
Luis Enrique hizo un truco de magia pero nadie se dio cuenta. El Barcelona estaba aburrido. La rutina lo había matado y sepultado. Quizás era la vejez de un sistema que brilló más que ninguno; un fulgor tan singular y potente que cegó a muchos. El fútbol ya no tenía que buscar el Santo Grial. Lo había encontrado y vestía de azulgrana. ¡Qué emoción! ¡Qué locura! ¿Cómo evitar caer en la tentación? Lionel Messi era algo nunca visto. Era inverosímil. ¿Cómo creerse que un mortal hiciera lo que Messi hacía? Tenía que ser divino. Sobrenatural. El anillo único de El Señor de los Anillos: uno para dominarlos a todos. Uno sólo. Messi, Messi, Messi, Meeeee-ssi. Regateaba hasta al tiempo y los goles, oh los goles, tantos que sus números superaban los de equipos enteros. Tenerlo a él era llevar siempre las blancas. Ser siempre el favorito. No había que inventar nada. Desempolvaban el viejo sistema y le daban el esférico a Messi. Pero se cansaron. Dar mil pases en cadenas perfectas ya no era divertido. Era una carga como la de un anciano relojero que todos los días tiene que subir unas escaleras rechinantes para irse a dormir. Y a Messi lo habían enjaulado. El falso 9 se había convertido en la prisión de un rey, en la prisión de un dios. El precioso castillo que lo encumbró como el mejor se había transformado en su cárcel. Luis Enrique lo liberó. Esa fue su magia. Ir soltando los grilletes de la bestia poco a poco hasta libertarlo por completo. Hoy el Barça está lleno de energía y a punto de un triplete. Meeeee-ssi.
Agarrarse del poderío futbolístico de Messi es tendencia en Barcelona.
Desde que llegó, Luis Enrique cambió cosas. El acento dejó de ponerse en el mediocampo y pasó a estar en la delantera. El sistema del asturiano iría evolucionando a lo largo de la temporada desde el trío de delanteros cerrados con Messi en la mitad hasta lo de hoy, con Messi en todas partes y en ninguna, aunque en el papel aparezca en la banda derecha. Había que entregarse a Messi, pero no de la forma en la que se había hecho hasta entonces. Messi respondería. Y respondió. El falso 9 desapareció, Messi volvió a regatear y además se descubrió en él al mejor pasador del planeta. Desde ahí se encumbró el nuevo Barça.
Todo pasó más o menos el día del Espanyol. El Barcelona ya había encontrado un sistema que potenciaba el fútbol de sus tres atacantes, basado en el pie de Messi y en el regate de sus extremos, pero ante el equipo perico habría un update que desencadenaría el mejor momento de la temporada blaugrana. Este pasó por la posición del argentino que vino a ser no darle posición. Messi es un universo. Un cosmos infinito de soluciones futbolísticas, de acciones técnicas sin parangón y movimientos ganadores. Encierra en sí toda la sabiduría posible. Es demiurgo. Crea cosas que no existen ni existirán otra vez. Messi es fútbol y debe ir por libre. Así lo entendió su entrenador y así creó un sistema en el que la posición de Messi es Messi en sí mismo, tal y como lo fueron Cruyff, Di Stéfano, Maradona y Pelé antes que él. El Barcelona marca en muchos momentos un 4-3-3 perfecto en el que Messi es el extremo derecho del sistema (foto de la derecha); sin embargo, el transcurso del partido lleva al rosarino a visitar todas las zonas del campo desde las que pueda crear. Messi es un pintor asesino y el campo de fútbol un lienzo. En el Barcelona, Lionel recibe por lo menos el mismo número de veces en la banda derecha que en el centro, detrás de Suárez. Es al mismo tiempo el extremo, el mediapunta (Foto) y el interior derecho del equipo (foto de abajo a la izquierda). A veces se viste de mediocentro (foto de abajo a la derecha) y nunca olvida su corazón de delantero (Foto). Incluso visita a Neymar de vez en cuando (Foto). Su presencia es total. Está donde el balón lo necesite. No hay más explicación.
El nuevo sistema le brinda más libertad de la que nunca ha tenido.
