«El RC Celta de Vigo ataca. Su ataque le define y ataca para atacar. Ataca cuando defiende, ataca cuando elabora y ataca cuando ataca. Siempre está atacando. Todos sus hombres son atacantes. Por eso, cuando no ataca, no funciona. Y de ahí que su entrenador, Eduardo «el Toto» Berizzo, haya diseñado un sistema en el que cada reto, cada decisión y cada gesto guarda relación con atacar. Esa es su fuerza. Y su debilidad.» (Análisis fechado en la primavera de 2015).
A 29 de octubre de su segunda temporada en Balaídos, Eduardo Berizzo se halla sumido en una disyuntiva que no le confiesa a nadie, pues en conservarla en secreto reside la clave de su éxito: se está preguntando si es posible, de verdad, atacar todo el tiempo. Y si se mira con lupa, se nota en Hugo Mallo, en Augusto, en Orellana y sus compañeros. Su fútbol ha cambiado y sigue en estado de transformación, aunque ellos no se percaten ni deban hacerlo, ya que la realidad, de ser revelada, les rompería el corazón. Berizzo, a base de pequeños matices, está madurando a un grupo que solo posee una cosa que a nadie más le pertenece: ser el equipo más ofensivo del país. Su Celta no podía perder ese orgullo. Pero aún menos debía… quedar atrapado en él.
La marcha de Krohn-Dehli al Sevilla FC precipitó el nacimiento del Orellana más dominante.
Hoy, el sistema celeste es una partitura hecha a imagen y semejanza de Fabián Orellana, que aunque sea apodado El Poeta, también sabe de música. Él es el único que goza de absoluta libertad de movimientos. El resto se concentra en plasmar con rigor la táctica preestablecida para que su compañero de más fútbol encuentre fútbol suficiente y elija la mejor parte. Esta es la idea matriz del Celta 2016, el que fascina y gana.
Dicho de otra manera, Orellana, extremo derecho, se ha impuesto como verdadero sustituto de Krohn-Dehli en la maquinaria gallega, aunque la posición del actual sevillista fuera la de interior. Fabían es el director que antes fue Michael. Y para equilibrar dicho relevo, para compensar que en un juego de posición puro y duro hay de repente un hombre que visita la zona que le apetece en cada instante, se ha reajustado alguna cosa.
Si el juego fluye bien, el Tucu y Wass subenEl dibujo se presenta como un 4-3-3 aunque a veces parezca un 4-2-3-1. Dentro del mismo, siete de los diez jugadores de campo trazan desmarques estrictamente verticales cuando no tienen el balón; es decir, solo van hacia arriba y hacia abajo, no hacia la izquierda o la derecha. Entre los suscritos a este axioma, los más interesantes de cara a explicar el modelo son Pablo Hernández, Wass y Nolito. El argentino y el danés ejercen de interiores, y ambos comparten un origen muy concreto: son/eran mediapuntas. Eso les permite sobrevivir entre líneas, aunque ninguno de los dos sea Iniesta en la materia, y entre líneas los suele preferir Berizzo. Si hay fluidez, se separan del pivote. La razón radica en que el Celta quiere más jugadores por delante de la línea del balón que por detrás de la misma, porque desea espacio y opciones para aquellos que organizan su posesión. Quien tenga la pelota tiene que estar cómodo. El modelo se basa en llevar la iniciativa, y resulta capital que el balón no le queme a nadie.
Nolito se va al centro después de recibir la pelota, pero rara vez antes, y eso es básico en el sistema.
Si Pablo Hernández y Wass crean espacio en el eje vertical, Nolito lo crea en el horizontal. Su jugada más característica estriba en la diagonal desde la izquierda hacia el centro con destino gol, pero hay asterisco: la recorre con el balón controlado. Con frecuencia casi total, el gaditano recibe pegado a la banda. Incluso más pegado que el año pasado, de hecho. Para profundizar en ello, se recomienda «La paciencia de Nolito».
