No han sido pocos los problemas con los que ha tenido que convivir el Elche de Fran Escribá (inestabilidad institucional, una plantilla extremadamente corta, un vestuario que no percibía sus salarios…), pero al final, tras una gran reacción y para sorpresa de todos, el conjunto ilicitano logró la permanencia con tres jornadas de margen. Fue precisamente hace una vuelta, ante el Villarreal de Marcelino, cuando el técnico español dio con la tecla táctica que resolvió sus problemas futbolísticos y logró potenciar a los fichajes de Víctor Orta. Para tratar todo su contexto, el trabajo de Escribá y las actuaciones de Jonathas de Jesús, Fayçal Fajr o Mario Pasalic, charlamos con Óscar Ato.
– Para poder entender lo que ha significado la anticipada y brillante salvación del Elche Club de Fútbol sobre los terrenos de juego, Óscar, hay que pararse en todos los problemas que ha vivido el vestuario ilicitano fuera del césped. ¿Dónde y cómo se podría decir que comienza todo? La sensación desde fuera es que las noticias negativas se sucedían una tras otra.
En realidad era así. El pasado verano firma Víctor Orta por tres años y se renueva también a Fran Escribá por el mismo periodo de tiempo, con lo que la gente estaba muy optimista. Se confiaba en su trabajo. A la afición le pareció una muy buena maniobra. Una de las mejores, incluso, de este presidente, José Sepulcre, con el que mucha gente ha sido crítica. Y la cosa parece ir bien, pero al final el último fichaje es Víctor Rodríguez el 8 de agosto, si mal no recuerdo. De repente, comenzamos a ver que ya no se podía fichar más, que la plantilla era muy corta, que el presupuesto final era menor del esperado y, por ello, se empieza a culpar, con Escribá a la cabeza, a la anterior comisión deportiva. Digamos que ahí hay unos errores bastante graves. El consejo cree que la Liga le va a permitir llegar hasta cierto punto, pero no fue así porque habían ocurrido algunas irregularidades en los traspasos del verano del ascenso. Incluso, el invierno pasado, el fichaje de Garry Mendes Rodrigues llega de una forma extraña…
– De hecho, este mismo invierno se habló de que el Elche podría fichar para reforzar una plantilla a la que le faltaban piezas en ciertos puestos, pero esa opción nunca se concretó
No se pudo, no. Antes de que se abriera este último periodo de traspasos, llega Mudingayi sin equipo a Elche para ir entrenando antes de firmar, y el chaval se queda aquí unos tres meses entrenando hasta que, bueno, acaba el periodo invernal y se ve que tampoco pueden hacerle la ficha. Así estaban las cosas para el Elche. Así que respondiendo a tu primera pregunta: desde el 8 de agosto se vio que había problemas bastante graves. Por aquí pasó José Alberto Cañas, que incluso se hizo el reconocimiento médico, pero el club no podía fichar y quedó muy rápidamente hipotecado. La Liga se puso muy seria con el Elche porque no le gustaba la manera de trabajar, y lo terminó pagando la gente de aquí. Lo pagó Víctor Orta y lo pagó, evidentemente, el cuerpo técnico de Fran Escribá.
-Y la situación no se arregla, precisamente. El pasado lunes salió la noticia de que el grupo humano que conforma el Elche, que va desde la plantilla hasta el cuerpo técnico y, por supuesto, el resto de trabajadores del club, han recibido la nómina de febrero. En parte por esto, en la rueda de prensa posterior al partido del Málaga, Fran Escribá hizo hincapié en que “el equipo estaba sin cobrar y había seguido dejándoselo todo”. Lo de este vestuario ha tenido un mérito tremendo.
Totalmente. Y esto no es de ahora. Incluso en la temporada pasada, la del regreso a Primera, ya había habido ciertos retrasos con los pagos, pero el grupo mostró una gran profesionalidad. Lo que sucede es que todo, tanto el problema como la respuesta, se ha acentuado esta temporada. El vestuario ha sumado sus fuerzas hasta lograr aislarse.
– ¿Pero cómo ha sido esto posible, Óscar? A mí esto me parece decisivo y muy elogiable, porque el equipo jugaba al fútbol como si no sucediera nada. Entiendo que la figura de Fran Escribá en este aspecto, como en todos, ha tenido que ser absolutamente crucial, pero el vestuario además ha respondido muy bien. Algo llamativo porque es un grupo muy heterogéneo, hecho que en otras plazas, como en Córdoba, no ha sido precisamente algo positivo.