Pero, ¿cómo encaja todo eso con los automatismos del Barcelona? Pues de forma absoluta. Messi es el sistema nervioso central de su equipo y todo lo que hace tiene que ver con él. Tomemos por ejemplo la salida de balón. El hombre clave de la misma es Daniel Alves. El brasileño recibe el segundo o tercer pase de la cadena, levanta la cabeza y tiene a Lionel al frente (foto de la izquierda), ya sea pegado a la banda o donde debería ir Rakitic. Estamos hablando de que el futbolista más desequilibrante del mundo es el tercer o cuarto pase cuando el Barça saca el balón (Foto); sin embargo, a diferencia de otros colectivos en los que ha estado, Messi no se ve requerido a bajar y dar el primer pase. En el Barcelona la salida de balón para Messi es momento de descanso (Foto). Se acerca a Alves, pero continua la jugada (Foto). Sus esfuerzos no se concentran en esa fase del juego. O bien le devuelve el balón al brasileño o se lo da a un mediocampista. Sólo cuando está preparado para hacer daño desde su primer contacto decide entrar en acción y entonces busca conducciones hacia adentro (Foto) para activar su arma mortal: el pase con rosca (Foto). Y ese es el truco. Aunque Messi no sea importante para sacar la pelota (Aunque a la larga lo es porque los rivales no presionan por estar él esperando detrás de esa presión), la salida del Barcelona quiere dársela rápido porque si las condiciones se dan puede llegar a ser devastador. Y es que no hay otra palabra para describir lo que el pase interior del argentino causa.
Hacemos un paréntesis aquí para explicar de lo que estamos hablando. Con permiso de su regate hacia adentro más disparo al palo largo, el pase combado de Messi es la jugada más potente que ofrece el fútbol ahora mismo (Secuencia Completa). Sin duda es una de las razones por las que Luis Enrique movió al argentino a la derecha. Activar el interior de su pie es el objetivo número uno de todos los ataques de su equipo. Todos hemos visto la acción: Messi recibe, encara un poco, se perfila y lanza con una precisión estratosférica un balón súper venenoso al lugar en el que ni el central ni el lateral derecho llegan para que Neymar, Alba o quien pase por allí (Secuencia Completa) ejecute una jugada de más de medio gol. Es capaz de lanzarlo desde posiciones muy anchas (Foto), o posiciones muy estrechas (foto de abajo a la derecha); incluso de posiciones alejadas (Foto). Es milimétrico y, repetimos, mortal. Un equipo de fútbol que se enfrente a Messi tiene como misión principal que Lionel no pueda meter ese pase (foto de abajo a la izquierda). Si lo hace, estás vencido. La Liga BBVA cayó rendida ante ello. No hay que terminar esta pausa sin hablar también del potencial defensivo de la maniobra. Como con Ronaldinho hace diez años, el Barcelona ha encontrado en el pase interior de su estrella la base de su transición defensiva: Messi empuja la defensa sobre su portería y, en el extraño caso de que logren rechazar el balón, el rebote siempre es de los mediocampistas del Barcelona que llegan de cara sobre la frontal. Es el juego del Barcelona resumido en una sola acción. El jugador que no corre (Foto) es el mejor defensa de su equipo (Foto).
El pase con rosca de Messi es el sistema de juego del FCB
¿Y qué cuando Messi no tiene su pase a la mano? Pues todo. El Messi más diverso aparece en los ataques posicionales de los suyos. Abandona la banda y revolotea por todo el terreno ofensivo (Foto) solucionando problemas y amenazando con el gol. Es muchas veces mediapunta. Forma un rombo (Foto) en el mediocampo que él corona indetectable entre líneas (Foto). Parece que está quieto, pero nunca se detiene de verdad. Va dando pasitos laterales para alejarse de la marca y recibir libre. ¿Cómo es posible que el jugador más referenciado del planeta reciba con tanta libertad a veces? (Foto) Messi lo logra. Se mueve como una sombra, estático pero en movimiento perpetuo, e indica a los suyos el lugar en el que recibirá (Foto). Luego su control perfecto hace el resto. No concede nada al contrario. Si no estás al 300% simplemente no lo hueles (Foto). Y Messi ordena. Se junta con Iniesta, toca para Busquets, se mete al interior derecho y hace de Xavi. Si tiene que ir a recibir de los centrales lo hace (Foto), organizando el ataque desde los primeros compases. En la derecha, en la izquierda y por el centro (Foto). El balón le busca como imán y él decide cuando es la hora de matar. Si cree que es el momento… regatea o se hace hueco para lanzar su súper pase y a otra cosa. Lo de Messi en el regate es histórico. No hay florituras. Todo en él es como la ejecución de un maestro ninja. Frío. Asesino. Desde el regate Messi se inventa goles que no existen. El que le marcó ante el Athletic es un buen ejemplo. Los rivales están tan enfocados en cerrarle el regate hacia adentro que olvidan que también se va por fuera y es casi igual de destructivo. A cincuenta metros o en una baldosa. No importa. Es el número uno y vuelve a estar fino, eléctrico, ágil. Demoledor. Desconcertante. Su repertorio técnico cuando regatea no tiene fin. El dominio técnico es apabullante. Se escurre por los pasadizos más estrechos y sale vencedor. Quiebre tras quiebre, recorte tras recorte. Messi regateando te desmoraliza.
