El Real Betis de Pepe Mel | Ecos del Balón

El Real Betis de Pepe Mel


Hablar de Pepe Mel como entrenador del Real Betis Balompié es hacerlo sobre la historia de un tipo que con un parpadeo y un gesto de hombros se adaptaría a la realidad de un club que conoce mejor que la palma de su mano. Ningún entrenador de la historia reciente del Betis ha entallado con tanto realismo la vestimenta verde y blanca; conocedor hasta el tuétano de los miedos, las zozobras y la pasión de una entidad y una afición que no se lo puso fácil, por el momento que atravesaban, en ninguna de las dos etapas en las que fue solicitado. Con el club en una nueva crisis deportiva e institucional, allá por noviembre de 2014, Mel acudió a una nueva llamada del Betis. Tras su frustrado paso por el West Bromwich Albion, ambos, club y míster, reconocieron de alguna manera el error al bifurcarse. Unos meses después, el Villamarín era de Primera. Mel conseguía el segundo ascenso con el objetivo de repetir los pasos de su primera andadura.

A pocos días de llegar, Pepe era preguntado a pie de campo acerca de si la entidad sevillana necesitaba centrarse únicamente en lo deportivo. “Bueno, esto es el Betis. Cada semana pasa una cosa nueva, pasarán un montón de cosas de aquí al final. Yo pensaba que cuando ascendimos en el 2010 no iba a vivir una temporada más convulsa que aquella, pero me equivoqué. El Betis te asombra cada semana, pero trabajamos fuerte y nos centramos en los jugadores, en el fútbol y en intentar ascender”. En el inicio de la argumentación Pepe lanza un gesto facial como el de un padre que acepta la situación dándola por esperada. Es desde ahí donde Mel comienza a marcar las diferencias sobre cualquier otro potencial preparador: es imposible que se asombre y que le afecte tanto como a un foráneo las dificultades que puedan sobrevenirse. Sin apenas carrerilla, coge las riendas del Betis y va imprimiendo su sello futbolístico sin soltar el amarre. Conocedor de ambas categorías y de lo que supone un salto de la Liga Adelante a la Liga BBVA, Pepe comenzó a dotar al Betis de rasgos comunes a ambas, logrando una base para competir en la máxima categoría.

Pepe Mel llegó al Betis en noviembre y montó un equipo campeón

Un aspecto crucial en la transformación de un equipo de fútbol, que no se puede demostrar con imágenes o palabras, sino con el visionado y el paso de los partidos, es la mentalidad de un vestuario. Una vez firmó con los verdiblancos, Mel hizo al Betis más ofensivo, pero siempre fue más que realistaMel cambió la cara al equipo en base al conocimiento y contacto pasado que ya tenía con varios pesos pesados del plantel. Junto a esta circunstancia, dotó al equipo de un enfoque más ofensivo que muchos de ellos parecieron agradecer tras la marcha de Julio Velázquez. En base a un 4-4-2 muy compacto, entremezclando defensa y ataque organizados con transiciones y línea defensiva alzada, el Betis recuperó su espíritu competitivo. Los encuentros rara vez le daban la espalda, siendo extremadamente complejo dominarlos desde cualquier fase del juego. Pepe recuperó su camaleónica batuta para mirar y fijarse en el oponente, cambiando sus filas sin reparo alguno.

Como ya hiciera de manera notable y atractiva en su ciclo 2011-2013 en Primera División, Mel manejó la temporada pasada un 4-4-2 con múltiples versiones. Podía jugar con dos centrocampistas como Pacheco –antaño delantero, pero más mediapunta en su periplo titular con Mel- y Portillo en las alas, buscando superioridad numérica y calidad en los pases para jugar arriba o alinear siete días después a Dani Ceballos de segundo pivote y buscar algo más de verticalidad con Kadir, Cejudo o Vadillo, si bien la realidad demostró que el Betis echó en falta un extremo que sigue buscando en este mercado veraniego. Hay de nuevo en el Betis campeón de la categoría esa capacidad de asimilar el juego sin nada premeditado. No hay posesiones duraderas ni bloques muy retrasados por acumulación. Mel siempre hizo hincapié en “ser intensos y respetar la categoría”. Sus características irían de la mano del juego, con la vocación de ser directos y concretos, pero aceptando todos los momentos de cada partido; una continua adaptación al medio y a la pelota. También al marcador, jugando con la necesidad del rival para buscar los espacios en ataque mientras se guardaba la posición tras adelantarse en el marcador. El tan deseado equilibrio competitivo.

