Ya es el futbolista que nunca pudo ser | Ecos del Balón

Ya es el futbolista que nunca pudo ser


No son pocos los porteros que durante los partidos sienten ese placer culpable de querer intervenir con más frecuencia de la que reconocerían ante sus técnicos. Esto supondría que el medio ha sido sobrepasado, que la defensa ha sido desbordada y que el rival está a un simple gesto de conseguir su objetivo, pero también que el guardameta tendría más cerca el cumplir con ese anhelo oculto de convertirse en héroe. Porque el futbolista con guantes, en definitiva, siente para sí mismo que es tan o más decisivo que cualquiera de sus compañeros, sólo que en su caso particular requiere de la colaboración del rival para demostrarlo. Es decir, necesita firmar un pacto con el diablo.

Con su penalti, Adrián puso de manifiesto su verdadera identidadObviamente no todos quieren aceptar el trato ni tampoco todos terminan cumpliendo sus cláusulas, pero a los arqueros que firman y pagan es muy fácil identificarlos. Es el caso, por ejemplo, de Adrián San Miguel, uno de los guardametas más destacados de la Premier League durante los dos últimos años. «Cada portero tiene en su interior el futbolista que no hemos podido ser”, comentaba hace unos meses para explicar cómo había encontrado su destino. Sus palabras ya de por sí resultan elocuentes y, como poco a poco analizaremos, su juego en la portería así lo ratifica, pero basta con una simple imagen para comprenderlo todo. Ésta se produjo curiosamente en el único momento de su carrera en la que Adrián abandona su condición de portero. Es la tercera ronda de la FA Cup, el West Ham empata a todo ante el Everton después de dos partidos, una prórroga y 19 penaltis, y es el sevillano quien tiene la capacidad de ponerle fin al encuentro. Como la mayoría recordará, San Miguel acertó colocando el lanzamiento a la izquierda de Joel y el West Ham se clasificó, pero lo realmente simbólico no fue el resultado en sí. Porque la situación puede ser anecdótica, pero la forma de afrontarla nunca lo es.

Y San Miguel disfrutó cada instante. Se le veía en la cara. En los gestos. De ahí que cogiera con tranquilidad el balón, lo posara con mimo en la hierba y tomara la carrerilla como lo haría Pirlo. Estaba calmado. Confiado. Como quien cuenta con una tirada gratis en la ruleta de la vida. Así que sin prisa ni pausa, se colocó en su posición y clavó su mirada en Joel Robles. Era uno de los suyos, pero en ese momento no le reconocía como tal. Y entonces, sucedió. Iniciando la carrera previa al golpeo, San Miguel se despojó de sus guantes con desdén, incluso con desprecio, para sentirse el futbolista que era. «Coloqué el balón en el punto de penalti, y en cuanto cogí carrera sabía que mi trabajo en la portería había acabado. Estaba convencido de que iba a entrar», reconoció más tarde. Resultaba obvio. Adrián había soñado desde pequeño con ser una estrella, y la portería es la excusa de la que se ha servido.

Su aparición en la élite llegó por sorpresa… aunque ya tuviera 25 años.

Paradójicamente, su formación se dio casi en exclusiva en la escuela especializada de «Soloporteros» en Sevilla, desde donde más tarde saltaría al Real Betis Balompié a los 17 años de edad. Sea como fuere, su llegada a la élite se produjo de forma mucho más tardía de lo que viene siendo habitual en la actualidad. Ahora, al contrario que hace un tiempo, los porteros despuntan desde muy jóvenes, pero Adrián tuvo que cumplir el cuarto de siglo para recibir una oportunidad que, además, no estaba para nada planificada. Él era el tercer arquero del Betis de Pepe Mel, de hecho. Pero un problema con Fabricio y una expulsión de Casto le otorgaron el tiempo suficiente para demostrar su talento, su carácter y su personalidad. Fue durante aquella temporada donde ya dejó trazas de ser un buen portero, repleto de reflejos y agilidad, pero lo cierto es que dejaba dudas porque la mayoría de sus paradas parecían ser fruto de la adrenalina del momento. ¿Sería igual cuando el «subidón» se fuese? ¿Podría rendir a ese nivel de forma continuada? ¿Era un simple parador afortunado o era más que eso? Por suerte, tras dos años de notables actuaciones en Upton Park, no sólo tenemos ya respuesta para todas y cada una de estas preguntas, sino que además la mayoría son bastante positivas. Vamos a ello.

