Cerrando el centro

El fútbol es un deporte de parejas. Desde las más tradicionales, conformadas por dúos de defensores centrales que hacen historia, hasta las más emblemáticas duplas de delanteros centro: Salas-Zamorano, Romario-Ronaldo, Cole-Yorke, Vialli-Mancini, etc. A mitad de camino entre ambas también suelen erigirse los dobles pivotes que se han convertido en clásicos del fútbol de hoy. Incluso algún doble enganche histórico asoma en la memoria. Dos, dos, dos, dos. Siempre en la misma línea. O casi siempre, pues el balompié, infinito, ha visto parejas que se saltan esa regla y que como Maradona y Redondo, en el mundial del 94, bailan al mismo son a alturas diferentes, unidos por una pelota amiga. Y ahí está el detalle. Es difícil entrever parejas de futbolistas jugando en líneas diferentes del campo sin que los junte el balón. Es raro. Rarísimo. Pero existen. En el Dnipro hay una.

Rotan y Kankava son pareja aunque no jueguen al lado

Los dos son muy intensosRuslan Rotan y Jaba Kankava no comparten posición en el campo, pero han sido definitivamente uno de los dúos más importantes de la presente edición de la Europa League. Es imposible no relacionarlos. Trabajan juntos y su labor principal en el campo no tiene mucho que ver con lo que hacen con el balón en los pies. Su fútbol está enfocado al cortocircuito. Del rival, del balón, del partido. Rotan desde la mediapunta y Kankava desde el mediocentro aúnan fuerzas para que por el carril central no pase nada. Y es que ahí, en el carril central que ambos comparten, es donde el Dnipro es más fuerte. Todo gracias al buen hacer de la pareja que presiona, repliega, cierra líneas de pase, gana rebotes y mete la pierna para robar pelotas con mucha intensidad, concentración y acierto. Entre ellos dos, por ejemplo, sellaron la zona interior en la eliminatoria ante el Napoli y el equipo de Benítez se vio obligado a un insípido juego de bandas en el que no eran superiores a los ucranianos. Ganaron la eliminatoria.

No hay que obviar que, aunque es Rotan el símbolo y capitán del club, el futbolista capital del repliegue del Dnipro es Kankava. La figura del georgiano se proyecta sobre el colectivo de su equipo: nervio y fuerza en el retroceso. Va a por todas y gana muchas, con un índice de actividad altísimo que combina aventuras individuales buscando el robo arriba con jugadas de mediocentro escoba. Si Banega es el mediapunta, el argentino va a tener que moverse mucho para escapar del asedio del ‘pelado’. La misión del Rotan-Kankava será que el balón nunca pase por su zona. Cerrarán el centro.