Hacer un cambio antes del descanso | Ecos del Balón

Hacer un cambio antes del descanso


Hacer un cambio antes del descanso está mal visto. Muy mal visto. Ningún entrenador, sea cual sea su estilo o modelo, desea tener que hacerlo. No lo planifica. No quiere sentir la necesidad de hacerlo. Sin embargo, paradójicamente, este tipo de sustituciones tan prematuras y poco habituales se han interpretado siempre como un «ataque de entrenador», como un castigo público a un jugador o, incluso, como un intento de señalar a otra persona para exculparse a sí mismo como responsable del mal resultado. Si el jugador en cuestión era además joven o canterano, a estas tres hipótesis se le solía añadir un definitivo «se está cargando al chaval».

¿El cambio más cobarde o es el más valiente?Todos lo hemos escuchado o leído en alguna ocasión; como también todos podemos recordar las inconsolables lágrimas de Rubén González Rocha en el banquillo del Sánchez-Pizjuán tras ser sustituido por Carlos Queiroz cuando su Madrid estaba siendo arrollado por la intensidad sevillista. En cambio, ¿alguien recuerda por qué lo hizo o cómo vivió esa situación el técnico portugués? Empatizar con el futbolista es muy fácil, ¿pero qué ocurre con el entrenador? ¿No debe hacer un cambio si ve que el partido peligra? ¿Por qué se entiende como cobarde un cambio que, en realidad, implica todo tipo de lógicos riesgos? ¿Realmente entendemos su razonamiento? ¿Conocemos las preguntas qué se hacen? Al igual que hicimos recientemente con la novedosa corriente de no poner hombres en el segundo palo para defender los córners, la mejor forma de entender los motivos que llevan a los técnicos a hacer un cambio antes del descanso es hablar con los propios técnicos.

En los últimos tiempos, se han visto con cierta frecuencia.

«Los entrenadores estamos para tomar decisiones. Nos contratan para ello. Lo que nadie piensa es que, al hacer este cambio, en parte estás reconociendo un error: el partido que esperabas disputar, ya sea por sorpresa del contrario o error propio, no es el que se está disputando», reflexiona Dani Fernández, entrenador del Cadete A del CF Damm, nada más comenzar la conversación. Sus honestas palabras no sorprenden, pero hacen pensar. Y empatizar. Este tipo de cambio, que nadie quiere hacer, viene de un error o de una falta de acierto del técnico; es decir, de la misma persona que debe corregir esta situación mientras interpreta un partido que no para.

El cúmulo de sensaciones, emociones e ideas es fácil de imaginar, pero la cuestión va todavía más allá. Al realizar este cambio, salga bien o mal luego, asumes de partida ciertas contraindicaciones que van desde el obvio de hecho de quedarte sin un cambio de forma muy temprana a la muy posible interpretación negativa de la grada. El técnico pondera todos estos elementos, amen de otro no menos importante del que hablaremos más tarde, lo que implica que esta sustitución sea «la que más segura debes tener de todo el partido», como reconoce Jorge González ‘Astu’ (Unionistas de Salamanca).

¿Cómo corregir un error sin a la vez cometer otro?

Con todo esto, ¿compensa el riesgo? Adrián Cervera, entrenador de la UD San Pedro, lo tiene claro: «Yo soy partidario de que, si en la lectura de partido se detecta una carencia clara que puede ser solucionada con una sustitución, ésta hay que realizarla». A cada respuesta, surge una nueva y compleja pregunta: ¿toda sustitución puede solucionar una carencia? ¿Debe tener un impacto colectivo? Entendiendo de forma muy general que, voluntariamente, se pueden hacer tres tipos de cambio por sus consecuencias en el partido, la Liga BBVA nos muestra tres ejemplos en los que una sustitución temprana modificó y mejoró, aunque sea levemente, el encuentro.

-José Mourinho (2012). Táctico. José Callejón por Lass Diarra. En el minuto 28 y con empate a cero, el entrenador luso rompió su 4-3-3 para retomar su habitual 4-2-3-1. El Madrid no ganó al Villarreal, pero con esta sustitución cambió la dinámica del duelo.