También puede pasar lo contrario y que Messi decida no participar. Que decida ser un observador en la distancia, un cazador al acecho. Se aleja de la jugada, deja que siga su curso, pero no la pierde de vista (Foto). Al primer tic que lo active tira un ruptura poderosa (foto de abajo a la izquierda) y entra al área determinado a anotar. Se convierte en ‘9’ (Foto). El área es el patio de su casa. Ha aprendido a hacerlos de todas las formas. De cabeza midiendo 1,70 y de derecha siendo zurdo. Puede que la pierna derecha de Messi sea la más peligrosa que haya. Es un goleador letal. Un killer que se despierta al mínimo impulso de gol (foto de abajo a la derecha). Lo siente y actúa en consecuencia. Incluso puede hacer desmarques cortos muy rápidos en varias direcciones para buscar posición de gol. La lee como nadie, casi como si el balón le avisara, como si tuviera una relación intima con él y con gol que no tiene otra persona. A veinticinco metros (Foto) ya es mortífero. La pone al palo largo, su preferida, o al corto. Le pega con potencia, con efecto y precisión. O la pica con sutileza. Responde a los designios del arquero y siempre encuentra la respuesta correcta al enigma de la atajada. El gol para Messi no tiene secretos.
Messi ha desarrollado un instinto goleador sin parangón
El nuevo Messi ha terminado potenciando a todos los suyos. Jordi Alba y Rakitic han encontrado sentido gracias a él. Iniesta y Alves, cuando muchos pensaban que sus mejores días estaban en el pasado, han seguido brindando al Barcelona un servicio inconmensurable que de no ser por Messi seguramente no podrían. Es su socio y el hombre que activa sus mejores virtudes y las pone al servicio del colectivo. Ni que hablar de Neymar y Suárez, compañeros de caza a quiénes ha hecho mejores futbolistas de lo que eran hace doce meses. Es lo que te da tener sinergia con el mejor. Te impulsa y te lleva a nuevos registros. Te obliga a estar a la altura. Es el universo Messi. Allí donde está todo. Y siendo solamente él, Messi es feliz. Con eso es suficiente.
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@ANTONIOLI_65 · hace 511 semanas
Enorme.
hola · hace 511 semanas
@Santahuevo · hace 511 semanas
SergioMartin91 76p · hace 510 semanas
sobris · hace 510 semanas
@Folazo · hace 510 semanas
A los que somos del Madrid cada día nos queda menos pero poder volver a ganar, hasta entonces... A disfrutar de uno de los mejores de la historia, por no decir el mejor, el que pueda, porque a mi de verdad que a veces me mata su superioridad, como dice el artículo, es jugar siempre con blancas.
@javi15195 · hace 510 semanas
De este muchacho ya está todo dicho. Hay muy poquito que añadir. Yo solo hago un recordatorio: si el Barça se hace con la Copa de Europa esta noche, Leo Messi será el argumento competitivo más poderoso de la historia del fútbol. Si había un 0'01 % de dudas antes del partido, si consigue la Quinta para el club, su determinación será sencillamente IRREFUTABLE. Vivir dos épocas futbolísticas distintas (construidas bajo directrices dispares) siendo él el epicentro y mostrar al mundo dos realidades bien distintas de su juego siendo absolutamente demoledor en ambas... Ni me salen los adjetivos ni es necesario plasmarlos aquí. Su figura ya está cargada de excelencia. Los imposibles, con este chico de tu parte, son mucho más que posibles.
