Es la acción más repetida en cada derbi de Londres jugado en el Emirates. Por si había alguna duda, las bajas de Costa y Remy dieron más motivos al Chelsea de repetir el planteamiento y desarrollo de su anterior visita a la morada gunner, allá por las navidades de 2013 (0-0). Los blues, como ocurre cuando visita el campo de uno de los grandes, trazaron el camino recto, otorgando dos escaleras a sus centrales. Cahill, y sobre todo, John Terry, monopolizaron de nuevo la narración, la sala de prensa y el espíritu del derbi de Londres. A diferencia del precedente, el Arsenal jugó un partido más que interesante, al menos en su primera mitad.
La cabeza de John Terry como alegoría del gran derbi de Londres
No pilló desprevenido a nadie pues pocos duelos más predefinidos existen que un Wenger-Mou. El Chelsea hizo la de la tortuga y dibujó los siguientes números, acumulados por sus cuatro zagueros: 20 tackles, 19Coquelin brilló una vez más intercepciones, 41 despejes y 3 tiros blocados. Desde esa aceptada procacidad que le ha hecho no perder ni un solo partido grande en esta Premier, Mourinho buscó lo de siempre cuando tiene a Wenger enfrente: intentar favorecer la desesperación, que el oponente transmita sensación de agotamiento o error o que el retraso del acierto buscado le obligue a asumir más riesgos. Fue más o menos así, solo que esta vez el Arsenal controló el partido y le dio un ritmo a la pelota que sirvió para hacer de Terry un portero cabeceador, en la mejor actuación de su carrera en palabras de su entrenador.
Como si contestaran a esa pregunta, los gunners no se descompusieron. No hicieron nada especialmente distinto, sin embargo, las formas siempre importan. Llevado a la génesis, su encuentro no tenía fácil salida, pues no supo elevar las prestaciones de Ramsey y Alexis como llegadores a un área sitiada por sus vecinos, así que se dio el gusto de elaborar con alegría, sobrecargando la zona de Fábregas antes que la de Matic. Fueron Coquelin -sobre Willian- y Bellerin -sobre Hazard- los que dieron la puntada sostenible a su balance defensivo. En ataque, Giroud creando superioridad para tocar al pie con alemán, chileno y Cazorla, pero frenados por el concepto defensivo más usado por los del Bridge: tapia frontal y espacio para que se forme un centro lateral. Arriba, con Óscar como falso punta, el Chelsea apenas logró salir de su campo. El belga hizo la primera jugada individual reconocible en el 23′. Los visitantes pertrechados y los locales equilibrando dieron motivos suficientes para el 0-0.
Urigallo 27 abril, 2015
Alejandro, podrias contarnos q tal jugador es Bellerin para los q no lo hemos visto? Muchas gracias!