-Ernesto Valverde (2015). Técnico. De Marcos por Unai López. En el minuto 33, con cero a cero en el marcador, el técnico del Athletic Club decidió modificar el perfil de su mediapunta para adaptarse al ritmo y al contexto que le exigía el Rayo Vallecano.

-Paco Jémez (2013). Hombre por hombre. José Carlos y Arbilla por Lass y Tito. En el minuto 16, cuando el Rayo ya caía 0-2 ante la Real Sociedad, Paco Jémez decidió renovar por completo su costado derecho. Desde ese momento el partido se igualó.

El entrenador rayista, precisamente, es el que ha puesto de moda este tipo de decisión hasta convertirla en algo habitual (¡lo ha hecho 43 veces en dos temporadas y media!). «Si hubiera podido hacer siete cambios, los hubiera hecho. Cuando hay gente que no está al nivel o no hace lo que le he pedido, lo cambio, ya sea el minuto siete, veinte u ochenta», declaró tras aquel partido. Su comentario, entre otras cosas, deja entrever la carga comunicativa que tiene el realizar un cambio así. Es un toque de atención. Tanto a corto, como a largo plazo. Sea como fuere, los cambios hombre por hombre por motivos de rendimiento individual suelen ser los menos habituales. «No suele verse, pero tampoco debe conllevar per se un cambio de sistema o un cambio táctico muy profundo. El perfil del futbolista es en muchos casos la razón», comenta Adrián Cervera. Una opinión parecida a la de Dani Fernández, que además nos recuerda que en ese momento no se puede dar una explicación colectiva para que todo el equipo asimile el cambio de paradigma.

Sea como sea el cambio, en lo que coinciden plenamente Adrián, Dani y ‘Astu’ es al señalar que no realizar esta sustitución cuando se entiende necesaria es regalar minutos al rival. Algo que, sobre todo en el fútbol de élite, nunca se perdona. Si existe una debilidad o un desequilibrio, no corregirlo a tiempo es cometer un segundo error que ya si resulta insalvable. Sobre todo porque, como comentan los tres basándose en sus experiencias, el impacto de estos cambios suelen ser positivo. Más en algunos casos, menos en otros, pero generalmente el resultado es bueno. No hay grandes hecatombes.

La gestión del jugador sustituido: clave para el futuro.

Lo que también reconocen Adrián, Dani y ‘Astu’ es que, por unos motivos o por otros, dada la dificultad intrínseca de este cambio, en alguna ocasión no se han decidido a hacerlo y el partido se les ha escapado. Una complicación que, como ya avanzábamos antes y comentábamos al principio, también encuentra entre sus causas la reacción del futbolista sustituido. «Cambiar a un jugador no significa que él sea el gran responsable o, incluso, que tenga una cuota de responsabilidad en lo que está sucediendo. Simplemente, este es un deporte de equipo que se entiende de forma colectiva», argumenta Dani en una reflexión que se digiere mejor de forma pausada, desde el sillón, que con el corazón latiendo a todo trapo en el césped.

La gestión del futbolista es imprescindibleEl mejor ejemplo es el que dejó Unai López hace tan sólo dos semanas. El canterano del Athletic no se quejó de Valverde y no reaccionó mal, pero su imagen en el banquillo era de jugador abatido. De persona abatida. Una sensación que parece inevitable, vaya como vaya el partido o reaccione como reaccione el público. Y este, además, es prácticamente el mejor de los casos. Entonces, ¿cómo evitar el perder a dicho jugador para la causa? ¿Y cuándo hacerlo? A tenor de sus respuestas, cada maestro tiene su librillo, pero todos deciden explicar la decisión si así lo creen necesario. Uno opta por hablar cuanto antes, otro por esperar al lunes y, como solución intermedia, está quien prefiere hacerlo reposadamente sin tampoco dejar correr el primer entrenamiento de la semana. «Con el jugador hay que ser claro, tanto si la sustitución viene por un error propio, del técnico, como si se produce porque no está cumpliendo con lo que le has pedido», opina ‘Astu’ con convencimiento.

«Si tú como entrenador eres respetado y los jugadores creen en ti, es mucho más fácil tomar la decisión y su reacción es mejor», prosigue el técnico de Unionistas hasta cerrar la charla. Al final, la lectura de la sustitución que se hace a corto (afición) y largo plazo (jugador) depende en gran medida del crédito de cada profesional y, por supuesto, del resultado del partido, pero la reflexión general está clara: sea el entrenador que sea, si hace un cambio antes de tiempo, es que cree que los beneficios de su decisión compensan los muchos -y obvios- inconvenientes que tiene el realizarlo.


