Aunque parezca mentira, a David Moyes no le están saliendo las cosas. El técnico escocés llegó a una Real Sociedad que temía por el descenso, y su progresión de puntos desde entonces puede soñar con Europa. Por gran parte de este período el equipo vasco ha cargado con la ausencia de Carlos Vela, el recurso individual más decisivo y de mayor calidad de la plantilla. El mismo al que se agarraron los primeros resultados de David Moyes en la Liga. En su ausencia, el ritmo de puntuación del equipo no sólo se ha mantenido, sino que en la reincorporación del mexicano a la disciplina txuriurdin la Real Sociedad ostenta los mejores resultados de la temporada. Pero el caso es que David Moyes no está ganando de la forma que pretende hacerlo.
David Moyes quiere que su equipo controle el juego con el balón.
Si el hecho de juntar cada semana a Granero y Rubén Prado no es pista suficiente sobre las intenciones de un entrenador, El entrenador pide más paseshay muchas más. En la jornada trece la Real Sociedad se impuso por 3-0 al sólido Elche de Fran Escribá. En la rueda de prensa posterior David Moyes no se mostraba conforme con el juego desplegado por su equipo en tan ansiado triunfo: «Mis jugadores no se pasaban el balón entre ellos para mantenerlo en nuestro poder. No estábamos circulando bien el balón«. Tras el sonado triunfo ante un rival de tanta exigencia como el Sevilla de Unai Emery, otra muestra: «Hemos animado a los jugadores a que jueguen mejor con el balón, que lo pasen más, que intenten mantener más el balón, que lo pasen más rápido y de manera más acertada«. Rasgo poco usual en los banquillos españoles, el escocés parece más interesado en trabajar sobre la respuesta técnica de sus hombres en la circulación de la pelota que en la construcción de un contexto táctico que potencie de forma específica las posesiones de su equipo. La intención final, no obstante, no puede estar más clara: «No es que no tengamos un estilo, estamos es un proceso de construcción«, aclaraba una semana atrás Granero en una entrevista para Mundo deportivo: «Queremos ser un equipo que juegue la pelota. Es lo que el entrenador demanda. Tener la pelota y pasárnosla con paciencia«.
Que un entrenador escocés llegado a San Sebastián en tiempos de necesidad apueste por contemporizar el juego desde la posesión suena raro. Pero no tanto si se atiende a la trayectoria de David Moyes. Al fin y al cabo, el controvertido paso del ex-toffee por Old Trafford se enfocó a un objetivo similar. Sin embargo, su Manchester United nunca llegó a consolidar esa propuesta y de momento puede decirse que su Real Sociedad tampoco lo ha conseguido.
Hoy el equipo vasco es un cuadro extraño: más allá de las intenciones expuestas su estructura presenta rasgos muy británicos. El juego de la Real es espesoIncluso dibujada en 4-2-3-1 remite a un 4-4-2 de toda la vida, abierto y combativo, en el que cuesta ubicar los mecanismos para alargar posesiones salvo que la iniciativa de algún hombre libre (Canales, por lo general) se salga del guión previsto para proponer apoyos distintos a un doble pivote que no es exactamente lo que parece. Porque entre Granero y Rubén Pardo es el madrileño, de los dos el más afín a masticar la posesión, el que asume un rol más oscuro con la pelota y procura aportar, sin ella, cierto sostén a tan ligera pareja. El canterano, por el contrario, tiene mayor ascendencia sobre el juego del equipo, y eso implica un manejo más vertical del esférico. Rubén Pardo, lo hemos ido descubriendo con el tiempo, lanza más que organiza. Así las cosas, los envíos directos para la disputa del punta y las aperturas a banda para activar el juego exterior presiden unas posesiones poco definidas en las que el equipo pocas veces redunda en un pase interior de calidad -no tiene estructura para hacerlo- ni tampoco muestra un ritmo de juego lo bastante alto como para potenciar un juego más vertical. El resultado de todo ello, decíamos, es extraño. Extraño y espeso. Pero está sumando muchos puntos.
Es complicado explicar por qué la Real gana tantos partidos.
Resultados en mano parece evidente que tumbar al equipo vasco no es tarea sencilla aunque su mediocampo se muestre tan vulnerable. En este sentido es inevitable la referencia a Rulli, cuyo rendimiento bajo los sufridos palos donostiarras le ha valido la internacionalidad, pero tiene que haber algo más. Un portero inspirado puede explicar el rescate de algunos naufragios, pero no la singular eficacia de un equipo que, sin apenas concreción ni continuidad en su juego, saca tanto partido de marcadores muy cerrados. Quizá es la mezcolanza de todo lo comentado: una espesa bola de elementos inconexos que tiende a adueñarse de la mayoría de partidos de la Real Sociedad, atrayendo al rival hacia un terreno extraño en el que el que el equipo de David Moyes compite mejor que los demás. Como un escarabajo, que sobrevive a todo sin saber muy bien por qué. ¡Pero no un escarabajo cualquiera! Un escarabajo que quiere el balón.
trocko79 24 marzo, 2015
El problema de la Real y de muchos otros equipos que quieren tener el dominio del juego desde el balon es la velocidad. Al no correr los ataque son estaticos y si no se tiene una alta velocidad de circulacion del balon en campo rival es muy complicado crear opciones de gol ante un equipo replegado. O tener unos jugadores de altisimo nivel capaces de crear peligro en esa siruaciones y de esos hay pocos.
Como bien comenta Marc en el articulo es complicado saber la diferencia de la Real actual con la de inicio de temporada para esos cambios de resultados. Yo creo que es algo animico y de intensidad. Ahora conenten menos errores y penalizan los del rival. A peaar de la idea de tocar y los riesgos de perdida que pueden ocasionar, sus jugadores son desobedientes cuando ven riesgo, en esas situaciones son mas verticales, buscando al 9 o abriendo a banda para que la posible perdida sea menos peligrosa. Creo que esa desobediencia y verticalidad se hara mas evidente con la vuelta de Vela, jugador veloz y vertical.
No acabo de ver claro que Moyes pueda convencer a los suyos de las ventajas de no correr.
Por cierto, muy bien Rulli que no lo soluciona todo pero para lo parable y bastantes mas