Lo primero y más importante es señalar que su personalidad, la cual queda dibujada en los primeros párrafos, marca la mayoría de sus acciones. El sevillano es un portero que disfruta interviniendo, que tiene una actitud muy proactiva hacia el juego y que, por supuesto, no rehuye ningún tipo de protagonismo. Eso sí, siempre desde el ámbito de la lógica. Adrián no es «René Higuita» porque no puede y, como no puede, no lo intenta. Es decir, en su atrevida actitud siempre persiste un compromiso de responsabilidad. Dicho esto, cuando lo ve posible, ejerce de líbero. No desde una posición muy adelantada, como Manuel Neuer, sino reaccionando de forma muy agresiva ante los balones que el contrario coloca a la espalda de su defensa. Precisamente el West Ham no es que defienda demasiado arriba, pero en la Premier siempre hay espacios y, en este caso, Adrián contribuye a controlarlos.

..…..

Como se ve en la secuencia de arriba, a San Miguel no le gusta esperar. No quiere ser un sujeto pasivo del juego. Si él puede solucionar la situación, buscará hacerlo. De ahí que, ante un buen pase al hueco (foto de la izquierda) que bien podía controlar el central, su reacción sea abandonar el área pequeña y salir a por el balón (foto de la derecha). La acción finalmente se salda con acierto, pero en ocasiones su reacción parece demasiado automática. Siempre que sale, Adrián cree que tiene más papeletas para llegar que el delantero. Pero aun con más del 50% de posibilidades de éxito, tomar dicha decisión debe conllevar un análisis de lo que puedes ganar porque, en definitiva, tiene que compensar el abandonar la portería. En este caso concreto, por ejemplo, la necesidad era relativa. Al final y a la larga, su ratio de aciertos/errores es realmente alto, pero es muy importante reflejar que este llega más bien por su personalidad y condiciones físicas que por una excelsa toma de decisiones (lo que sin duda le haría más seguro). De todas formas, también cabe señalar que su particular carácter le hace estar conectado durante todo momento al partido, algo que se puede comprobar en la siguiente jugada. Sin que se haya cumplido el primer minuto de encuentro, Ross Barkley filtra un gran balón a la la espalda de la zaga hammer (foto 1). Adrián lo ve antes que nadie, decide salir sin perder una milésima (foto2), arranca de forma potente y, por centímetros, llega antes que el delantero para abortar la jugada de peligro (foto3). Sin duda, para sus técnicos, San Miguel es un defensa más. Aunque a veces sea del tipo Koscielny.

Por características y por definición, San Miguel es un portero que para mucho.

Respecto a su colocación en la portería, hay que comentar que, sin tampoco hacerle inabordable, ha mejorado mucho. Ahora Adrián San Miguel suele estar bien colocado en el eje horizontal (foto de la izquierda), lo que le hace ser todavía mejor bajo un larguero que jamás le condiciona, pues siempre se le puede ver colocado un metro por delante para ganarle centímetros al delantero rival. Y es ahí, en el disparo del contrario, en la acción de la parada, donde se resalta su condición natural de parador. Porque el español, pese a todo lo anterior, es uno de esos porteros que por encima de todo saben mezclar agilidad, intuición y reflejos para hacer de lo imposible un acto cotidiano. Esto fue, de hecho, lo que le llevó a la titularidad en Londres en detrimento del veterano Jussi Jääskeläinen. A partir de ese momento, Upton Park fue descubriendo a un meta que si bien no llega a todos los sitios, a menudo lo parece. Domina con soltura su espacio vital, es muy rápido de movimientos y sabe volar a los ángulos, aunque su tren inferior no sea tan potente como pueda parecer a simple vista. En realidad, esto último es un pequeño truco de ilusionista. Adrián, antes de cada disparo y como fruto de su frenética actividad, suele dar pasitos cortos que utiliza para impulsarse y así, finalmente, cubrir todavía más portería con sus largos brazos. Bien decía Pedro Illanes, su descubridor, que Adrián «tiene la tipología del portero moderno», y así lo demuestra en cada mano a mano, donde es más fácil forzarle el penalti que marcarle gol, y sobre todo en cada disparo lejano, donde de verdad sí resulta casi insuperable.

