En la última década, Paterna ha producido tres fantásticas generaciones de talentos que primero conquistaron España, después Europa y, finalmente, el mundo. Más allá del éxito rotundo e incuestionable de la cantera che, tanto en cantidad como en calidad, resulta interesante pararse a analizar cómo el Valencia ha logrado que dicho talento no se perdiera entre los filiales y el primer equipo siendo, a la postre, productivo para la entidad a nivel deportivo y económico. Como en todas los clubes algunos de ellos dieron el salto directamente, pero el Valencia se ha especializado en una ruta cada vez más utilizada por los otros grandes del fútbol español: la cesión y el regreso. La fórmula «David Albelda».
Tras dos años en Villarreal, volvió y triunfóEl histórico capitán che, internacional con la Selección en 51 ocasiones, es el mejor ejemplo posible para ilustrar el camino que posteriormente fueron siguiendo muchos otros. Compañero de Andrés Palop, Miguel Ángel Angulo y Farinós en el Valencia B de la temporada 1995-1996, David Albelda marchó cedido al Villarreal con sólo 19 años. El joven centrocampista se haría indiscutible en un «Submarino» que aún no había subido a la superficie, logrando formar parte de la España Sub-20 que viajaría al Mundial de Malasia y, finalmente, ganándose el volver a Mestalla. Sin embargo, en Valencia sufriría una grave lesión que le impidió relevar a Luis Milla. Debería volver a Villarreal, ésta vez en Primera, para coger otra vez minutos y terminar de formarse como futbolista de élite. Algo que haría de forma más que reseñable, regresando en 1999 al club de su vida para ser pieza capital, y capitán, durante sus mejores años.
Su ejemplo ha seguido dando réditos al Valencia.
Siguiendo la fórmula «David Albelda» encontramos ejemplos de todo tipo: algunos regresaron para triunfar en el Valencia, otros para dejar una buena cifra en las arcas del club y, evidentemente, también hubo quien se perdió entre cesiones sin poder mostrar nunca su talento como valencianista en Mestalla. Es lógico. La cuestión es que, en general, estas cesiones han tenido un gran éxito, dejando los últimos casos en meras excepciones como se puede comprobar poniendo el ojo en las últimas generaciones nacidas en Paterna.
– El Valencia B de la 2002-2003 & 2003-2004: Aquel conjunto terminaría descendiendo a Tercera División, pero entre sus filas se encontraban futbolistas con mucho recorrido como David Navarro, el veterano, quien subiría sin intermediario al primer equipo. El resto debería salir de forma temporal con la esperanza de volver pronto. Aunque la más recordada es la cesión de David Silva, que se haría hombre en Ipurúa y estrella en Balaídos, al canario le acompañarían en la aventura Raúl Albiol y Jaime Gavilán. Ambos marcharon al Getafe con mucho acierto, poniendo así inicio a una relación muy fructífera. Cierto es que Gavilán no lograría asentarse en Valencia, pero sus buenos años en el sur de Madrid le valieron dejar un muy buen traspaso (4,5M). Menos suerte corrieron compañeros de generación como Pedro López, Juanlu Hens y Sisi, los cuales, pese a hacerse su hueco entre Primera y Segunda, nunca regresaron.
– El Valencia B de la 2006-2007: Después de ascender el curso anterior, al filial che le llegaría vivir otro amargo descenso rodeado de talento. Clave en esto fue la cesión a mitad de temporada de Pablo Hernández, quien más tarde cuajaría un gran año en Getafe que le haría valedor de un dorsal en el Valencia durante cuatro años. Este camino sólo lo pudo seguir Miku, cedido al Salamanca y al que hay que poner el asterisco por pasar sólo un año en el filial, pero en su regreso a la capital del Turia no pudo pasar de una participación testimonial. Sea como fuere, en esta buena hornada encontramos jugadores de cierto nombre (Cristian Bustos, Natxo Insa y, sobre todo, el viajero Javi Guerra) y, por encima de todo, el gran fracaso en la política de cesiones del Valencia: Aaron Ñíguez. El actual extremo del Elche, del que siempre hablaron bien por su desborde y velocidad, encadenó cinco años de cesiones por España, Grecia y Escocia sin conseguir encontrar nunca su momento para volver.