Pues… Cuesta explicarlo, sí. Quizás el tema estaba en que, bueno, el ambiente era muy autodestructivo y muy crítico, pero al final todos los palos iban para el apartado institucional. El vestuario se sentía apoyado y respaldado. Era la facción del club que la gente apoyaba. Se ve que hubo un clic en el parón navideño y que, en cierta manera, todos entendieron que, pese a los problemas, había que tirar para adelante aunque fuera desde un punto de vista egoísta, pues los jugadores para progresar en sus carreras necesitan también cosechar buenos resultados colectivos.
Tampoco estoy seguro de que hubiera un núcleo concreto demasiado fuerte en el vestuario, lo cual podría explicar esta unión, porque por ejemplo Edu Albácar ha tenido ciertos problemas con Escribá y Pelegrín también ha comentado «que no sentía mucha confianza», y ambos son futbolistas veteranos. Supongo que gente como Coro, Lombán o Cisma han hecho grupo, pero ha sido algo general. Algo en lo que tiene que ver mucho la calidad humana de los fichajes. Porque como decía el otro día Santi Martínez (@penflexiones), el compromiso también se ficha. Y tiene mucha razón. Quizás con la excepción de Jonathas, que es un poco cabeza loca, el resto de jugadores que han llegado son gente que hace piña.
– Me parecía importante comenzar tocando este aspecto, porque si no tienes la voluntad y el compromiso del vestuario es imposible que las cosas vayan bien. Fran Escribá es un gran entrenador, como lleva demostrando tres años día tras día, pero su pizarra no es mágica. Partiendo de esa buena actitud, la cosa podía funcionar. Y tardó en hacerlo, pero al menos por medio el Elche se encontró a Jonathas de Jesús, que era todo lo que le había faltado la temporada pasada y que ayudó al equipo a ganar los pocos puntos que tenía en enero.
En la primera vuelta, en prácticamente todos los goles de jugada del Elche estaba involucrado Jonathas de Jesús. O los marcaba directamente, o los daba a sus compañeros. Y no quiero exagerar, pero estoy hablando de un 80% de los goles. Era una locura. Cuando aquí iban mal dadas por esa época se decía que «si además de Jonathas tuviéramos el equipo de la temporada pasada con Javi Márquez o Rubén Pérez, la permanencia se conseguiría con margen». Y, curiosamente, al final el club se ha salvado matemáticamente a falta de tres jornadas, cuando la temporada pasada fue a falta de sólo una.
– Y lo mejor es que Jonathas no sólo es determinación, que ya es mucho, sino que él es un punta muy capaz de instaurar su propia autarquía. No necesita nada para producir, para generar. Así ayudaba mucho al Elche, incluso jugando muy lejos del área rival.
Sí, sí. Es prácticamente unánime, no sólo por los aficionados del Elche sino de la Liga en general, el hecho de considerar a Jonathas de Jesús como el jugador más importante de la parte baja de la tabla. Es un delantero muy autosuficiente. Por eso cuesta entender que el año pasado estuviera en la Serie B, por más que lograra jugar playoff de ascenso. Es más, que con 25 años no hubiera hecho algo notable es inexplicable, porque aquí le veíamos capaz de producir para él mismo jugadas, conducir contragolpes, dar asistencias, hacer jugar al equipo, marcar auténticos golazos… Hacía todo y de todo. Tiene un gran disparo, buen remate de cabeza… Es muy completo. A veces resulta algo individualista, puede ser cierto, pero es lo que le tocaba. De hecho, cuando juega sólo en punta también cae a bandas y trabaja.
– En esta primera parte de la temporada, yo también destacaría la figura de Enzo Roco. La cuestión es que colectivamente el equipo no funcionaba. Las líneas no parecían todo lo sólidas que deberían, la defensa era más vulnerable de lo esperado y, además, faltaba desequilibrio en ¾. El Elche, aun con Jonathas, era uno de los peores equipos de Primera.
Sin duda, sin duda. Es cierto lo que comentas de Enzo. Se le veían buenas cualidades: tiene cierta zancada, va bien de cabeza, colabora sacando el balón jugado… Pero digamos que era un elemento individual en un equipo que no iba para adelante en ningún sentido. A Lombán se le veía peor que la temporada pasada, por ejemplo, aunque luego haya terminado rayando a un nivel bastante bueno. Incluso Damián ha ido de menos a más, culminando una buena temporada. Y es que es lo que comentas: el Elche transmitía unas sensaciones muy pobres como equipo.