En estas acciones, que vienen a ser la mezcla de todo (colocación, concentración, físico y técnica), Adrián se siente como ese corajudo protagonista que entra en una escena en la que todos le necesitan. El enemigo ataca, dispara e incluso celebra, pero entonces llega su manopla al rescate como en la siguiente acción. Óscar, desde casi el pico del área, se perfila para poner el balón en la escuadra más alejada (foto1). Sin embargo, desde un plano aéreo (foto izquierda), se ve como la posición de Adrián, adelantada y bien resuelta, le exige un disparo perfecto que lo supere tanto por arriba como por un lado. Como éste no lo es, Adrián llega in extremis con sus dedos para desviar a córner (foto derecha).

..…..

Técnicamente es más capaz de lo que pareceEstas paradas le hacen visualmente un portero muy atractivo que, para colmo, brilla con luz propia en la acción en la que el meta asume más foco: el penalti. Pero a su vez, también hay que destacar que San Miguel parece un guardameta muy desordenado y propenso al error. Y, en efecto, en el sentido estricto del término, el sevillano no es demasiado académico. No bloca ningún balón y, en ocasiones, para de forma muy extraña. La cuestión es que en la práctica el peaje es escaso. Sobre todo porque, en realidad, es mejor de lo que parece en el aspecto técnico. Orientando remates de hecho es bastante bueno. Maneja bien el cuerpo, mide correctamente los tiempos a la hora de lanzarse y deja los dedos lo suficientemente blandos como para que el balón vaya hacia atrás, pero no a portería. En conclusión, con San Miguel nos topamos con un virtuoso eficaz que, pese a tener margen de mejora y muchos detalles por pulir, para tanto como parece sin que esto sea ningún tipo de casualidad. Si tomara decisiones más reflexionadas, se colocara de forma un poco más adecuada y blocara más balones sería mejor; pero evidentemente también dejaría de ser Adrián San Miguel, y es esa condición tan particular la que a él le hace ser un muy buen portero.

Con los pies y por arriba, ha asumido los hábitos de los porteros de la Premier League.

Respecto al resto de apartados que debe manejar un arquero moderno, su esencia se mantiene. En el juego de pies, por ejemplo, no parece destacar demasiado, pero si ha sido bastante útil para el West Ham. Ahora con Slaven Bilic los londinenses rasearán más el balón y, entonces, podremos medir al sevillano ante un nuevo contexto, pero en el que afrontó con Sam Allardyce cumplió con suficiencia. La cuestión era simple: cuando le llegara el balón, debía enviarlo muy fuerte y muy lejos. Y eso hacía.

En lo concerniente al juego aéreo, sin ser tan extremo su caso recuerda al de David De Gea. Llegó tierno, muy tierno, pese a su valentía. Pero a base de entrenamiento y trabajo, ha dejado de ser una debilidad hasta convertirse en un activo. Así lo cuenta él mismo: «Lo primero que tuve que hacer fue adaptar mi físico a las exigencias de la competición. Debía estar preparado para un estilo de juego en el que las jugadas a balón parado son frecuentes. Cada córner y cada falta podían acabar en peligro. Aunque al principio me costó, ahora estoy perfectamente integrado». En el presente, como comenta, San Miguel es un portero más de Premier League. Es decir, sabe tolerar los contactos, se maneja bien en situaciones de superpoblación y busca controlar su espacio aéreo, algo que se ve beneficiado por las decisiones de sus técnicos. Mientras Allardyce defendía con un hombre en el segundo palo (foto), que ya es novedad, ¡Bilic lo hace con uno en cada!, lo que permite mayor libertad a un Adrián al que, como por bajo, le gusta mucho salir por alto. En realidad, la situación es idéntica. Sale mucho y bien por condiciones y carácter, pero si analizara más cada situación se evitaría alguna que otra salida en falso (foto1 y foto2). En todo caso, suma. Suma bastante. Básicamente, porque él mismo decide hacerlo.