Comentarios (33)

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Yo creo que hay algo importante en esto, y es que depende mucho del rol del jugador en la plantilla. Hay jugadores a los que no les puedes hacer eso, y otros que tienen más probabilidad de entenderlo, aceptarlo y reponerse. Pero es complicada la gestión posterior que conlleva.

Yo salvo cambio estructural necesario, no lo haría. Un hombre por hombre, porque el primero no hace lo que le he pedido... Pues dale indicaciones, comunícate con él... pero creo que no compensan los contras del cambio, salvo caso flagrante...
Por cierto... interesante este tema @quintana ;)
Interesante. Sólo estoy en desacuerdo con: "¿Por qué se entiende como cobarde un cambio que, en realidad, implica todo tipo de lógicos riesgos?"

Yo creo que todo el mundo lo ve como una decisión valiente, no?

Lo de Paco es de jugador de poker, veo tu cambio y subo uno más :-)
@Quintana : Excelente idea hablar del punto de vista del entrenador que tiene que decidir no solo por lo tactico y el desarollo de un partido sino tambien oensando en la gestion del animo de sus jugadores. Gracias por este articulo.
Este tipo de discusiones de segundo o tercer café bien balanceadas con el hard-core de semana tras semana le aporta aún más indispensabilidad a Ecos. Muy bien, Miguel.

En la línea de @VRubio, no son tan pocas las veces que te sientas a ver un primer tiempo y alguno de esos jugadores "a los que no les puedes hacer eso" practicamente pide a gritos que se lo hagan, En esas situaciones añoro a veces las reglas no escritas del baseball donde no importa el contrato millonario del pitcher al cual los contrarios le están bateando libremente temprano durante el partido. Irremisiblemente camina el manager (=entrenador) de la cueva al montículo, le quita la pelota a su estrella millonaria y lo manda para las duchas. Y ya está, cualquiera puede tener un mal día.

He tratado de recordar algún ejemplo de portero sustituido durante el primer tiempo luego de alguna(s) pifia(s) pero no me viene ninguno a la memoria. Si existe seguramente un especialista del arte de estar entre los tres palos como Miguel lo tendrá en su archivo.
Estos cambios se hacen cuando estas seguro, por ello tampoco me parece que sea unanime lo de "cambio cobarde".

Pero lo mas reseñable de estos cambios es el trabajo post sustitucion. Ahi el entrenador debe lidiar con egos, y demas. Por ello el resultado del cambio debe ser optimo, y por ello dicho cambio no puede ser cobarde, ya que el entrenador es el primer señalado con dicho cambio.

Como otras muchas facetas en la vida del entrenador todo depende del resultado. Si es positivo se le eleva al olimpo, por cambiar el contexto del partido, sino... Sufre las consecuencias de la derrota, del propio error, del no saber solucionarlo, y pierde a parte del vestuario por ver sus errores y no tener solucion ante la adversidad.
@alopezgu Muy de acuerdo contigo en que dicho cambio debe realizarse en edades competitivas y dejarlo a un lado en edad de formacion.

Es en la edad de formacion cuando debes intentar contactar con los jugadores de campo, con resultado adverso, y que ellos cambien la dinamica. Apoyar a los jovenes, y que ellos solucionen tus posibles errores de planteamiento, y no echarles encima la responsabilidad de tu posible error.
@alopezgu

Me quedo con tu último párrafo. En etapas formativas hay que tener muchísimo cuidado. No soy entrenador de fútbol, pero sí he sido de voleibol a nivel regional. En este deporte los cambios se hacen sin más. Puedes repetir según los sets. Pero recuerdo un partido de cadetes donde me equivoqué claramente al meter a una jugadora para recepcionar y deshice el cambio al siguiente punto. Esa niña y sus compañeras me lo recordaron mucho tiempo. Ganamos el partido, pero el disgusto que le di a esa chica no compensa cuando pasan dos semanas.

