El Barcelona de Luis Enrique volvió a encarrillar una eliminatoria de Copa de Europa en una ida a domicilio contra un equipo de entidad. Está normalizando lo dificilísimo. No se puede restar impacto al suceso. Sobre todo, porque anoche ni siquiera necesitó de la versión que tanto ilusionó el sábado en el Pizjuán. Vimos al líder de la Liga, a ese conjunto irregular que no controla casi nada y juega más bien a golpes pero que crea más ocasiones que el de enfrente gracias al poder de sus delanteros, que, además, resultan más efectivos que los del rival. Y 1-3. Aunque debe apuntarse que el PSG no era el PSG.
Neymar vuelve a estar sublimePara Blanc, competir sin David Luiz, Motta, Verratti e Ibrahimovic -y con Marquinhos fuera del lateral– viene a ser lo que supondría para Luis Enrique saltar al Camp Nou sin Piqué, Busquets, Iniesta y Messi -y con Alves fuera de posición-. Y se notó. Los franceses, pese a demostrar una estructura clara y aceptable, adolecieron de una falta de espíritu muy dañina y de una ausencia de calidad en posiciones claves que les costó 20 minutos que no parecieron de Copa de Europa. Con Messi sobre Cabayè y un Neymar pletórico sobre Van der Wiel, el Barça se bastó para marcar la diferencia desde muy temprano. Muy fácilmente.
Messi jugó por el centro y a su rollo desde el pitido inicial.
En cierto modo, el encuentro comenzó en el minuto 21, cuando ya iba 0-1. La lesión de Thiago implicó el ingreso del requeante Luiz y el Paris Saint-Germain creyó por primera vez. Desde la inferioridad, pero algo intentaba. Y con Pastore en la derecha, para templar donde Jordi Alba, y Matuidi en plan estelar, arrebató la comodidad a los culés. Debe señalarse de nuevo que Piqué mostró su cara más sevillana. Sentirse tan bien le está alejando del centro, y al Barça le está empeorando. Dicho de otra manera, aunque su comportamiento sea más canónico, más como enseñan en las escuelas, el sistema se está resintiendo, pues el equilibrio táctico sigue sin llegar y, al final, el único cambio está residiendo en que tanto ter Stegen como Claudio Bravo pierden a Gerard en el área. No obstante, el nunca preciso Cavani no le castigó.
Xavi aportó un poco más de control durante el segundo tiempo.
Mientras transcurría el primer periodo, la sensación invitaba a pensar que Xavi tendría un gran impacto, como en aquel segundo tiempo de hace dos años cuando Messi se lesionó y fue sustituido. En este caso cayó Iniesta y el capitán pisó césped en el 52. Hasta ese instante, Andrés había completado 37 pases. En los 36 minutos restantes, Xavi trazó 54. Se mentiría afirmando que el Barça controló de repente, las idas y las vueltas seguían alternándose, pero a menor ritmo, porque el catalán paraba de vez en cuando. Luego, en dos maniobras personales de tremendo mérito técnico, Luis Suárez puso a prueba la cadera de Luiz y contrastó su estado de forma. Marcó dos golazos impresionantes, desnortó a los parisinos y alimentó la grandeza del «6». En cualquier caso, por muy mermado que llegase Blanc, el técnico pudo alinear un once más que competente. Saldar el envite con un 1-3 -y un tiro al palo- habla de maravilla sobre el equipo visitante. Cuando el Barça se concentra, a su modo, imprime una exigencia elevadísima.
Faku 16 abril, 2015
Un Iniesta aún bajo y un Xavi que debe agradecer lo generoso que ha sido el tiempo con él: su cuerpo quizá, pero su mente no está desgastada en lo más mínimo, y todos sabemos que los detalles deciden.
Fantástico lo de Neymar, cerca de su versión de MP en el Santos y llevando hacia adelante el equipo, con el aditivo de Luis (que para mí es el mejor 9 del mundo) estuvo muy fino.
Probablemente con Verrati en el campo junto a Motta + Zlatan y la solidez de Thiago (aunque comparto con Abel, cada vez más enano) hubiese sido un partido más trabado y más posesión, lo que disminuiría la verticalidad y con ello las chances -sobre todo culés- de anotar.