Su gran sueño, el de la selección española, parece más cerca que nunca.

Es por toda este conglomerado de condiciones por lo que se puede decir que Adrián San Miguel ya es el futbolista que nunca pudo ser. Al contrario que sus compañeros debe ponerse guantes, una equipación diferente y rara vez celebrará goles con su firma, pero su personalidad le lleva a prolongar su ascendencia, su protagonismo, mucho más lejos de la línea de gol. “Llegar es lo más complicado”, decía el mismo. Es posible. Pero en su caso, quizás confirmarse fuera lo más complejo. Y es que no cuesta pensar que, de no haber tenido tanto acierto en su irrupción en la élite, su confianza podría haber quedado tocada y su estela se podría haber perdido en el firmamento de los Albano Bizzarri. Por suerte para él, para Sevilla, para West Ham y para la Premier League, esto no ocurrió así y el fútbol español tiene en Adrián a un guardameta de garantías con ánimo de estrella. ¿Lo aprovechará en clave Selección? Del Bosque decidirá conforme crea oportuno. Pero, desde luego, Adrian está preparado.


Comentarios (24)

Cargando... Iniciando sesión...
  • Identificado como
Tremendo texto Quintana
A Adrián Sanmiguel la condición de parador lo hace espectacular, muy plástico y realmente apasionante como jugador. Ese partido contra el Chelsea o la eliminatoria de Copa contra el Everton lo confirmaron mucho.
Está por lo menos para ser tercer portero en la selección, nunca será Courtois ni De Gea pero es un top-5 Premier
P.D: como se nota que sabes de porteros
¿Es a día de hoy de uno de los 3 mejores porteros españoles?
@Javimgol

Ten en cuenta que ahora mismo el tercer portero de España es Rico. Adrián está bastante por encima creo. Con sus defectos de portero protagonista, el tipo para mucho y canta menos que Rico, que canta sin que te des cuenta.
Gran articulo,si señor!
Cómo se disfrutan los artículos estos extensos que hacéis. Enhorabuena a don Miguel Quintana, con el que además estoy muy de acuerdo. El Adrián del Betis de Mel era un portero mucho más contemplativo. Se hacía súper presente en el área chica, salía con oportunismo en los saques de esquina, y se estiraba con mucha solvencia en los remates, pero nunca fue tan activo y tan envalentonado a salir a por pases en profundidad del adversario donde tenía que ganarle al delantero lejos de su arco. Eso es algo que ha agregado a sus alforjas ya en Inglaterra. El año pasado ya le sentí saberse muy importante, pero este año... me da que va a estar todavía un punto por encima.

Resulta idóneo que hayas puesto capturas de la primera fecha, contra el Arsenal, porque allí enseñó su versión más dominante. Evitaba situaciones de disparo/quizás centro a base de riesgo, pero siempre un riesgo ante el que él se sentía capaz. Luego en cada balón por alto... En resumidas cuentas, el área grande era suya. Yo lo flipé. Siempre asocio un pequeño porcentaje -pongamos 15/20%- del último descenso del Betis a la no renovación de Adrián, porque tanto Andersen como Guille Sara nos hicieron perder muchos puntos, pero en ningún caso me imaginé que iba a llegar a esta escala. Para mi, es el mejor portero español del momento. De Gea tiene más duende, pero Adrián tiene más sostén.
Juegas o has jugado de portero, Miguel? Leyendo el primer párrafo (también el resto del texto) se diría que sí. Yo de pequeñín jugaba de portero y me he visto reflejado en ese primer párrafo. Muchas veces estaba deseando de que el delantero regateara al defensa y me chutara. En mi caso el pacto con el diablo salió mal y me colaban más de los que pensaba, por lo que tuve que dejar los guantes jejeje.
El análisis es muy bueno, y como apenas lo he visto jugar y no puedo aportar mucho, me gustaría, Miguel, que nos explicaras brevemente cómo analizas a un portero. ¿Vas viendo el partido entero y cuando el portero sale en el plano visual empiezas a observar cómo se coloca, qué hace, cómo se mueve con el balón estando tan lejos? Pasas el partido a cámara rápida y paras cuando se sale el portero en la imagen? ¿Qué aspectos valoras, qué sueles mirar, en qué te fijas? Son muchas preguntas, pero es que me ha picado mucho la curiosidad, porque no es fácil analizar a un portero y no son muchos los que se atreven.
Genial Quintana. A mi me impresionó en el Betis y creó que hoy por hoy sería el tercer portero mas lógico de la selección si Pepe reina sigue sin ir
He disfrutado como un niño pequeño en el patio del colegio con un balón, Quintana. No hay mucho más que añadir a lo que has escrito porque es sensacional. Le entran ganas a uno de ponerse un West Ham-Crystal Palace, por ejemplo, y mandar a tomar por culo los apuntes ^^
Fantástico texto @migquintana . Lo he disfrutado muchísimo.
@ Javimgol