En élite, Paco (Jémez) y José (Mourinho) generan muchas veces un estado de alerta en sus jugadores que sí es positivo. Aún recuerdo esos cambios de sistema del portugués, como el que se comenta en el artículo. También recuerdo otro en San Siro (no cambio en la primera parte) tras empatar el Madrid y meter a Albiol para volver a formar con defensa de 4. La energía con la que hacía esas cosas...
La cosa es que solo tienes tres cambios. Hacer un cambio antes de tiempo hace que pierdas una de tus tres opciones para cambiar el partido. Si sale mal, aparte de ser malo para el jugador sustituido y para la confianza del equipo, has perdido un 33% de tus opciones para cambiar una dinámica. Y si lo tienes que arreglar con otro cambio, has perdido 2 cambios, tiempo y moral. Demasiado riesgo.

Por cierto, ¡felicidades Miguel por tu cumpleaños!
"Si hubiera podido hacer siete cambios, los hubiera hecho. Cuando hay gente que no está al nivel o no hace lo que le he pedido, lo cambio, ya sea el minuto siete, veinte u ochenta”, declaró tras aquel partido. Su comentario, entre otras cosas, deja entrever la carga comunicativa que tiene el realizar un cambio así. Es un toque de atención. Tanto a corto, como a largo plazo"

La carga comunicativa que tiene...me ha gustado mucho este conecepto. El caso es que si los cambios en primeras partes forman parte de tu hábitos cotidianos como entrenador, los efectos colaterales a medio y largo plazo se minimizan. Los jugadores saben que es algo que puede pasar, es más, estabas avisado. Si esta herramienta la usas con naturalidad, tiene muchas más ventajas que inconvenientes. Si la usas de manera excepcional no.
@javigol

Ya y si no lo haces puedes plantarte en el minuto 70 con un 2-0 y el rival dominando el partido desde el primer minuto, y ahi por mucho cambio que hagas si que no queda tiempo ni moral.... Un entrenador está tambien para jugar el partido, es una carencia de la que adolecen algunos, la escasa capacidad para leer y cambiar el partido o la cobardia de no hacerlo antes de que sea demasiado tarde.
Perdón, cambié de Explorer a Safari y ahora sí encontré el comentario. ¿Sucede esto otras veces?
Desde antes un entrenador debe de avisar que si hay un cambio de este tipo es porque se necesita una solucion rapida o el jugador no esta rindiendo a buen nivel.
@migquintana

"Si se gana y es debido a un cambio antes del descanso ''pareces un genio'', cuando ese cambio enmascara un error -o falta de acierto- previo. Es bastante curioso."

De ahí viene lo de "rectificar es de sabios". Yo sí considero una genialidad el poder virar, modificar un partido a raíz de un cambio en la primera parte. Denota un conocimiento de tu trabajo inmenso.
Y hacer 43 cambios en primeras partes en dos temporadas y media no habla mal de un tëcnico? Cuando la media de cambios en primeras partes de un entrenador es de 0, 1 o 2 por temporada, llega uno con una media de 16 veces por temporada. No puede indicar un mal planteamiento de los partidos? O un exceso de confianza en un plan que no es el adecuado? Hablar de Jémez siempre resulta polémico y pregunto buscando una respuesta, quiero decir, no desde la intención de criticar mediante preguntas. Saludos.
@ VRubio

Si te pasas siete días preparando un partido e insistiéndole a un jugador en que haga x e y, y en la importancia de que lo haga, y luego va el chico y pasa olímpicamente del tema... no creo que por comunicarte con él desde la banda vaya a mejorar mucho el asunto...
@ Brahm

"Pero lo mas reseñable de estos cambios es el trabajo post sustitucion. Ahi el entrenador debe lidiar con egos, y demas."

Gran anotación.

@ Javimgol

Eso de perder cambios lo valoraría más para cubrirte ante posibles lesiones que por lo de "cambiar el partido". ¿Qué banquillo tiene tres cambios disponibles con potencial para cambiar el partido?

La mayoría solo respondería a ello si tuviese que arriesgar para empatar o ganar y consigue marcar a más de 7 u 8 minutos para el final. Es una situación posible, sin duda, como lo es recibir una roja, pero no son tampoco tan, tan habituales. En términos prácticos, yo creo que si un entrenador ve claro que necesita hacer un cambio antes del 45, ese cambio es más importante casi siempre que reservarte uno para el final.
@ Dany

Cambiaría "está jugando muy mal" por "no está haciendo lo que le pidió su entrenador". No es lo mismo y creo que la diferencia es importante.