Aspas y Augusto Fdez, en función de OrellanaUna vez Nolito, Wass y Pablo Hernández han definido el marco táctico del Celta, Orellana toma decisiones y Aspas (delantero centro) y Augusto (mediocentro) compensan en consecuencia. El movimiento natural de Iago está siendo caer a la derecha, que es la zona que el Poeta deja inhabitada, mientras que Augusto Fernández tiene una relación, valga la inexacta expresión, más directamente proporcional al desmarque del cerebro. La pelota suele estar allá donde se vaya este, y elija lo que elija, Augusto está tras él, presto para presionar de modo instantáneo en cuanto se produzca la pérdida de balón. Y cuando parecía que el rendimiento del argentino no podía ir a más tras la temporada pasada, en este curso ha ofrecido un nuevo salto al frente. Uno de los motivos versa en que Orellana está dirigiendo todavía mejor de como lo hacía Krohn-Dehli -léase este texto para entrar en detalle-, la calidad de la posesión ha crecido y el orden colectivo, por tanto, también. Aparte, y esto es algo que solo tiene al propio Augusto como responsable, sus partidazos reforzaron su confianza. Ahora mismo, se cree y actúa como un jefe de la Liga. Dominó en los 1 x 1 incluso al grupo más dotado para ellos: el del Barça.
El Celta es uno de los pocos equipos europeos con un sistema defensivo de marcaje al hombre.
Augusto sigue siendo el representante más visual del estilo defensivo celeste, que se mantiene casi intacto. A Berizzo le obsesiona robar el balón cuanto antes, entiende que es básico para imprimir el ritmo que desea y alcanzar la inspiración que su grupo exhibe, y nadie puede afirmar categóricamente que esté equivocado. Para ello, apuesta por un sistema de marcas individuales con su paquete de pros y de contras. Vamos con las segundas. En el fútbol actual, priorizar siquiera un poco el robo del balón sobre la protección del espacio ya supone regalarle al contrario el bien menos común y, a la vez, más demandado de la élite: el espacio en sí.
Las Palmas, el Villarreal y el Madrid lo aprovecharon recientemente. En el momento en el que una defensa frena un poco la vorágine del ataque celeste, en el instante en que un rival evita ser aplastado, los vigueses se reducen a un equipo de media-baja tabla especialmente débil atrás. Y no cuesta entenderlo. Augusto era extremo derecho y Wass y Pablo Hernández, enganches. Su medular carece de la formación táctica ideal.
Berizzo sabe que, tarde o temprano, se sufriráHasta la fecha, esto no ha supuesto ningún problema insalvable, ya que el ataque liderado por Orellana ha sido el más brillante, dominante y regular de los 20 que conforman la Liga, pero el año pasado, Berizzo asumió algo que ni siquiera el fichaje de Iago Aspas cambia tanto como le gustaría: el Celta, entendido como un candidato a grandes metas, es una ilusión. Una ilusión conseguidísima y admirable, que se mantendrá mucho tiempo y que merecerá elogio incluso cuando mengue, pero una ilusión a fin de cuentas. Ni Orellana es la fusión entre Silva y De Bruyne que hoy aparenta ser, ni Augusto Fernández la representación de Mascherano en el Mundial de Brasil 2014. La inspiración va a decaer. Los disparos dejarán de entrar, los regates perderán eficacia, habrá pérdidas en salida, etc. Ocurrió hace doce meses y raro sería que no ocurriese otra vez. El Celta debe prepararse para que esa depresión no le resulte deprimente. En ello está el Toto. Usando un recurso que no une a la afición.
Pablo Hernández no ha mostrado rendimiento para sentar a Radoja, pero su titularidad tiene porqué.
Para «el Toto», la pieza del equilibrio se llama Pablo Hernández. Este trotamundos llegó a Vigo en condición de hombre creativo y, por ahora, ha creado pocas cosas. Participa poco en el juego y, en su hoja de servicios, apenas se lee aquel golazo de tacón contra el Atlético de Madrid. Encima, su ritmo parece muy inferior al de los compañeros que lo rodean, generando un efecto contracultural que propicia impotencia en la grada. Pero Berizzo insiste en él. Para entenderlo, hemos tenido que repasar los partidos de aquel Club Deportivo O´Higgins entrenado por Eduardo donde tanto brilló su pupilo. Y es que la relación viene de lejos.
