En verano, La Rosaleda vio marchar a cuatro de los suyos sin que el Málaga Club de Fútbol hiciera -o pudiera hacer- demasiado por evitarlo. Primero lo de Juanmi a la poderosa Premier, más tarde la confirmación del rumor de los Samus y, finalmente, lo que parecía cuestión de tiempo, la venta de Sergi Darder a un club Champions.
De un plumazo el Málaga se desprendió de cuatro de los jugadores más importantes del esquema de Gracia, quien tácticamente había exprimido cada uno de sus particulares talentos, revalorizándoles e indirectamente provocando su venta. Pero en este caso concreto el problema iba más allá de lo meramente futbolístico. Samu García, Juanmi Jiménez y Samu Castillejo eran tres chicos de la provincia, que habían salido de la cantera malaguista y que, debido a su juventud, se esperaba que ofrecieran bastante más que un respiro económico a la institución. Se podía ir Darder e incluso Juanmi, pero los cuatro no. A la vez, no. Y menos sin tan siquiera pelearlo.
La reconstrucción está siendo bastante complicada.
El Málaga ha comenzado con 3 de 15 puntosTodo esto resulta fundamental para explicar la complicada labor que tiene por delante Javi Gracia en este curso. El joven técnico navarro no sólo debe reconstruir el equipo a través de su pizarra, donde es uno de los más talentosos, sino que también tiene que revertir el contexto anímico que rodea a un club que hace unos meses quería volver a Europa con una plantilla con la que la masa social se sentía muy identificada. Y le está costando. Bastante.
Como suele suceder con Gracia, no se puede decir que su Málaga no esté trabajado ni que esté jugando mal, pero su posición en puestos de descenso tiene una explicación tan obvia que asusta: no ha marcado ni un sólo gol en lo que va de liga. «Es duro, porque cada día que pasa es una oportunidad perdida, una oportunidad que has preparado con mucha ilusión. Esperas esta vez ser capaz de marcar, ser capaz de ganar… y no sucede”, decía minutos después de perder 0-1 ante el Villarreal, el mismo marcador de las otras dos derrotas (Barcelona y Getafe) que campean en su debe. La falta de punch, pese a la ilusionante pretemporada de Charles y las buenas referencias que traía Duje Čop, está ahogando sin duda al equipo.
No genera casi peligro de gol pese a AmrabatUn hecho que, de todas formas, entra dentro de la lógica. El Málaga 14/15 tenía en Samu Castillejo, Samu García y Juanmi a las razones de su ataque y a los intérpretes de su desequilibrio. Pero aunque esto pueda ser más o menos normal, la situación se antoja preocupante porque, actualmente, uno no imagina cómo el Málaga puede marcar gol. Nordin Amrabat se ha convertido en el centro absoluto de su ataque, pero éste produce más elogios que goles. Corre, desborda, choca y gana, pero ni puede resolver él ni sabe pararse para que el resto lleguen. Bajo esta premisa, a la que hay que añadir que el conjunto boquerón no tiene desborde (19º de la Liga BBVA), se entiende un dato que a priori parece anormal: el Málaga es el 7º que más remates realiza (12’1), como el año pasado, pero en esta ocasión sólo es el 14º en disparos a puerta (3’3). Es decir, el Málaga, gracias a la pizarra de Javi Gracia y la calidad de Amrabat, consigue estar siempre bien posicionado y generar situaciones de pre-gol, pero a partir de ahí no sucede nada.
La baja de Nordin Amrabat lo complica todo mucho más. Pero…
Una situación delicada y nada circustancial, que tras la noticia de la lesión de Amrabat ha obligado a declarar el estado de alerta. En realidad, curiosamente esta semana había comenzado muy bien en Málaga con la resaca del empate en el Bernabéu y el regreso de Camacho a los entrenamientos, pero perder durante dos meses al único jugador capaz de generar algo de peligro en un equipo con cero goles en su haber lo eclipsa absolutamente todo. «Tenemos que conseguir que el paso dado la semana pasada sea algo positivo de verdad. Ahora necesitamos dar ese siguiente paso que luego nos permita hacer una valoración positiva y salir fortalecidos de este proceso de dificultades, para cuando consigamos una victoria ya lo veamos todo con otro optimismo”, comentaba ayer Javi Gracia.
Así debe ser. El Málaga necesita ganar, necesita celebrar un gol para añadir color a una temporada que se sabía complicada desde el primer día. Weligton, el capitán, todavía mantiene que «el Málaga este año tiene mejor plantilla» que el anterior. Cuesta creer que sus palabras se expliquen más allá de su jerarquía en la plantilla, pero lo cierto es que, aunque La Rosaleda ahora mismo no tenga espinas, pétalos ni tampoco flor, sigue teniendo semillas y a un talentoso jardinero. Porque con Gracia como técnico es más fácil que algún día florezcan Cop, Juanpi, Tighadouini, Horta… o Pablo Fornals.
@Javi15195 3 octubre, 2015
Mantengo impoluta mi confianza en Javi Gracia. Sé que terminará de hacernos disfrutar. Me fío de su capacidad de invención para crear otro Málaga pero creo menos en su plantilla, eso sí. La temporada pasada se desinflan al final pero estaba claro que tenían una buena plantilla para acabar entre los 10 primeros. En este inicio de campaña, su juego es totalmente plano. Amrabat y lo que surja en ataque. Poco de Horta, Charles, Tighadouini tiene maneras pero debe adaptarse… El potencial es inferior a la 14-15 pero Gracia me parece un entrenador capaz de sacar algo (al menos) bonito.