@ Adricapi

No uses mayúsculas, hombre, que parece que nos estás gritando ;-) Y no las necesitas para expresarte bien. Sabes de sobra.
Al final considero que una de las claves a dominar de un entrenador es la comunicación. Estamos hablado de fútbol, pero es fácilmente extrapolable a cualquier entorno donde se desarrolla una actividad en grupo y hay un líder. Es importante que te conozcan, que seas legible para ellos y que puedas demostrar que tus decisiones son por el bien común. Si consigues eso, no vas a poder evitar que un jugador salga del campo con cierto desagrado, pero sí podrás evitar que no lo entienda.

Creo que, por ejemplo, dos entrenadores que en este aspecto podrían mejorar son Luis Enrique y Pellegrini. Cuando hacen cambios sus jugadores suelen mostrarse públicamente molestos. Puede ser culpa de los jugadores, pero da la impresión de que no valoran/entienden/secundan las decisiones de su entrenador. Y eso suele ser un problema de comunicación, porque si eres el líder, parte de liderar un grupo es "venderles" tu idea de trabajo y ganarse su confianza.
Llevo bastante tiempo leyendo el blog y me parece un oasis en el desierto donde realmente se habla de futbol! Felicitaciones!

En cuanto al tema, me parece muy acertada la comparación con el beisbol aunque hay que aclarar un pequeño punto; los lanzadores abridores no son seleccionados dependiendo del plateamiento o rival; simplemente ocupan un puesto en una rotación fija (para darles un descanso igual a todos).

El futbol lo juegan 22 personas en cancha y 2 en los banquillos, por lo que siempre hay espacio para sorpresas tacticas e imprevistos por lo que un cambio en el primer tiempo siempre debe ser una medida siiempre presente en la mente de un tecnico que se precie de serlo.

Y a pesar de que detesto al personaje Mourinho por su personalidad y maneras (es la encarnación de "el fin justifica los medios") lo respeto mucho como estratega y su uso de cambios antes del descanso (o insinuaciones) son muy utiles para cambiar un partido.

En fin, un cambio antes del descanso es una herramienta infravalorada y que por la misma imprevisibilidad de un partido no implica un error en el planteamiento del tecnico (salvo obviedades); simplemente una manera de cambiar al equipo y empujarlo en una direccion que el tecnico percibe como más adecuada para competir.
Hace poco estuve hablando con un amigo sobre este tema.

Estoy de acuerdo con las opiniones que se fueron dando respecto a que no es perder un cambio sino que lo utilizas, es un arma que tienes como entrenador. Ya que dispones de ella, si algo como un error en el planteamiento del partido o que un jugador no realice las órdenes indicadas (que me parecen las dos causas básicas por las que hacer un cambio antes del descanso) es totalmente lícito utilizarla. Es más, como bien decís, me parecería un error no utilizarla habiendo leído la situación. Un error lo puedes tener o el jugador puede no hacerlo, pero más error es no hacer nada. Incluso si no sale bien, es algo que había que hacer, como bien diría Tony Soprano: "wrong decision is better than no decision".

Y tengo otra idea que comenté alguna vez. Los cambios antes del descanso están mal visto culturalmente, porque se asume también que el titular ha de jugar más minutos que el suplente. Por qué no puede ser al revés? Me refiero a que planteo un partido a que un jugador haga x cosa que requiera un tipo de esfuerzo que por ejemplo sólo sea factible hacerlo al 100% durante 30-35 mins. Saliendo esa cosa bien, hago el respectivo cambio para pasar al plan de 60 mins del resto del partido. Me resulta difícil de explicar, no quiero extenderme en demasía y comprendería que no se entendiese.
@BigGeorge_F1

Otro: copa del Rey, Real Madrid 0 - 2 Málaga, triple cambio al descanso. El partido acaba 3-2. Que no es un cambio antes del descanso pero vamos, casi casi.

@Dr Z

Lo que planteas en el segundo párrafo también lo he pensado yo alguna vez.

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