@migquintana · hace 510 semanas
@SergioMartin91
¿Es compatible que ésta sea su mejor temporada como futbolista y que, pese a todo, no sea su versión más indefendible e inhumana? A mí es que este Leo me maravilla hasta dejarme sin adjetivos, obviamente, pero creo que lo de 2011 era una cosa de locos. Una neurosis del fútbol. Un fallo del fútbol. Un bug. No era ni medio normal.
@sobris & @Folazo
La otra reacción es no reaccionar. Incluso tras ver dos o tres repeticiones del gol, no entiendo cómo hace lo que hace. Es decir, no sabría explicarlo. No sabría representarlo. Va demasiado rápido como para entenderlo.
Abel Rojas 130p · hace 510 semanas
Es que es justo eso. El único nexo común entre este equipo y el que ganó las Champions de 2009 y 2011 es que Messi es una barbaridad. No hay más. No hay juego de posición, no hay Xavi, etc. Hay Suárez, hay transiciones, hay verticalidad, etc. Messi justificó el modelo del control absoluto logrando romper la calma más total. Y Messi justifica el modelo más roto porque crea mucho más que sus contrarios en este contexto. Y a mí no me hace falta que gane esta noche ;-) Para mí, un partido nunca puede cambiar una opinión tan formada como la que tenemos sobre Lionel.
@danityla · hace 510 semanas
@migquintana · hace 510 semanas
Tampoco queremos hypeartelo demasiado... :D
sobris · hace 510 semanas
el fútbol del Barcelona ahora de basa en saber leer correctamente los huecos de todo lo que el genio hace.
Y luego su nadie le apoya pues se inventa un gol y ya esta.
Por cierto, no entiendo hablar de messi sin ver el vídeo de messi es un perro (no se copiar vídeos lo siento)
El fútbol es tan grande y es una expresión tan buena de la vida
@pandando · hace 510 semanas
La efectividad de su pase de rosca y de su pase en profundidad ha mejorado enteros en parte por la calidad del receptor y en parte también porque Luis Enrique se nota que lo ha trabajado. Es más, Messi creo que confía más en él, abusa más de él y sabe que el receptor luego se la puede devolver, y esto no es de lo más comentado en Ecos, pero Messi da el pase y si está relativamente cerca acelera, pega un sprint y se planta en el área llegando por sorpresa, porque su marcador no suele seguirle, para finalizar. Lo que se decía mucho con Fábregas de es mejor llegar que estar Messi lo tiene como arma y casi como hábito.
Mi enhorabuena por cierto por el seguimiento de la final, una maravilla.
JaviB · hace 510 semanas
- El Messi extremo cerrado por lateral e interior, más la línea de cal: 2 defensas.
- El Messi falso delantero, encerrado en "la jaula": 4 defensas escalonados.
- Y ahora tenemos al Messi con libertad absoluta, y para mí lo más importante, capaz de tener influencia cerca (regate, diagonal, toque corto), y lejos (rosca): 6 defensas (los 4 que se tienen que escalonar, y lateral y central contrarios para el pase largo).
Cada vez tiene más recursos, hacen falta más defensas para pararlo y además no pueden ser los especialistas porque cambia de posición. Simplemente brutal; nadie en la historia tuvo que combatir contra el video, grabaciones y estudios detallados de los movimientos de un jugador.
Con todo esto, y después del destrozo de semifinales, creo que ha dado comienzo (oficialmente, con las mejores mentes del fútbol obsesionadas con ello...en la liga hemos visto alguna cosita ya) la carrera por frenar a este nuevo Messi.
Hoy Round 1- Allegri ¿qué vas a hacer hoy? No intentarlo, es rendirse...y no creo que sea una característica de esta Juve.
No es para hoy, pero creo que la llegada de Benitez a la liga, es solo otra pieza de esta guerra fría :)
Los aficionados, palomitas y a disfrutar!
@migquintana · hace 510 semanas
Les da sentido porque reduce mucho su responsabilidad. Sólo hay que mirar a Ivan Rakitic. Un futbolista que hace un año no podía jugar tan atrás, que no tiene condiciones de interior del Barcelona y que, pese a todo, se elogia su adaptación al contexto blaugrana. Y así debe ser. Pero el contexto lo da Leo Messi, con la ayuda de Luis Enrique y los dos bichos que tiene como compañeros, porque a final de cuentas él es el proyecto.
