No respondió, de partida, el combinado sueco al imponente aspecto que presentaba el estadio Friends Arena, y la selección danesa tuvo un positivo arranque de partido que a punto estuvo de llevar un tanto inicial que probablemente hubiese cambiado la dinámica de la eliminatoria. Veníamos viendo en esta repesca planteamientos bastante rígidos como tónica habitual, aunque la jornada del sábado, empezando por el Ucrania – Eslovenia y continuando con el choque de Estocolmo, mostró una cara diferente. Cuatro nombres resultaron claves para que se viese un ritmo elevado en el Suecia – Dinamarca: Forsberg, Durmaz, Kahlenberg y Eriksen.
Källstrom en defensa sufrióSuecia formó con su habitual 4-4-2, con Durmaz y Forsberg como hombres de banda, y a pesar de que desde el inicio ambos estaban muy pendientes de mantener la línea junto al doble pivote en la fase defensiva, el inicio de jugada sueco les obligaba a alejarse de ellos. Suecia no quiso nunca iniciar por abajo, y esos desplazamientos largos sobre Berg e Ibrahimovic obligaron a Forsberg y Durmaz a cerrarse para ganar la segunda jugada. En el tramo inicial no lo consiguieron, y Dinamarca se aprovechó para colar balones en su espalda, lo que provocó que Källstrom y Lewicki se viesen superados de forma constante. Este fue uno de los motivos de que los daneses lograsen ganar profundidad en ese tramo inicial.
Dinamarca usó dos mediapuntas de formación como interiores.
Una Dinamarca que además, contaban con Eriksen y Kahlenberg -dos mediapuntas de origen- como pareja de interiores, y su tremenda movilidad por delante de la línea de la pelota ayudó a que el equipo consiguiese llegar de forma constante muy arriba. Sin embargo, también esto resultó un problema para que los de Morten Olsen pudiesen disputar los rebotes, ya que Kvist, el mediocentro, estaba demasiado solo. De esta forma Suecia, con su plan inicial intacto, comenzó a ganar metros y a juntarse en el campo rival. Berg e Ibrahimovic se hacían cada vez más importantes en esos envíos directos, y a partir de ellos crecieron Forsberg y Durmaz, claves para que Suecia abriese el marcador, primero gracias a la visión de juego de Durmaz, y después con el buen tacto de Forsberg para pisar área rival.
Los cambios de Morten Olsen resultaron capitales para el juego.
El control del choque fue sueco a partir de esta básica premisa, aunque en el tramo final el combinado danés, ya con 2-0 en el marcador, logró juntarse de nuevo cerca de la portería que defendía Isaksson. Fueron dos de los cambios de Morten Olsen los que ayudaron a encontrar ese importantísimo gol fuera de casa: Yussuf Poulsen y Jorgensen. Ambos cerraron más su posición que la pareja de extremos inicial, compuesta por Braithwaite y Fischer, y eso permitió que los dos laterales, Jacobsen y Durmisi, jugasen mucho más arriba. Fue el cambio de orientación lo que entonces sí inquietó al estrecho 4-4-2 sueco, y en un córner Jorgensen anotó un tanto que abre muchísimo el partido de vuelta.
Abel Rojas 15 noviembre, 2015
¿No da la sensación de que el estilo danés no concuerda exactamente con su once titular y sobre todo con su centro del campo? Veo cierta incoherencia. Aunque dé pie a fases de juego bastante divertidas.