El Monaco tiene uno de los proyectos jóvenes más sugerentes de Europa y lo demostró con creces sobre el césped de Mestalla, pese a su plaga de bajas en defensa que le acabó costando el partido. Bernardo Silva y, sobre todo, un brutal Anthony Martial propiciaron varias fases de dominio francés dignas de aplauso.
La medular ché, inconsistenteNuno Espirito Santo apostó por un 4-3-3 particular con Dani Parejo de interior derecho y dos posiciones algo forzadas: Enzo Pérez de pivote y Rodrigo De Paul, que es extremo, de interior izquierdo. Con el balón funcionó bien, De Paul agitó lo suyo y favoreció desequilibrios que terminaron con centros medidos de Gayà, pero a la hora de defender, se notó cierta falta de equilibrio. Las ayudas no llegaban a las bandas.
Con la que lió Martial, menudo alivio fue la baja de Moutinho.
Martial ejerció de delantero pero creó el peligro principal cayendo a la banda izquierda. Su actuación resultó tan espectacular y condicionante como fácil de explicar: cogía la pelota se iba de todos. Tanto con gestos técnicos meritorios como con arrancadas de suma potencia, la eficacia de sus desbordes rondaba el 100%. Y suerte que Pasalic, y no Moutinho, fue el enganche. El croata marcó un gol, pero el luso hubiera llegado muchas veces más al espacio que abandonaba el joven ariete francés, lo cual hubiera implicado un mayor número de remates serios. Eso sí, Mathew Ryan estaba respondiendo bajo palos.
Con Javi Fuego, Nuno formó un doble pivote y ganó equilibrio.
En el minuto 66, Nuno sacrificó a Paco Alcácer en beneficio de Javi Fuego. Sin el canterano se perdía poder en el área del Monaco y, por lo tanto, facultades para castigar las graves ausencias habidas en el once de Jardim, pero la reconfiguración derivada en el centro del campo, que se quedó con un doble pivote, potenció las coberturas en los costados y detuvo a Martial y Silva. Y a partir de la seguridad obtenida con el ajuste y de una suave dosis de fortuna que no está de más reconocer, el Valencia halló el contexto para decantar a su favor una eliminatoria que, tanto en la teoría como en la práctica, era de una dificultad mayúscula. Aunque todavía quedan 90 minutos. Y se sufrirá.
@migquintana 20 agosto, 2015
El Mónaco no pudo hacer bueno el partidazo de Martial por todos los problemas que tenían atrás. Defensa inédita, sólo uno de los titulares, que además es el menos sólido y un Valencia que, a la hora de aprovechar errores, es de lo mejorcito que hay en el panorama europeo con Feghouli y Piatti. Quizás no producen mucho y ahí el Valencia tiene un salto de calidad para dar, pero en esto…
De todas formas, no me gustó demasiado lo que se le complicó el partido a los de Nuno. Lo de Javi Fuego corrigió en cierta medida la sangría que comenzaba hacer Martial por un lado y Silva por el otro, pero si hubiera agarrado un poquito el balón la sensación es que el gol sólo podía ser valencianista.