El valor del gol

La verdad es que cada año me sorprendía de que siguiese siendo Roberto el titular en Granada

Abro debate, por que creeis que en general los porteros están tan poco cotizados en el mercado, en cuanto a dinero invertido en fichages me refiero, siendo en mi opinión uno de los puestos claves de un equipo? Hay algún puesto que tenga más relevancia e impacto directo en el resultado?

@MarkelHxC

La pregunta sería por qué están (estamos) tan poco cotizados en la vida.

@MarkelHxC

"Hay algún puesto que tenga más relevancia e impacto directo en el resultado?"

Es una pregunta muy difícil. El portero salva y mucho, pero no puede darle la vuelta a lo imposible en 9 de cada 10 partidos, mientras que el delantero seguramente resuelva 1 de cada 3. Por ejemplo, vamos a poner que Messi y Neuer son los mejores en sus posiciones. Pues el Bayern no pudo rozar la eliminación del Barcelona, y Leo superó a Neuer. En la final del Mundial, sin embargo, Neuer fue campeón, pero aunque jugó muy bien, en realidad no paró ninguna de las que tuvo Argentina. Uso esto para tratar de explicar que el portero vive dependiente de lo que sucede entre los jugadores de campo, y de ahí que tiene un valor inferior en el mercado, pienso.

Dicho esto, estoy seguro de que por los mejores Buffon o Casillas, por Courtois o por el propio Neuer, un PSG estaría dispuesto a pagar más de 50 o 60 kilos. El tema es que resulta difícil comprarlos y casi siempre se busca el perfil joven para que crezca, tipo Oblak, Ter Stegen, De Gea en su momento, etc.

El fútbol y la salsa del mismo es el gol por eso de su cotización. Pero finalmente sin una buena portería o estructura defensiva a nivel medio pocos objetivos se logran alcanzar.

@DavidLeon

Muy buena explicación, estoy muy de acuerdo. Lo más cotizado en el fútbol es el gol y de ahí para abajo.

@DavidLeonRon

Analizar el fútbol utilizando a Messi es muy duro e injusto 😉
Ahora enserio, claro que cada puesto es muy dependiente del equipo, pero realmente no crees que el portero esta si no al mismo nivel si muy cerca de tener la relevancia de un delantero? Creo que un gran portero salvan puntos inmerecidos, de esos que hacen creer en tu proyecto aun cuando todo se tuerce (al igual que el delantero) y sin embargo las diferencias son avismales. Me parece increible ver como el Madrid puede tener jugadores de como en el banquillo de la talla de Isco y sin embargo no invierte en su portería. SI hay que gastarse 100 millones en Bale, porque no en Courtois?

Interesante debate en el que, por primera vez, no estoy del todo de acuerdo con Quintana en un tema relativo a porteros. No lo estoy en lo referido al Córdoba del año pasado, pues siendo cierto que ninguno de sus metas brilló, la verdad es que la clave del hundimiento del equipo fue otra y los partidos se iban por el sumidero, uno tras otro, por desastres individuales y/o colectivos ante los que al meta se le pedía un milagro.

Y tampoco termino de coincidir en relación a Andrés Fernández y el Granada. Primero, porque aunque el ex osasunista me gusta, no me parece tan decisivo como lo han podido ser Fabricio en el Deportivo o Sergio en el Celta (en un tramo de la temporada), por poner dos ejemplos; y segundo, porque me extrañaría que este Granada de Sandoval vaya en la línea de las temporadas anteriores con Abel Resino, Alcaraz o Caparrós. Creo que será un equipo más abierto y el valor del gol será otro, visto su juego en la primavera pasada y los precedentes del técnico en Rayo y Sporting.

Andrés Fernandez en sus dos primero años en Osasuna fue un portero TOP, sin discusión.

En su tercer año tuvo la desgracia de cantar frente al Real Madrid, es decir, tuvo un fallo gordo que daría la vuelta al mundo, pero no creo que hiciera mala temporada. Me gusta que no se le de la importancia que tiene a este fichaje, porque sin duda sorprenderá, y eso será muy grato para el aficionado del Granada.

Disfrutadlo, le echaréis de menos, creerme, se de que hablo.

Este año será distinto. Escribo achispado por la cerveza y eufórico en mi forofismo, pero dejando de lado el hecho de que hay jugadores que parece que tienen magnetismo para los goles y ellos solos se los cocinan y los comen (magnetismo del de polo idéntico, el que parece sobrenatural y es capaz de mover trenes maglev. Y no del que deja el balón falto de ideas pegado a la bota, y rápidamente se ve encimado por un defensor) el gol es una cuestión de sistema. Tiene relación directa con el espacio en el que habita el juego. En el Granada de primera división la época más prolífica fue la primera de Resino, y fue quizás por desesperada, en la que más cerca se jugó del área contraria. Con esa línea defensiva absurdamente adelantada y el vértigo ansioso en tres cuartos, con un equipo más de segunda que de primera cargado en las espaldas de Martins. Al que en Los Carmenes le debemos y le queremos mucho.
Los demás entrenadores fueron aún más parcos en argumentos ofensivos, con especial mención a Caparros y el desastre que brindo con su fútbol paleolítico, más preocupado en el marketing de su figura como entrenador que en cuajar un grupo de identidades dispares en las que el sacrificio grupal era quimérico sí el requisito primero era el del más absoluto aburrimiento futbolístico.
Pero este año, Sandoval tiene material y sabe como usarlo. Vamos a ver un Granada que va a sorprender. Con un doble pivote de tinte creativo (Márquez, Rico, Khrin, Rubén Pérez) y una movilidad en banda excepcional. Laterales de recorrido largo y con potencia como Foulquier. Con gente escorada en el último tramo permutando posiciones: Rochina, Piti, Rober, Edgar, -la perla- Success y Nico López, que sí despunta fliparemos.
Habrá que solventar problemas tácticos y posicionales en defensa derivados de los laterales adelantados y ahondar en el sacrificio y velocidad en las coberturas de los pivotes, pero firmaría que el gol está asegurado, rara avis granatensis, y con eso ya hay medio camino andado. Porque el gol es la alegría de los parroquianos.
El fichaje de un central expeditivo, de esos que saben lo que es un tapón, sería la guinda.
Mañana, de resaca, quizás lo vea todo menos optimista.