Querido Pep: | Ecos del Balón

Querido Pep:


Leo tu carta con letra de poeta y la emoción me sacude el cuerpo. Siempre te gustó ese lenguaje, la lírica de las pequeñas cosas. Tú, que las hiciste tan grandes. Tú que me diste el mundo y tan solo me pediste a cambio el poder liberarte de un cinturón que ya te apretaba demasiado. Un pequeño paseo por el jardín de esta casa, con Cristina, Màrius, Maria y Valentina, tu otra familia. Qué menos podía satisfacer que ese último pequeño placer.

Ahora que estoy muy solo y es de noche afuera
te escribo apenas para decirte que las cosas
nada han cambiado desde que nos dejamos,
que los árboles mueren lentamente, como siempre,
y el río sigue su curso de cada día.

Leo entre líneas -me permitirás la osadía- que hace mucho frío lejos de casa. No lo sé, yo nunca me fui. Aunque no pocas veces me sentí fuera de mi. Y no bastaron tantos focos para ahuyentar la noche que acechaba en mi propia ventana mientras alzaba la vista hacia tierras lejanas. Me dijiste que no te iba a perder nunca el mismo día en el que te despedías. ¡Otra dulce mentira! Bien sabías que allí a donde fuiste jamás podría seguirte. A ningún lado, en verdad, por grande que fuera la tentación. Y maldita sea mi fidelidad a esta condición. Mi lugar, como el tuyo cuando estaba a mi lado, no puede ser abandonado. Quizá si no te hubieras ido… Pero eso ya no importa. Bien sabes que tampoco yo podía haberte retenido.

¿Qué más podría hacer por retenerte
si el tiempo nada puede ya contra la espera
que me he impuesto de ti…?

Fueron buenos años, los mejores. Y tu ya lo sabías cuando yo todavía no acertaba a poner significado al extraño destello en tus ojos. Nunca tuviste un pelo de tonto, y de haberlo tenido lo perdiste al poco tiempo, con tantos otros testigos de ese placer sufrido del que me entregaste la mejor parte. Con el tiempo tuve que aprender a respetarte y a comprenderte. Tus rarezas, tus manías y tus visiones. Tu genio. ¡Qué miedo cuando lo mostrabas de repente! Tu insaciable hambre de victoria, tus tretas y tu retórica envolvente. “Viva la vida”, me decías por entonces, en cada trayecto. En cada maldito trayecto. La canción, puedo confesarlo ahora, siempre me sonó muy pretenciosa. Pero al poco tiempo, cuando ganar empezaba a parecerme hasta sencillo, supe entenderlo todo. Me obligaste a comprenderlo, me lo recordabas cada día. Cada maldito día. Cada uno de esos días maravillosos que pasamos juntos: que el momento no regresa, me decías. Y que hay que vivirlo al máximo para que nunca muera.

Sé esto desde que cada cosa
se me hace presente, insólita y precisa,
al cerrar los ojos, desde que me golpea
la nostalgia como una pesadilla y vivo siempre
hacia mí mismo. Hay días -créeme-
en que me niego a pensar en ti.

Cómo no creerte si siempre lo hice. Qué forma de gobernarlo todo, ¡qué gran embustero fuiste! Me creí invencible, me supe infalible. Me sentí eterno. Y al final de todo me dijiste que tú, arquitecto del gran farol, no habías sido menos privilegiado que yo. Siempre hechizando, siempre vigilante. En el día de nuestro adiós me deseaste lo mejor desde el centro del campo, y entre frases emocionadas todavía arreglaste, con la punta del zapato, una pequeña irregularidad en el verde piso sobre el que aprendimos a volar. Ya estabas fuera pero seguías cuidando este jardín. No creas que a mi me ha resultado sencillo despertar del bello sueño que compartimos: sigo en duermevela y todavía te encomiendo mis suspiros.

Ahora te escribo, ya ves, para decirte apenas
que todo es como antes, que nada cambia
en el fondo si no lo tocamos nosotros,
que sólo nos atañe este silencio
compartido, y el riesgo de creer y crecer
como árboles aislados que une, a ratos,
un mismo viento o una misma lluvia.*

Leo tu carta con letra de poeta y mi corazón se acelera con la cercanía del reencuentro. Ya sabes que nunca creí tanto en ninguna otra cosa, ¿de qué otra forma habríamos llegado hasta donde llegamos? Hasta el fin del mundo, sin perder el hambre ni un sólo segundo. De ti aprendí que esto era, y es, lo más importante. El creer, el crecer… y el querer en la vida. Queramos hoy los dos y que el viento sople y decida.

Sinceramente tuyo,

el club de tu vida.

* «Lletra», de Miquel Martí i Pol.
Traducción de Adolfo García Ortega.


Comentarios (46)

Cargando... Iniciando sesión...
  • Identificado como
Joder, Marc.
Lloré a cántaros el día que lo despidió el Camp Nou. Y no fui el único, seguro. Y pocas veces en mi vida estuve tan emocionado como cuando lo vi en vivo. Guardiola es parte de mi vida, como de la vida de muchos. Este tipo le cambió la manera de ver el mundo a más de uno. A nosotros. Simples aficionados de un deporte que después de él cambió para siempre. Y nos dejó todo. Nos dejó hasta a Messi. Qué obra. Qué hombre.
Me emocioné y ni siquiera soy culé.