– ¿En estos meses la figura de Escribá era puesta en duda? Porque motivos podía haber, pero yo tengo la sensación de que es el entrenador con más crédito de Primera después de Simeone. Desde fuera, como te comento, parecía que la ciudad le tenía a él como la única persona capaz de reconducir todo.
Es un tema interesante. Aquí ha habido muchísima gente, gran parte de la afición diría yo, que pese a lo critica de la situación seguía pensando que lo peor que podía hacer el club era prescindir de Fran Escribá. Era la opinión mayoritaria. De hecho, cuando peor iban las cosas, había gente que este año el equipo se volvería a salvar e, incluso, que lo haría de forma más desahogada que el año pasado, como ha terminado sucediendo.
Sin embargo, aunque me puedo equivocar, a mí me pareció un poco un acto de fe. Más un deseo que otra cosa. Porque aquí los cuatro gatos que intentamos ver el fútbol así con cierta perspectiva, los cuales todos somos muy de Fran Escribá, llegamos a pensar que… Cuando perdimos en Riazor o cuando el Málaga nos remontó sin hacer demasiado aquí en el Martínez Valero, o incluso el partido contra el Atlético, donde el Elche dio la sensación de ser un equipo inerte, nosotros pensábamos que esta relación con este grupo concreto estaba KO y que, si había que despedirlo, no quedaba otra que entender la situación. Porque cuando van las cosas tan mal, al final la decisión que se toma es ésta.
– Pero se decidió mantenerle, y las cosas comienzan a funcionar incluso más y mejor de lo que los más optimistas pensaban. El equipo se va asentando, va mejorando sus cifras atrás, sigue contando con Jonathas arriba y su entrenador, en lo que simplemente parecía un matiz, da con la solución final al juego con balón. Después de haber probado alguna vez con doble punta y de haber tenido a Fajr en banda derecha, Escribá sitúa ante el Villarreal (3 de enero) al francés de origen marroquí como mediapunta, delante de Adrián y Pasalic, en un 4-2-3-1. Además, Víctor, que pasa a la banda, no ejerce de extremo al uso, sino que centra mucho su posición y pasa a formar una especie de doble mediapunta algo asimétrica. Y, de repente, todo encaja.
Así es. Unos partidos antes, como dices, prueba esa doble punta con Cristian Herrera acompañando a Jonathas con la que consiguió aligerar de trabajo al brasileño. Distraía un poco a los defensas rivales, descolgaba balones para Jonathas, se juntaba para que pudiera combinar… Trabajaba para él, vaya. Y el equipo mejoró levemente, pero al final no acabó siendo suficiente. Cristian Herrera apuntaba alto pero… Aquí todos esperábamos algo más de él.
Sea como fuere, seguía estando presente la sensación de que había jugadores que no estaban bien aprovechados. Y, principalmente, los focos se centraban en Fayçal Fajr. Porque ya no es que jugara en banda, es que muchas veces lo hacía en la derecha. Esto era algo que muchos no podíamos entender. Escribá a veces es así. Le cuesta tomar ciertas decisiones, le cuesta dar ciertos giros, y este es uno de los casos. Algo que también le sucede con los cambios durante los partidos, por cierto. Pero justamente en un momento en el que todos estábamos bastante negativos, en parte por los resultados y en parte por la lesión de Mosquera, que iba para largo, el entrenador cambia. El Villarreal se pone 0-2 muy pronto ese día, pero sorprendentemente el equipo acaba funcionando.
– Y jugando mejor, diría, ante el mejor Villarreal del año.
Sí, sí. Fue sorprendente. Inesperado. El equipo reaccionó cuando peor estaba. No se ganó, pero el partido significó mucho más. Suponía abrir el año de una forma positiva. Y en esto tuvo mucho que ver el cambio que comentas con Fajr de protagonista. Ya había jugado de mediapunta en alguna ocasión puntual, muy puntual, pero no había tenido continuidad. Se le probaba y, si el equipo perdía, iba fuera o cambiaba de posición. Aquel día sí se apostó de verdad. Se perdió un poquito la distracción que daba Herrera, pero se ganaron muchas más cosas. La asociación de Fajr y Víctor con Jonathas cambió el equipo. Como leí en un artículo vuestro, así se activó el juego de espaldas también. Y Víctor Rodríguez, que ya me estaba gustando por detrás del punta y al que considero el segundo mejor jugador del equipo, jugó incluso mejor cuando pasó a formar esa doble mediapunta cerca de Fajr.
