El Bayern Munich completó uno de esos encuentros que lo acercan a su techo. Frente a su verdadero competidor por el liderato actual, los bávaros se apoderaron de la escena hasta en sus momentos menos productivos. Su calidad en el juego y su entereza y continuidad en el mismo dieron sensación de dominio bajo cualquier circunstancia, incluso si su rival, el nuevo Borussia Dortmund, hubiera podido alinear su formación más reconocible. Por encima del encuentro, cabe señalar, hubo un hombre. Y si el partido del Bayern fue extraordinario y debe destacarse una individualidad, es que Thomas Müller es un jugador atemporal.
La salida del balón del Bayern rara vez fue comprometida
Tuchel modificó cosas. Anotó mentalmente Allianz y Bayern y se vio obligado a ello. Osar acudir al templo muniqués con tu plan A es imposible, incluso si tu día a día coincide con el plan recomendable cuando visitas Baviera: siempre vas a Tuchel modificó toda su zagatener que extremar y radicalizar tu discurso. En su mayor grandeza, el Bayern logra someter al rival desde la semana entrante. Si no lo hace durante los 90 minutos, lo habrá logrado desde los planteamientos, pues sus rivales modifican, sin excepción, toda su inercia táctica en pos de comprender que la iniciativa con la pelota la marca Guardiola. El Dortmund saltó al campó con un diestro de lateral zurdo -Piszczek-, un central de lateral derecho -Sokratis, y un mediocentro de central -Bender-. Además varió la configuración de su medular, con un rombo coronado por Kagawa, vigilante del pie de Alonso, Y Gonzalo Castro de interior izquierdo.
El primer tercio del encuentro quedó definido por la salida de balón del campeón, muy fluida y ganadora hasta el cambio de Tuchel a línea de cuatro en el medio. Hasta ese momento, Thiago y Lahm abriéndose a los lados de Gundogan y Castro prometían pases fáciles; cruzaban la divisoria con sencillez mientras el cuarteto Alonso, Boateng, Alaba y Javi Martínez apenas eran inquietados por el trío Kagawa-Mkhitaryan-Aubameyang. Los pases de Boateng, los apoyos de Xabi y las conducciones de Javi y Alaba mezclaban con armonía hasta encontrar a Costa y Götze. No fue su juego del último tercio lo que abrió la lata pero todos esos momentos evidenciaron dos cosas: el BVB sufre defendiendo abajo y pasando minutos sin contactar con la pelota. Sumado a que el posicionamiento e intensidad de los locales tras perder o finalizar jugada era espléndido, el partido del Dortmund, sin ser tampoco flojo, quedó a merced de un Bayern que tras inaugurar el marcador, desató toda su maquinaria.
El esplendoroso fútbol de Müller fue la constante del partido
El encuentro se detuvo en Burki. Si el BVB ya quedaba ciertamente desnaturalizado en su zaga con tanto cambio de pie, posición y piezas, su portero no ayudó. Se olvidó de jugar y se desconectó del juego y sus circunstancias. Con la zaga proyectada y lanzadores como Alonso o Boateng, su posición, prácticamente bajo palos, activó 30 metros del campo en favor de los atacantes muniqueses. Como respuesta, Müller, el eterno Thomas Müller, hizo todo lo contrario.
Con su inconformismo habitual, Thomas Müller, el hombre viento, es el gran zahorí de las grandes ligas. No es casualidad que sus piernas parezcan las varillas o palos con los que se comienza el ritual. Su pureza logra iluminar lo oculto y anticipar cada caudal que el rival tiene por debilidad. Acude a un espacio, inunda esa zona que el rival debe achicar y continúa con su camino hasta la portería. Incontenible e indetectable, castiga el error y construye ventajas sin posición fija. Fue el hombre del partido, quizás de la Bundesliga.
Pablo 5 octubre, 2015
Thomas Muller me parece anacrónico hasta para festejar los goles. Es un jugador pragmático para todo y tremendamente eficaz. Dicho esto, no es un jugador por el cual pagaría una entrada o me sentaría a ver un partido.
PD: Más allá que el arquero del Dortmund no estuvo bien, la defensa lo ayudó bien poco. Me decepcionó bastante el BVB. Y por otro lado, me gustó esta versión del Bayern, un poco como un híbrido entre la idea de fútbol de Pep y la alemana.