Impresionante.
Grande Marc, yo tb me siento así ^^
Qué bueno es Don Marc Roca.
Si no me hago cule tras leer esto es porque creo en Carvajal.
¿Cuándo sale la versión audio? A esto sí que se le llama La Última Nota...
Madre mía....A sus pies señor Roca
Gran Marc.

Como culé, solo he llorado una vez con algo relacionado con el FCB, y fue ese día de abril cuando Pep anunció que se iba. Ni derrotas traumáticas ni Copas de Europa me han hecho emocionar más que este entrenador.
Sensacional, sensacional, sensacional
Grande Marc!!
Yo también leo... leo... Leo
Miguel Angel Molina's avatar

Miguel Angel Molina · hace 515 semanas

Estimadísimo Marc de Cervantes Balonpédico,

Llevo un mes sin ingresar a mi cuenta de facebook, orgulloso de haber soltado tal adicción. Pero tu nota tengo que compartirla en toda red social posible porque sí.

No quiero imaginarme ahora lo que será la nota de despedida a Xavi... Cristiano... ni hablar del kriptoniano. :/

ENHORABUENA, Marc!!!
Creo que ninguna relación en la historia del fútbol es como Guardiola-Barcelona. Ninguna. Que vengan Vilariño y cia a corregirme. Pero esta carta de amor de Marc (y con él todo el barcelonismo) no es entendible en otro contexto.
Para, que me vas a hacer llorar.
Vaya maravilla.
Eres enorme Marc, brutal.
Impresionante Marc.
Pelos de punta y piel de gallina. Enorme Marc Roca, Enorme. M
Brutal Marc, vaya manera de escribir. ¡Enhorabuena!
Gràcies, Marc.
Después de un par o tres de años por aquí sigo sin verme capaz de comentar, ya que no soy más que un aficionado al Barça sin grandes conocimientos futbolísticos... pero hoy me veo obligado a escribir, aunque sea esta vez, para quitarme el sombrero. Increíble texto, como tantos otros, pero éste además a los culés nos llega muy dentro y nos pone palabras en la boca que seguramente no acertaríamos a encontrar de manera tan clara y poética de otra manera.

Saludos y seguid así, sois muy grandes.
Antes de nada felicitar a Marc!

Para mí el artículo de hoy ha conseguido desnudar al fútbol de tal forma, que a ninguno de los que lo hemos leído nos ha importado de que deporte se estuviese hablando, el cesped y "leo" no han sido más que pinceladas para completar uno de los cuadros más emotivos de ecos.

Simplemente enorme.

PD: Sé que es un offtopic tremendo, pero después de leer esto no he podido evitar recordar la desgraciada muerte de Eduardo Galeano hace un par de meses, y me preguntaba si os habéis planteado la posibilidad de hacerle un homenaje, porque después de leer esto estoy seguro de que sería una delicia
Increíble
Si nosotros sentimos lo expresado en este magnífico texto, no quiero imaginarme lo que estará pasando Pep por sus adentros con lo emocional que es. No me gustaría estar en su pellejo un día como el de hoy.
Pep es muy grande en mi corazón .... pero hoy es el rival, ¿porque lo hiciste? ¿porque entrenas a otro?
Es que Barcelona-Guardiola es Her, eh.
Como el Mundo de las postales de Ecos pasó a mejor vida, para desgracia de nuestros pechosfríos, comparto esto aquí porque el texto realmente me ha matado por dentro.

Ahí va, https://instagram.com/p/wFR9_TmCoi/?taken-by=mari...

Sé que no es una postal de Ecos, (ojalá ser don Fernando), pero si escuchan la canción de Youtube https://www.youtube.com/watch?v=da-ELYFRFpc mientras tienen la foto con la frase al lado mientras van leyendo esta carta, algún pelo se os pondrá de punta.

PD: siento la intromisión de nuevo.
No pude evitar desear que este artículo lo leyeran dos personas en particular: El Pep y el Jefecito.

Gracias, Marc. Sos nuestro geek favorito.
@somemarcus a ti, tío. Y a vosotros en general. No os imagináis cuanto cambiáis la vida a los que nos importa esto. Y regalar felicidad no es un detalle cualquiera. Es celebrar la vida.
Te fuiste de palo.
Me encanto el poema. La verdad es que muchas personas sintieron cuando se fue del Barcelona, tenia la seguridad de que tenia mucho mas que dar en el club. Millones de personas quedaron maravilladas por el Barcelona de Pep, su estilo de juego, sus estrategias. Todos veíamos como levantaba el nivel de muchos jugadores en el club, hasta del mismo Messi. Sin duda mas de una persona espera la segunda oportunidad del Pep con el Barcelona, su club. Aunque veo al Bayern Munich con gran nivel de juego con Pep, no iguala al nivel que tuvo Barcelona con el. Mas allá del choque entre grandes clubes hoy, el gran centro de atención sera Guardiola y el Barcelona.
Esto es demasiado.
Impresionante.
A sus pies.
Hace 6 años que leí por primera vez este texto y entre más lo leo más lo siento y comprendo. Pep ya no está y su mayor discípulo tampoco. Duele como el primer día que se fue pero el club saldrá adelante... Y llegó Xavi quien lo hubiera pensado. El club de tu vida y el entrenador de la nuestra.

Publicar un comentario nuevo

Comments by

Ecosdelbalon.com - - Política de Cookies.