– Y además, a estos nombres se van sumando jugadores como Aaron Ñíguez, que para mí ha completado sus mejores actuaciones en Primera División durante esta primavera.
Aaron entra porque, bueno, Garry Mendes Rodrigues es un jugador un poquito desconcertante. Capaz de lo mejor y de lo peor. Se podría decir, de todas formas, que Aaron casa más con esas sociedades con Fajr o Víctor. Es un jugador más acorde. Aquí en Elche siempre hemos sido algo reticentes con él, porque es un futbolista que vino con un contrato largo y cobrando un buen salario para lo que es el club, pero este año sí parece haber mejorado. También es que ha vivido muchas lesiones. Además, parece que tiene de todo pero que también le falta un poquito en todo. Al final suele tener su buen tramo, incluso el año pasado enlazó tres partidos de apostar bastante, pero luego siempre acaba recayendo y vuelve un poco la cosa al inicio. Lo que sí es verdad es que este año su buen tramo ha sido más prolongado. Encima, éste llegó cuanta más falta hacía. Aaron ha demostrado que puede ser un activo muy válido.
– Así, en marzo el Elche comienza a demostrar ser un muy buen equipo y en abril explota numéricamente siendo un equipazo. Una evolución que cuenta con dos nuevos protagonistas. El primero de ellos, Tyton. De este portero polaco, Óscar, habíamos dudado bastante por actuaciones como la del día del Eibar, pero de repente comenzó a sumar puntos.
Hay que decir que Tyton, si no recuerdo mal, ha tenido dos conmociones cerebrales en el PSV tras dos choques fuertes. Se pagó un buen dinero por su cesión, creo que ahora para quedártelo hay que pagar un millón de euros… Por lo que me da a mí que nos vamos a despedir del polaco. Pero bueno, centrándonos en su año es lo que comentas. Empezó mal, empezó dubitativo y, de hecho, volvió Manu Herrera a la portería. Lo que pasó es que a los pocos partidos tuvo un problema con el hombro y tuvo que parar. Tyton volvió a la portería, comenzó a mejorar, combinó todavía algunos buenos partidos con otros no tan buenos, y finalmente ha acabado la temporada con muchísima confianza. Ahora casi que no le vemos fallar por alto. El Elche también defiende mejor, claro, pero la mejora también ha sido individual. De todas formas, el de Tyton es un caso curioso. Creo que es el portero más alto de la Liga, pero en vez de destacar por su control del juego aéreo lo que mejor hace es parar bajo palos gracias a sus reflejos. Pero vamos, ha acabado la temporada pareciendo uno de estos porteros alemanes completísimos.
– Y el otro, aunque ya lo imaginas, es Mario Pasalic. A mí este chico me ha encantado en los últimos dos meses. Es uno de los futbolistas del tramo final de Liga. Partiendo desde el centro del campo, fuera con Adrián o con Mosquera, se ha destapado como un box-to-box de muchísima presencia, potencia y calidad. Y, encima, al final ha sumado los goles que Escribá venía comentando que podía dar.
Llegó estando Mosquera y Adrián, dos jugadores relativamente asociativos, con lo que se pensó que, quizás, hacía más falta otra cosa. Se hablaba de él como un interior de pisar mucho la frontal y demás, pero como lo había firmado Mourinho… Tenía crédito. Malo no iba a ser. Sólo quedaba ver cuánto podía sumar en un reto así siendo tan joven. Y ya ves. Como comentábamos antes, al principio entraba y salía del once por los problemas del equipo. No tenía continuidad. Pero con la lesión de Mosquera, pasó a formar varios partidos con Adrián en el doble pivote y, poco a poco, fue dejando muestras de su calidad. Juntos rindieron muy bien. Se entendieron perfectamente. Y en el último tramo de Liga ha explotado, marcando sus tres goles. Es un jugador muy completo. Lucha, va bien por arriba, tiene mucho recorrido, llega con criterio, va bien con las dos piernas… Y tiene calidad. En la parte baja de la tabla, nunca sobra un futbolista con su calidad técnica, la verdad.
– Aunque yo creo que esta vez el Elche ha crecido de adelante hacia atrás, ¿cómo consigue Escribá que su equipo sea tan sólido con un doble pivote tan poco ortodoxo como el que han ido formando Mosquera, Adrián y el propio Pasalic? Resulta un poco paradójico…
Es curioso, sí. Seguro que el cuerpo técnico se quedó con las ganas de firmar otro perfil de futbolista, como hubiera sido el propio Cañas. Y también para otras posiciones, claro, porque Damián Suárez, que tampoco es ningún muro, no tiene suplente. Literalmente. Cuando no está, tiene que jugar ahí Cisma.