El Betis no se casó con nada. Algo que ya le caracterizó en 2011-2013

De ese equilibrio se valió una retaguardia que en Primera División hubiera tenido serios problemas para disfrazar sus debilidades si no era acercándose a Adán. Jordi Figueras, Bruno, Perquis y Rodas destacaban por su envergadura física y su poca explosividad para recuperar metros a su espalda. Basando su juego en la anticipación, pues ni Ndiaye ni Lolo Reyes fijaban su posición con temple, la zaga verdiblanca hubiera afrontado dificultades para competir con las líneas proyectadas. Más allá de sus características, la calidad de toda su línea defensiva necesitaba un salto. Para cubrir esas deficiencias llegan Tarek, el veterano alemán Westermann, Pezzella –más que interesante jugador; internacional con las inferiores de Argentina- y Vargas, los tres primeros centrales, el último el conocido lateral zurdo peruano. Con una adaptación al campeonato por delante, los fichajes apuntan a solventar ese déficit. La experiencia y buen pie de Vargas para acompañar a la pelota a lo largo y ancho del campo debería hacer del peruano una de esas figuras que demandó el colectivo: un lateral que dé salida y pase en campo contrario para crear sociedades en ataque.

Es en esa veteranía en lo que ha incidido Eduardo Macià, su director deportivo. «No es algo que me preocupe. El Valencia campeón de liga contaba con futbolistas como Carboni o Djukic, que superaban la treintena y de largo. Hoy en día el profesionalismo en el mundo del fútbol ha cambiado mucho. Lo que es fundamental es la profesionalidad del jugador. Hay algunos que a los 28 están acabados. Y otros con 36 son titulares en la Roma o en la Juventus. Nos darán experiencia, calidad, serenidad. Además, también tenemos a gente joven. Al lado de Heiko Westermann estaría Pezzella, por ejemplo. En ataque ocurre algo parecido». El Betis ha querido así rodearse de gente muy experimentada, que compense el salto de categoría y reduzca los errores en área propia que cuestan multitud de puntos a los equipos de abajo.

En la medular, por su parte, aparece todo lo más interesante del Betis reciente y del Betis presente. A Lolo Reyes, Xavi Torres y N’diaye ya se les pudo conocer en la temporada 2013-2014, cuando los verdiblancos perdieron la categoría. Ceballos y su posición marcarán el estilo del Betis en primera divisiónHabiendo crecido principalmente el chileno, cuyas características le definen sin ambigüedades, algo nervioso pero intenso, con buena capacidad para ir a la presión cuando el Betis busque el robo, los verdiblancos han conseguido en estos meses la figura de un mediocentro puro, el cual Mel echó en falta la temporada pasada: Didier Digard. El francés cumple a rajatabla la condición de especialista, racionalizando el reparto de espacios y tareas para la nueva medular. A él se sumará Petros, un claro ‘box to box’ que contrastará las labores de contención. El otro gran nombre, tratado con cautela hasta su explosión en el reciente sub-19, es Dani Ceballos, la gran esperanza de la fructífera cantera bética.

Rubén Castro seguirá siendo la bandera. Un crack del campeonato

“Dani es un chaval joven. Están pasando muchas cosas muy deprisa; le veo un poco fatigado y creo que le viene bien refrescarse y verlo desde fuera. Eso no merma un ápice que pueda entrar desde fuera y nos pueda ayudar. Lo está haciendo bien”. Así definía Mel la progresión de Ceballos a mitad de campaña, un jugador que comenzó a dejar destellos en Segunda, antes de explotar, y de qué manera, con la selección nacional. El utrerano mostró una capacidad de mando y una continuidad en el juego que no habían visto aún por el Villamarín, de ahí que su importancia deba ser mayor que la que desempeñó hasta el mes de junio. Su posición marcará un poco el estilo del equipo cuando parta como titular. Sea como interior, desde la banda o la mediapunta, Ceballos ha adquirido una presencia determinante en las transiciones y las posesiones de la campeona sub-19. Vigilar su evolución será extrapolable al estilo del nuevo Betis.

En zona de tres cuartos aparecen los jugadores más creativos. La llegada de Van der Vaart, puesta en duda por la utilización del 4-4-2, deja al holandés como presumible segunda punta, antes que acostado a una banda. Su poca capacidad física invita a colocar su zurda en zonas interiores. Rafa afronta el último tramo de su carrera únicamente para determinar el marcador o dejar el detalle que otorgue puntos. Ello choca con la hasta ahora innegociable doble punta de Pepe Mel: Ruben Castro y Jorge Molina. Sumando a Portillo, Ceballos o Cejudo, el dilema para el técnico es importante. Es en los últimos metros del terreno donde el Betis y este texto se volverán a detener en Rubén Castro. Jugador de rendimiento histórico, Rubén volvió a figurar como un hombre de una categoría superior en la pasada temporada. Su cifra de goles, su impresionante uno contra uno y definición a portería dejan a Castro como indiscutible estandarte ofensivo, sin mostrar aún rastro alguno de declive en sus piernas. El grancanario será de nuevo una de las grandes atracciones de la Liga de los modestos, más aún tras la marcha de Sergio García. Junto a Jorge Molina volverá a formar una dupla que aparece de nuevo como gran aval competitivo para un Pepe Mel que no ha arrancado de la mejor manera la pretemporada. Sabe el madrileño que lidiará con un club extremadamente pasional. Arranca la nueva aventura del Real Betis en Primera.