Y teniendo en cuenta que nuestro único portero de súper élite no juega, seguramente la opción que más puntos nos daría. Siempre y cuando fuese capaz de soportar la presión de ponerse bajo unos palos que pesan mucho.

@ Antonio Durán

De Gea es un fenómeno, macho. De Gea es uno de esos jugadores que gana títulos. No diría yo que no tiene sostén. A mí me parece algo impresionante. Una auténtica estrella del fútbol, vamos.
@ Peinado

"Juegas o has jugado de portero, Miguel?"

No le provoques. Como se suelte, nos da la tarde con sus aventuras y, sobre todo, desventuras.

@ Álex Montiel

" Le entran ganas a uno de ponerse un West Ham-Crystal Palace"

Álex, los exámenes te están matando. Tranquilo y ánimo.
@AbelRojas @AlexMontiel

Y eso que el chaval tiene poquita cosa que estudiar, Abel xD Yo con De Gea soy muy escéptico. Tiene las condiciones para ser un estrellón, pero de momento se le sobredimensiona un poco. Con datos en mano no está entre los 3 mejores de la Premier, por ejemplo. Le he visto hacer un par de milagros contra el Everton y la semana siguiente tragarse un gol por el palo que él está cubriendo. Igual tasándole de forma más metriculosa no gana tantos puntos como se dice.

Aunque igual poner a San Miguel por encima suya es pasarse, lo reconozco xD
Cuéntanos alguna aventura, Miguel!!! ;) . Bromas aparte, es muy interesante lo que has comentado Quintana, se nota que eres portero y es una suerte, porque los porteros son los grandes olvidados muchas veces (muchos solemos hablar de un 4-4-2 o 4-3-3 y nunca de un 1-4-4-2 o un 1-4-3-3). En los análisis también son los grandes olvidados y a mí me parece algo muy interesante. El de Keylor Navas fue muy bueno, este también lo es. Esperemos que algún otro portero te motive y nos lo analices.
Siempre he dicho que el Adrian del Betis era un parador pero con fallitos que a simple vista no resaltaban pero que costaban caros. Siempre pongo de ejemplo el partido Betis-Sevilla que se pone el Sevilla 0-3 al descanso y lo empata el Betis en el segundo tiempo. El gol de reyes por el palo de Adrián refleja esos faliitos.
Aunque también puede ser un ejemplo de la personalidad de Adrián y el intentar abortar la jugada él. Quiso adelantarse a un centro y Reyes se la dio con queso. O eso creo yo. jaja
Perdón que me he colado. El gol fue de Rakitic no de Reyes jaja
https://www.youtube.com/watch?v=IDMlwBFrvsg
A todo esto, gracias por el artículo Miguel y gracias por el de ayer de Joaquín a David. No puede comentar porque lo leí muy tarde jeje
A mí San Miguel me encanta. Visualmente es super impactante y encima es super decisivo. Y en el artículo queda reflejado lo más importante: pese a ser un parador, no es para nada cuevero, sino al contrario. Por esto pienso que todavía puede crecer más, porque irá corrigiendo fallos y mejorando ubicación.

Pienso en dos equipos de la Liga que mejorarían muchísimo sólo con tenerlo: Sevilla y Valencia (con todo y Alves)

Publicar un comentario nuevo

Comments by

Ecosdelbalon.com - - Política de Cookies.