– El Valencia B de la 2009-2010 a la 2011-2012: El tercer descenso del filial che volvería a significar el nacimiento de una generación de jóvenes promesas que se fueron entrelanzando año a año. El primero en salir en forma de cesión fue Michel Herrero, quien tras pasar por Coruña o Alicante volvería para ser vendido, recomprado, cedido y, finalmente, traspasado. Su ejemplo no es el más brillante, pero sí el que abre de nuevo la llegada de talento desde Paterna a Mestalla. A Michel le siguieron estrellas que se fueron demasiado pronto (Isco Alarcón), jóvenes que quemaron etapas con voracidad (Juan Bernat & José Luis Gayà) y, por supuesto, futbolistas que se marcharon para crecer. Paco Alcácer dio sus primeros pasos en Primera con el Getafe, en una temporada más positiva para él que para los madrileños. Y Carles Gil, quien se marchó en invierno a la Premier por una notable cifra (4,5M), confirmó su potencial con un Elche al que le acompañó en su ascenso y en su permanencia. Su 13/14 fue de más a menos, pero creció y compitió con Fran Escribá.
Fede Cartabia y Robert Ibáñez son los últimos casos.
A todos estos, incluido al mayor de los Ñíguez, ahora mismo les miran con atención Fede Cartabia (1993) y Robert Ibáñez (1993). Ambos tienen el reto de aprender a competir en dos equipos asustados por el descenso, mientras intentan brillar con luz propia para formar parte del ambicioso proyecto che. Y, para esto último, tienen que invertir su dinámica personal. El argentino, que comenzó siendo la única pieza valiosa del Córdoba de Ferrer, debe volver a encontrar su punto de forma para poder dar la pausa de calidad entre tanto velocista. El valenciano, que también arrancó con fuerza, se ha ido diluyendo en las últimas fechas. Actualmente Granada no es un escenario fácil, pero con 21 años hasta de las derrotas se aprende. De hecho, cuando más se mejora es superando los retos competitivos más exigentes y complejos. David Silva, un genio que comenzó a regatear con barro hasta las rodillas, así lo asegura.
Albertigues 28 febrero, 2015
Da bastante alegría ver el nombre del pueblo que me ha visto nacer, crecer y quien sabe si morir, en primera línea. Somos a nivel de extensión y habitantes una de las ciudades más grandes de la Comunitat, pero el hecho de que nuestro nombre sea conocido para la mayoría de los españoles es justamente por tener la Ciutat Esportiva y es que el VCF en la provincia es un gigante que se come al resto (con sólo RM y FCB a la sombra), siendo el actual Levante un milagro que debe ser recordado durante décadas. Se hace inviable que ningún equipo se levante más allá de los capitalinos en la provincia, aquí pese a lo grande que es el pueblo y la industrialización / oferta de ocio que nos rodea ha sido prácticamente imposible que el club local sea solvente, estando pasando ahora los mejores años de su historia (temporadas consecutivas en Tercera).
Tras el rollazo, aquí siempre se ha valorado muchísimo el producto de la "terra", Albelda es el ejemplo magnífico y es que el de La Pobla Llarga ha sido, es y será bandera del valencianismo. Pero un ejemplo más reciente en cuanto a apoyo absoluto por ser de la región es el de Guaita como futuro de la porteria, de nuevo se debe dar todavía más valor a algo en concreto como es que Diego Alves se haya ganado a toda Mestalla.
Paterna y la formula que comenta Quintana ha dado y seguirá dando sus frutos en mayor o menor medida, pero es importante el hecho de que Mestalla – estadio en el cual los espectadores desayunan técnicos – suele tener una paciencia enorme con el producto de casa. Por eso es tan maravilloso que alguien tan valenciano como Paco Alcácer sea el santo y seña de este precioso proyecto, lo más cercano en ese sentimiento quizá fue Raúl Albiol y casi un Bernat que fue un "abrir y cerrar de ojos". Definir lo valenciano es complicado, un alicantino y castellonense difícilmente se definirán como tal, por lo tanto que Alcácer sea de Torrent y la provincia es clave como santo y seña de la "Fórmula Albelda".
Cuidado no salte algún hincha tiquismiquis del CD.Castellón al ver a Pablo Hernández entre los nacidos en Paterna ^^.