 
_
Artículos relacionados:
Crecieron juntos
Cruyff, Van Basten, Van der Vaart
Digard junto a Ceballos
El defecto de Portillo


Comentarios (17)

Cargando... Iniciando sesión...
  • Identificado como
Muchísimas ganas de ver al Betis porque me jodió en su día que bajaran porque estaban haciendo un juego vistoso, valiente y bonito y con un N'Diaye para mi pletórico que sorprendió a muchos. No los he visto en pretemporada así que habrá que esperar a la Liga para opinar
Fenomenal estudio, Arroyo. Has descrito de perlas la transición. El Betis 2015 es algo así como la resurrección del 2013. Lo de Mel fue complicado de explicar. Aquel verano marcharon Joel Campbell, Dorlan Pabón y Beñat Etxebarría, y Rubén Castro se terminó operando un tobillo que tenía tocado. Ellos 4 eran responsables de más del 60% de los goles del curso anterior (2012/13). Los fichajes (Verdú, Chuli, o Braian Rodríguez, que este año terminó en Numancia) no dieron la talla, y cuando Castro regresó, el equipo ya era colista, y la bola de nieve del miedo había crecido muchísimo. A eso le sumamos que Nosa, al que durante un tiempo se le tuvo mucha fe, también estuvo lesionado un par de meses al inicio. En fin, un montón de circunstancias ajenas al entrenador que acabaron con el entrenador. Lo que no se podía aparcar es que Mel había sido un técnico ideal para el Betis. Comulgaba con la ciudad, la afición y las particularidades del club estupendamente.

Personalmente, me alegré un montón cuando se dio la reconciliación. Lo de Velázquez fue una tortura. Llevaba cinco meses de trabajo y al equipo no se le veía una sola conducta repetida. No eramos capaces de hacer secuencias de 4 ó 5 pases en campo adversario. Luego llegó Merino, al que muchos han magnificado con el propósito de desprestigiar a Mel. En el seno del beticismo joven se ha instalado una extraña súper exigencia, seguramente alimentada por los éxitos del vecino -el Sevilla-, que muchos han transformado en odio hacia Mel. No entendían que la gran mayoría de los béticos estuviésemos tan satisfechos con él, y a su vuelta lo esperaron detrás de la esquina para apedrearle por conceder un empate, y jaleos así. Una cosa muy heavy que luego él ha conseguido enterrar en base a resultados. Como bien dice el artículo, en meses Mel montó un equipo campeón.

La primavera del Betis fue portentosa. Logró por fin un juego identitario, encontró una dinámica ganadora, y aplastó a todos los 'gallitos' de la categoría. Llevaba apenas un par de semans Mel en Sevilla y ya conseguimos ganar al Sporting en el Molinón, algo que nadie ha vuelto a conseguir en todo el año. Y luego goleamos a Valladolid, Zaragoza ó Las Palmas. Molina y Castro se hinchaban, Portillo estuvo gigante, y N'Diaye, del que se está hablando poquísimo, dominó a lo bestia en muchos ratos. Bien escoltado, Ceballos tocó su clímax. Y hay que decir que en este último hay mano de Mel, como deja caer el artículo. El madrileño corrigió todos sus vicios (aquí explicados cuales http://wp.me/p3PiC9-12e). Lo sentó durante tres jornadas, y al retornar parecía ya otro futbolista, ese que ha impresionado tantísimo en el Europeo de Grecia.