¿Cómo lo logra? Bueno, yo creo que… Fran Escribá. El doble pivote del Elche es Fran Escribá. A algunos no les gusta que se le catalogue así, pero yo creo que es un entrenador relativamente conservador que hace de ese estilo su forma de competir. Y no lo digo para mal, ni mucho menos, todo lo contrario, sólo que su gran valor es su trabajo en el aspecto defensivo. Con su segundo, Josep Alcacer, llevan muy bien todo lo relacionado con la solidez. Incluso cuando el Elche tiene el balón, existen una serie de mecanismos para que el equipo esté junto y no quede mal posicionado. Siempre hay una red de seguridad, digamos. Así que yo creo que la respuesta a tu pregunta es el engranaje táctico de Escribá y el buen trabajo de todo el cuerpo técnico a nivel físico y demás.
– Tyton, Enzo Roco, Pasalic, Fajr, Víctor y Jonathas. El último con una continuidad increíble, el resto sucediéndose como acompañantes de lujo, han demostrado que eran fichajes acertados y apuntan a Víctor Orta como otro de los grandes protagonistas de la temporada del Elche. Su ojo ha sido clínico.
Creo que Víctor Orta es un buen director deportivo, pero también es cierto que a veces tiende a ser demasiado exótico. Él con poco te hace grandes cosas, y a veces ve mejor a arriesgar un poquito con jugadores de fuera en vez de fichar a un buen jugador de Liga Adelante o a algún futbolista que milite en otro equipo de la parte baja de la tabla. Algo que en parte es lógico, ojo, porque aquí el mercado es más caro, pero que también requiere de un proceso de adaptación.
También es cierto que ha tenido algún problemita con el entorno del club, pero de todas formas se le respeta y se le valora. Sobre todo teniendo en cuenta que Fran Escribá va a muerte con él y que trabajan mano a mano por el Elche. Se quiere su continuidad, obviamente. Este año todos los fichajes han aprobado como mínimo. Unos con más nota y otros con menos, pero todos han tenido su momento. Hecho que contrasta por mucho con lo sucedido la temporada pasada con fiascos como Stevanovic. Este año se decía que, pese a que se vendía que había más calidad, lo que realmente había era menos solidez, pero al final yo creo que se ha demostrado que era cierto y que jugadores como Fajr, Víctor, Pasalic o Jonathas tenían mucho que aportar con balón. El Elche ha hecho partidos feos, sí, pero también ha tenido muy buenos momentos.
– Gracias a todos ellos, el Elche sigue siendo equipo de Primera División. Las noticias sobre su situación institucional se siguen sucediendo, pero parece que mientras Fran Escribá siga en el club todo es posible. De todas formas, Óscar, ¿cómo está ahora mismo la situación? ¿Cuál es el plan diseñado hasta el mes de agosto? Por ejemplo, ¿qué debería pasar con Jonathas, Escribá y Orta?
Es un tema complicado. La nueva directiva debe pagar grandes cantidades a Hacienda y jugadores antes de la próxima temporada para evitar riesgos de descenso administrativo. Parece que hay predisposición por parte de La Liga una vez que Sepulcre ha dimitido, pero hay que cumplir. Presumiblemente se hará, lo que reafirmará la permanencia. pero parece difícil evitar unas fuerte restricciones económicas y en materia de salarios de cara al periodo de fichajes. Vamos, que volveríamos a ser serios candidatos al descenso.
Orta y Escribá tienen dos años más de contrato y continuarán salvo caso extraño, pero en eso aquí tenemos tablas. Por ejemplo, hace poco se supo que, para evitar que Albácar marchara al Betis en el mercado invernal, el anterior Consejo lo renovó por una temporada a espaldas de jugadores y cuerpo técnico. Episodios así complican las cosas. En cuanto a Jonathas, al Elche le queda un año de cesión y debería pagar 1,5M antes del 30 de Junio para adquirir el 50% del pase. El futbolista, con una cláusula de 20M, permitiría cierto saneamiento al club en caso de traspaso. Sin embargo, la economía está tan dañada que está por ver que suceda, por no apuntar que Mino Raiola está como loco por llevarlo a un club con más expectativas. Andamos expectantes y algo resignados en ese capítulo.
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Referencias:
twitter.com/OscarAto_
hola 11 mayo, 2015
Pasalic.