Pablo Hernández destacaba por su sentido práctico del fútbol. Aparecía con cierta frecuencia y no fallaba casi nunca, mostraba un instinto más que consistente a la hora de tomar buenas decisiones sobre el campo de juego, tanto cuando bajaba al círculo central como cuando abrazaba la medialuna del área contraria. El cambio de orientación era uno de sus sellos. Además se expresaba con austeridad, a pocos toques, sin abusar del sobeteo, y habilitando gadgets tan poco agradecidos como su juego aéreo. También añadía una llegada al gol bastante decente, aderezada por remates acrobáticos impropios de la poca energía que suele evocar su cuerpo. Y aunque a veces colaba alguna pisadita de cara a la galería, se imponía su saber estar.
Pablo dará pausa si logra adaptar su juegoLa versión de Hernández que disfrutaron en O´Higgins proveería al Celta de una serie de virtudes que le darían mucha vida en momentos de baja inspiración. Empezando por las concretas: un poquito de gol, una salida en largo para evitar pérdidas en campo propio, obediencia táctica si se le pide medir cuándo ponerse por delante del balón y cuándo quedarse detrás -es el único medio del plantel acostumbrado a esa elección-, etc. Y ante todo, por cultura asociativa, colocación y pausa, el Tucu se alzaría como un faro si, alcanzado el momento, el Celta volviera a repetir lo que ya hizo en el segundo tiempo en El Madrigal: poner en práctica una posesión defensiva. Él es el único que habla de control a través del pase; el único que no concibe la pelota sólo como un instrumento ofensivo.
A falta de calidad defensiva para confeccionar un buen repliegue, hay que desarrollar otros planes.
Debido a la confección de la escuadra, el once titular de Berizzo siempre va a ir corto de calidad defensiva individual. Ni siquiera la entrada de Radoja solucionaría dicho déficit, porque no se limita a la demarcación de mediocentro. Es una pena, pues con Wass, Nolito y Aspas, a la contra podría causar mucho daño, pero no existe capacidad de contención para sujetar. Entonces, cuando el ataque celeste no fluya y haya que manejar los encuentros de algún modo alternativo, establecer una posesión sosegada, segura y cínica será el remedio en el que, según los escasos datos de los disponemos por ahora, intentará refugiarse Berizzo. Y en virtud de esto, se comprende mejor que quiera rodar a Hernández en busca de esa adaptación al ritmo europeo que todavía no completó.
Berizzo seguirá ajustando sin contarle a nadie que está en ello. Un amago de precaución podría ser el principio del miedo, el miedo el del letargo y el letargo, el fin del optimismo. El Celta necesita sentirse mejor de lo que es, requiere que este sueño real donde España le destaca como al prota de la peli persista el máximo tiempo posible, a poder ser durante todo el campeonato. La particular ecuación que afronta el Toto no puede ni ser más compleja ni estar más clara: necesita crear un plan menos ofensivo sin que nadie se dé cuenta. Nadie puede enterarse ni durante el diseño del mismo ni durante su aplicación. Está en su mano, porque para ello empleará la pelota, que es el objeto que más seduce. Pero precisará que le responda aquél en el que solo él cree.
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Antonio 29 octubre, 2015
@Abel
Dos cosas… "el Celta, entendido como un candidato a grandes metas, es una ilusión. Una ilusión conseguidísima y admirable, que se mantendrá mucho tiempo y que merecerá elogio incluso cuando mengue, pero una ilusión a fin de cuentas"….
Bendita ilusión… Yo estoy enganchadísimo a este Celta de Berizzo… Y mira que ya me gustaban el Celta de Luís Enrique y el del Berizzo del año pasado, pero es que este año… Casi hasta me lo creo!!! Estoy gratamente sorprendido con varios jugadores (Nolito y Orellana ya los he comenatdo en los otros artículos ^^), pero el que me tiene boquiabierto es Augusto… Menuda forma de jugar al fútbol…. Y más, para ser un extremo derecho reconvertido, como bien comentabas…
Por otra parte, te agradezco enormemente este análisis. Realmente no entendía hasta ahora el porqué de Pablo Hernández en once del Celta… Es un jugador que no me desagrada, ni mucho menos, pero es cierto que siempre he pensado que Radoja equilibraría más al equipo, teniendo en cuenta la actitud extraofensiva de varios de sus jugadores…
Vaya análisis profundo del Celta estáis haciendo hoy entre todos!!!