A todos los efectos, Mel nos volvió a cambiar la cara. La afición está ilusionadísima, porque entre 2010 y 2013 él nos hizo subir un peldaño cada curso, y encima se ha fichado con muchísimo criterio. Macià vino con muchísimo 'hype', y creo que ha cumplido. La sola decisión de explorar en mercados tan extranjeros ya lo diferencia de sus predecesores, y ha reforzado cada posición en la que el equipo adolecía. Pezzella, Digard, Vargas, Petros ó Van der Vaart -al que seguramente se ha fichado como imán para atraer a otros hacia el proyecto- responden a necesidades reales. En fin, no sé qué puedo decir. Estamos todos deseando que llegue el domingo, y ojalá le dediquéis muchas piezas al Betis durante este año, será señal de que las cosas nos va bien ;-)
@migquintana @DavidGlez6
Quintana, lo que comentas de Rubén es un tema un poquitín obsoleto, pienso. Su acople en la izquierda no es una posibilidad, sino una... digamos una "realidad inmutable". Explícita o implícitamente, es donde él se acomoda siempre. Luego cuando la jugada se lo pide él no tiene problemas en tirarse al centro. Pero lo de caer a banda izquierda es un hábito que creo que no se le puede cambiar xD Lo ha hecho siempre, con más o menos frecuencia, y aún así termina estando en el lugar de ejecución para poner ese gesto final. No sé, igual el equivocado soy yo, y es algo a mejorar, pero 'a priori' no me preocupa.
La de Vargas me parece una incorporación muy interesante por parte del Betis. Le dará un salto de calidad a la salida por la izquierda del equipo, aportando profundidad. Gran fichaje a priori.

Ando algo fuera del día a día del Betis, pero sorprende la poca esperanza que se tiene en Vadillo y la nula importancia que parece darle el aficionado bético a su posible marcha. Le castigaron mucho las lesiones, pero tenia pintaza.
@ David González

¿No puede ser que la pretemporada bética haya sido decepcionante porque el equipo ya está hecho y no ha tenido tensión suficiente a causa de ello? Alguna vez hemos visto pretemporadas bastante normaluchas del Barcelona y que luego cuando llegaba lo oficial se ponía las pilas y era un ciclón. Sin embargo, cuando los equipos se están formando, aunque son peores equipos, juegan con una marcha más y se les ve otro brío.

¿Podría ser esa la causa de la pobre pretemporada bética?

@ Pablo

Mmmm, yo albergo algunas dudas. Vargas, el gran Vargas, me parecía buenísimo. Pero buenísimo, vamos, el lateral para un candidato a la Champions. Ahora bien, ¿cómo anda de ilusión y físico este hombre? Es un poco como el tema de Van der Vaart...
A propósito, como Antonio Durán, aprovecho para felicitar a Arroyo por el texto. Me parece una de las maravillas más grandes que ha escrito sobre fútbol y no hay pocas donde elegir. Brutal Arroyo.

Y dicho sea de paso, Antonio Durán no ha andado a la zaga.

Por favor, que haya todos los días 25 comentarios como el de Antonio Durán. Así de largos y argumentados. Perderá tiempo para otras cosas pero merecerá de sobra la pena.
@Abel

Comprendo tus dudas, incluso en el fondo casi las comparto, pero tengo la esperanza de que, si Mel consigue una solidez atras que le permita desplegarse con alegría y si fisicamente está a un nivel aceptable, el peruano se convertira en uno de los referentes del equipo.
@Abel

Jajaja se intentará, Abel, se intentará. La verdad es que tenía un montón de ganas de que analizáseis al nuevo Betis de Mel en plena profundidad. Sé que en Ecos le prestáis muchísima atención a los ascendidos, y me extrañaba que todavía no hubiese ningún texto largo sobre el último campeón de Segunda. Por ahí iba el tuit de ayer^^

A propósito, aprovecho para comentar un detalle que antes me dejé en el tintero. En los últimos diez partidos del curso pasado, se vio al equipo especialmente reactivo, y hablando con un buen amigo me decía creer que Mel ha vuelto de Inglaterra obsesionado con ser más sólido. Allí el WBA marcó muchos goles, pero también recibió muchísimos, y este tipo me decía que Mel ha regresado de la Premier con esa idea: el encajar menos como asignatura pendiente.

A ver qué ocurre este año, la plantilla es buena, y él siempre es competitivo. Estamos pendientes de lo de Joaquín, que está todavía algo turbio, pero sería la gran guinda de esta tarta. Un subidón de calidad.
De VdV en pretemporada ganas, ilusión y una lesión. Poco más...
¡Grande Arroyo! Emorme artículo.

"La llegada de Van der Vaart, puesta en duda por la utilización del 4-4-2, deja al holandés como presumible segunda punta"

¿Descartamos que juegue en la posición de Digard? Lo digo porque romper el Castro-Molina no creo que sea fácil, y no veo a Van der Vaart de suplente en este Betis a poco que esté motivado.

@David

"Lo de Van der Vaart veo que no genera mucha ilusión"

¿¡Cómo puede ser esto posible!?

Publicar un comentario nuevo

Comments by

Ecosdelbalon.com - - Política de Cookies.