchester United tuvo más continuidad que el Chelsea.
Wayne Rooney la tocó mucho en la 1ª mitadEl Chelsea no controlaba y bien avanzaba gracias a alguna conducción de Hazard, o bien perdía el balón con el equipo muy abierto, de lo que se aprovechó un Manchester United que sí tenía un hilo conector. Wayne Rooney fue el encargado, como delantero centro, de ejecutar esa función. El canterano del Everton ganaba todos los apoyos que intentó entre líneas, y ese movimiento permitió un escenario absolutamente favorable para Mata y Martial. Mientras que el español quedaba de cara y organizaba el ataque, el francés recibía abierto en la otra banda, en disposición para conducir y desbordar. Martial lo hizo una y otra vez con Ivanovic, convirtiéndose en el verdadero cuchillo del conjunto local.
En el segundo acto la efectividad de Rooney entre líneas se redujo, y a partir de ahí el Chelsea logró alguna salida más cómoda, con Hazard y Pedro lanzando esa ofensiva. Ambos conjuntos eran profundos -aunque el Manchester United siempre tuvo un punto más de orden en todo el desarrollo del partido- y lograron encontrar varias situaciones de remate bastante cómodas, pero que el marcador no se moviese debe explicarse a partir de la actuación de los dos jugadores de mayor calidad que había sobre el césped de Old Trafford: Thibaut Courtois y David de Gea dejaron en el luminoso un marcador bastante alejado de lo que el desarrollo del juego -absolutamente “Premier” en cuanto a transiciones durante muchas fases del duelo- debía de haber provocado.
hola1 29 diciembre, 2015
Ojo que se colo un dejaron en: "Thibout Courtois y David de Gea dejaron dejaron"…
Que flojo lo de Hazard y Oscar…