Sustituir a Iker Casillas por Keylor Navas ha transformando de forma drástica y favorable el sistema defensivo del Real Madrid. En especial, en lo referido a su comportamiento dentro o cerca del área pequeña. El resultado objetivo consiste en haber encajado solo dos goles en once partidos oficiales, en lo que supone un récord en la historia de uno de los clubes donde resulta más difícil establecer uno nuevo. Y esto pese a que, al atravesar un inicio de proyecto, el juego merengue, tanto con balón como sin él, se ha caracterizado por su negativa irregularidad.
Keylor ya acumula una cantidad gruesa de acciones decisivas.
Keylor no ha fallado aúnLa diferencia más directa reside en la suma de paradas meritorias realizadas. Keylor Navas está en estado de gracia, y cuando pasa por momentos así, batirle cuesta muchísimo. Quizás, o seguro, no se trata de un portero tan completo como el Big Three, Petr Cech o el maduro Claudio Bravo, pero sí que ejerce de sucesor del Iker Casillas pre-2012/13 en cuanto a parecer un primate enajenado que llega a cualquier sitio rectificando casi cualquier posición. Simplemente, para mucho. Para un montón.
La velocidad de Keylor en el achique cambia muchas cosas.
Influye en Pepe, Ramos y VaraneAdemás, el cancerbero tico se está mostrando especialmente agresivo en el achique cuando el oponente penetra en su área. No tanto ante centros laterales; sino cuando un atacante rival alcanza zona de peligro con opciones de tiro. Sin duda se trata de uno de los metas más rápidos del circuito, y lo aprovecha para restarle espacios a los potenciales chutadores comiéndoles campo con velocidad. Antes de que se percaten, lo hallan encima y han perdido ángulos para el disparo. Esta actitud invasiva contrasta de modo poderoso con la adoptada por su predecesor en cualquier instante de su carrera, y es, junto a la confianza infundida por lo expuesto en el párrafo anterior, lo que está mejorando el aporte de Marcelo, Ramos, Varane y Pepe en las inmediaciones de su arco.
La defensa blanca recula muchísimo menos dentro de su área.
Marcelo, Ramos, Pepe, Varane y el lateral derecho han pasado a defender «hacia delante». Sus preocupaciones prioritarias son la pelota y los atacantes, y no cubrir el mayor porcentaje de portería posible como en las últimas campañas. Este cambio está influyendo en tres circunstancias. La primera, que los rebotes salen con más fuerza y el número de balones muertos en el área merengue se ha reducido. La segunda, que al ceder menos metros y contar con un portero que sale de sus tres palos con velocidad, los rebotes que quedan en el área pequeña -siempre queda alguno- suelen ser propiedad de Navas. Y la tercera, que la tranquilidad a la hora de despejar los centros laterales se ha multiplicado hasta el punto de que, tras cada centro en el Parque de los Príncipes, Varane y Ramos se atrevieron a mirar qué les rodeaba, controlar cuando se vieron solos e iniciar contraataques. En otra índole, incluso la eficacia de la línea del fuera de juego ha subido, aunque esto puede deberse a otros factores tanto o más que a Keylor.
El caso que el Celta-Real Madrid de hoy llega en la hora ideal para el análisis: justo tras la actuación defensiva más impactante de los de Benítez; aquella que les hizo recibir cero ocasiones de gol en contra en la casa del Paris Saint-Germain. Los celestes no van a arrugarse, gozarán de una importante ventaja física y, por encima de estos dos relevantes detalles, constituyen el sistema ofensivo más persistente, variado, desbordante y numeroso de la Liga BBVA. La máquina de atacar más engrasada de España pondrá a prueba el efecto Keylor Navas como, hasta el mes de febrero, solo el Barcelona será capaz de igualar. Por eso la certificación del tico no necesitará otra portería imbatida, ni siquiera que no cante. Lo interesante será evaluar la calma y las constantes tácticas de Marcelo, Varane, ¿Ramos? y Danilo ante el primer equipo que, por lo menos en algunos momentos, va a superar al Madrid de verdad.
@DavidLeonRon 24 octubre, 2015
Para mí un portero se divide en dos aspectos: lo que aporta tácticamente al colectivo y lo que para. Y pese al auge del primer apartado (que influye, ojo), soy un clásico de los palos y siento que lo fundamental es el segundo. Y ahí Keylor lleva dos meses y medios simplemente perfectos.
Creo que Keylor empieza a influir en la confianza de los delanteros. Aún no ha llegado a ciertos niveles tipo Neuer, Courtois o Casillas (nadie llegó más alto en este tema) pero va avanzando. Le falta recorrido. En ese sentido me recuerda a lo de Bravo el año pasado: que parecía irreal lo bien que estaba jugando/parando y luego mantuvo el nivel 9 meses sin estridencias ni sensación de milagro alguno.
Ahora mismo, lo repito mucho en Twitter, el disparo ha de ser perfecto para que Keylor Navas no lo pare.