España jugará las semifinales del Europeo sub-19 dejando claro que sus mayores virtudes nacen de jugadas antes que juego y dominio con la pelota. Los chicos de De la Fuente empataron ante la Holanda de Aron Winter cediendo la iniciativa y aprovechando la tremenda calidad de sus dos mejores hombres, procurándose acciones concretas y aisladas. Terminó sufriendo cuando los oranje se percataron de que por raso no generaban lo deseado, haciendo de van Amersfoort su mayor puntal en el juego directo. España, colectivamente, lo tuvo claro desde el inicio.
Holanda fue a más por altoCon un 4-4-2 replegado en campo propio, España sabía que mas que a una selección, enfrentaba una escuela que utiliza siempre el mismo sistema, maneja conceptos muy similares y que únicamente se distingue de otras ‘camadas’ por el talento de sus futbolistas, y como esta Holanda de lo último no va especialmente sobrada, España podía intuir cada pase, orientar la salida tulipán hacia las bandas y salir con espacios ante una zaga menor en número y con demasiado espacio que gestionar. Rodrigo -jugadorazo-, Merino y Vallejo en la anticipación cerraban el carril central si la pelota venía veloz por dentro. Por fuera, los uno contra uno de Nouri no inquietaban lo suficiente.
Ceballos es fundamental para las opciones de España en Grecia
No obstante, no se puede decir que España saliera mucho; más bien lo contrario. Nunca se hizo con la pelota y cuando la recuperó no es que produjese una cantidad de ocasiones realmente importante. Sucede que tiene a dos jugadores de un nivel muy alto, de los que pueden crear jugadas sin inercia previa. La calidad individual de Marco Asensio puede valer el torneo, así como la de Dani Ceballos, quien fue, casi por castigo, tendencia entre los que lo vieron. Lo de la perla del Betis rozó un aire exhibicionista, con detalles de futbolista original. Un interior sin acotar que aparece por donde le pida el juego y que se acerca a los últimos metros a marcar diferencias. El pase a la espalda de la zaga rival fue una opción que él convirtió en virtuosismo.
En clave holandesa, el centro al área combado desde la izquierda hacia el corazón del área fue la acción del juego que mayor rédito otorgó a Holanda. Empujaba a España a cerrar sus filas y a ceder altura defensiva. Entre tanta intentona, cuando el recurso concreto se convirtió en actor principal, el cántaro se rompió, con el mencionado van Amersfoort recibiendo e incordiando a Vallejo y Meré. Tras el pitido final, y tres partidos de fase de grupos, España parece destinada a competir desde la adaptación, la calidad y la competitividad.
morelli 14 julio, 2015
Es una sensación mía o la selección española está tiesa físicamente. La historia de los partidos suele ser la misma. Ideas muy claras al inicio, se hilan varias jugadas, Mayoral marca un gol, manejamos el juego y lentamente se pierde posesión, claridad y terminamos sufriendo. Creo que el máximo problema del equipo es de físico.