@pandando
Pero no hay que mirar a Alexis o Pedro.
Neymar y Suárez al lado de Messi parece que fallan muchos goles. Y aunque el uruguayo no es tampoco una certeza de cara a puerta, es que esos errores que pueden llegar a cometer son normales. Lo que es ilógico es que todos los controles de Leo sean perfectos y que cada vez que carga el chut sepamos que va a ser gol.
@JaviB
Allegri siempre ha entendido bastante bien a Leo.
Al menos todo lo que se le puede entender. Lo que quiero decir es que no muestra ese pequeño ¿desconocimiento? de su figura como si han mostrado otros técnicos, mismamente, en esta Champions League.
@pandando · hace 510 semanas
Bueno, claro, pero es que no es solo eso. Leo cuando pasaba un balón largo a Alexis o Pedro era más raro que subiera a sprint porque no confiaba en que sus compañeros la aguantaran y le pusieran el punto de calidad idóneo para que la jugada saliera. Pedro o Alexis perdían la ventaja creada por Leo y no recomponían luego en muchas ocasiones. Lo que intento decir es que se nota el trabajo de Luis Enrique en buscarla, pausar o acelerar según la situación y a qué zona va el pase, la calidad del receptor y, sobre todo, la toma de decisiones, que tiene que ver con las dos anteriores, trabajo y calidad.
Braco · hace 510 semanas
Yo me hice una pregunta al cabo del artículo, la siguiente (fútbol-ficción): Si Cristiano Ronaldo jugase en el Barcelona, por izquierda... ¿Qué tan brutal sería su relación con el pase de rosca de Messi?
@MendiolaVictor · hace 510 semanas
@RicardoFayet · hace 510 semanas
Porque vamos, "resumir" lo que ha sido Messi este año tiene tela. Explicar racionalmente y en detalle cada faceta de su juego, buf. Pero aquí lo tenemos. Me lo guardo para cuando me pregunten mis niños más tarde que tenía de tan especial aquel Lionel Messi :)
Aparte de eso, ese pase con rosca a mi me ha dejado de piedra esta temporada… Es como esa jugada de Robben que se decía que todos la esperaban y nadie lograba pararla, pero en mucho más frecuente y aún más letal. Allegri dijo que tendría un plan para intentar frenar a Messi, yo me pregunto lo que puede hacer… Anular el pase con rosca ese significa abrir totalmente la banda derecha donde esta temporada Dani es brutal… En fin, que no le veo muchas "soluciones" a la Juve.
@omarps80 · hace 510 semanas
Es que con esa libertad que tiene ahora es que condiciona a los equipos todavía más.
Para muestra la final de copa, que ya analizaron tan bien en su momento, después del 1:0 se ve un cambio de actitud del Athletic brutal, como con miedo. (pues cómo no verdad?)
Y es por esa libertad que tiene que ahora te machaca cada vez que puede, es incisivo. En el 2:0 viene de una jugada por dentro que le paran, el rebote le cae a Rakitic... Y se la vuelva a dar a Messi! Que a final de cuentas es el que da el pase decisivo a Luis Suarez.
En fin, todo esto como contrario, te desmoraliza!!
Aprovecho para comentar que es mi primer comentario en Ecos, hacen un trabajo fenomenal y me han hecho entender el futbol a otro nivel.
Un abrazo y saludos desde México.
varogs · hace 510 semanas
La lucha de Suárez, su verticalidad y su nivel de atracción para los defensas creo que han ayudado mucho al 10 a la hora de desenvolverse. Y luego, cómo no, es que todos le buscan arriba. Todos, siempre, buscan primero a Mesi, y ya si eso, la recibira otro.
Es increíble la vuelta que ha dado la cosa desde el principio de la temporada. Mi crédito también para Luis Enrique claro.
Saludos.
PD: hay algo que tiene el barsa y no mi Madrid, que no tiene que ver con el fútbol en si, y ha permitido que haya paciencia y no mayores estridencias cuando al principio pintaban bastos... creo que es paz institucional y con la prensa. La presión que se genera en la capital desde la prensa es tal, que no se podría haber recuperado una temporada así. Quizá tengamos la heroica, pero yo envidio esa paciencia.
gustavo · hace 481 semanas