El Deportivo de la Coruña de Víctor Fernández es uno de los conjuntos más indefinidos de la Liga. Y, desde luego, no es para menos con todos los cambios que ha efectuado su entrenador en apenas tres meses de competición. De la intención inicial de asentarse en un 4-3-3 con José Rodríguez como un jugador importante del mediocampo para reforzar el teórico espíritu asociativo del equipo, no queda nada de nada. Ni el sistema, ni el jugador ni la idea. Ni siquiera las áreas las ocupan los mismos futbolistas.
Ahora el Dépor dibuja un 4-2-3-1, se siente mucho más cómodo con el repliegue más contra y tiene a Wilk como futbolista más destacado. Un relevante cambio de traje que también ha visto como Cavaleiro pasaba de ser extremo a ser el nueve, como Juan Domínguez jugaba de mediapunta pese a las declaraciones de su técnico y como Luis Fariña, cuando no juega por dentro, juega por fuera. Demasiadas correcciones, variantes y matices en tan poco tiempo para un Dépor que todavía no le ha cogido el ritmo a la Primera División. Sea como fuere, después del último parón por compromisos internacionales, Víctor aprovechó esos 15 días para tomar varias decisiones que parece que sí que perdurarán en el tiempo: una es el doble pivote Wilk – Medunjanin y la otra es la pareja de laterales Juanfran – Luisinho.
Tras el último parón, el Dépor ganó 3-0 al Valencia de Nuno.
Este último es un dúo que tiene tanto de pareja como de laterales. Sin ir más lejos, debido a las numerosas bajas, ambos jugaron por delante de Laure y Canella en la visita del Deportivo al Nuevo Arcángel en la pasada jornada. Éste es un recurso que no hay que descartar de cara a determinados contextos, pero parece que la idea de Víctor es situar al portugués y al madrileño en la línea defensiva. Y tiene su sentido.
Luisinho, para comenzar, es uno de los pocos fijos con los que ha ido contando el técnico maño en las escasas once jornadas que llevamos de Liga. No sóloLuisinho es un fijo para Víctor ha jugado en todas, sino que además ha sido titular en diez de ellas. Un dato que únicamente puede igualar Haris Medunjanin y que, además de por su polivalencia, se explica sobre todo por su gran espíritu competitivo. Lateral suplente de Melgarejo en el Benfica y extremo titular en el Dépor del ascenso, el portugués es uno de esos futbolistas que hacen de su concentración, actividad e intensidad el leitmotiv de su carrera. Es cierto que va demasiadas veces al suelo, que tiene problemas para orientar su cuerpo y que, en un repliegue intenso, puede sufrir en exceso cerca de su área, pero también lo es que muchas de estas situaciones las corrige por puras agallas y que, posteriormente, con balón es capaz de sumar tanto en el circuito asociativo del equipo como a la hora de potenciar el juego externo.
Un aprovechamiento de las bandas que, precisamente, ha provocado que Juanfran Moreno haya vuelto a pasar del extremo al lateral. «Tiene más capacidad de sorpresa jugando de lateral. Entonces, hemos buscado espacios para que él pudiera sorprender desde atrás», decía Víctor Fernández después de la exitosa prueba ante el Valencia. Como extremo derecho, aunque cuajara un notable partido en Ipurúa, su producción había ido descendiendo al mismo tiempo que el juego de toque gallego iba perdiendo sentido en las dos mitades del campo. Sin embargo, en esa idea de repliegue más contra que parece querer fomentar su entrenador, Juanfran encaja mucho mejor como lateral porque desde ahí sí que puede llegar. Esa es su gran habilidad: sorprender. Llegar y no estar. Todo lo hace mejor con velocidad y espacios. El control, la conducción, el desborde y el centro. Todo. Y con Cuenca dibujando el fuera-dentro, ese contexto se traza sólo.
Juanfran parece haberle ganado la batalla a Laure.
Con otros 15 días para trabajar con la mayoría de su plantilla, Víctor Fernández tiene la tarea de dar una identidad sólida a su equipo antes de recibir a la nueva Real de Moyes. Si en el pasado parón logró añadir ajustes interesantes, como los ya comentados o el de situar a Lucas por detrás de Cavaleiro, en este parece que la misión es reforzar dicha idea para que cale en el grupo. El Dépor puede ser un buen equipo pero, como a sus laterales, no les vale con parecerlo. Debe(n) serlo.
@mau_fachal 13 noviembre, 2014
Hola comunidad ecos!
Lo primero de mi primer comentario será, evidentemente, felicitaros por este magnífico espacio de reflexión futbolera. Increíble. Lo segundo, que este primer comentario estaba destinado a un ser sobre un artículo del Dépor! Y ahora, al lío.
Coincido totalmente con vosotros en la indefinición del equipo. Probablemente determinada por los tiempos y la confección de plantilla. Personalmente, veo al dépor más preparado(??) para el repliegue y contra. Considero que el equipo no dispone de interiores adecuados para jugar con tres en el medio y asentarse en campo contrario. Ni Juando, ni Haris, ni Joserro se adaptan a esa posición, para mí son mediocentros. Me gustaría ver a fariña ahí (a lo krohn), pero por lo visto hasta ahora le falta poso y lectura y le sobra conducción. Así que la idea del 442 para robar y salir rápido me convence. El problema, cuántos equipos de la Liga van a querer el balón durante todo el partido? Pocos y probablemente tan superiores que liquiden el partido a las primeras de cambio (Sevilla, Madrid etc.) :'(
En el aspecto individual: a pesar de que me gusta Luisinho, creo que la concentración no es su mayor virtud. El año pasado rompió algún partido por autoexpulsarse. Coincido en lo de que enmienda sus errores por pura garra y competitividad. En cuanto a Haris y a riesgo de que Abel me casque, me parece que resta mucho tenerlo en el equipo titular. En defensa va cuando no tiene que ir y es posicional cuando hay que apretar. Sus gestos y giros son lentos, le cuesta superar una presión (sobre todo de espaldas). Qué nos queda? su calidad y su pie izquierdo que, evidentemente, puede decidir un partido.
Podría seguir y seguir hablando del Dépor, pero creo que hasta aquí ya está bien. Muchas gracias a todos por tocar de vez en cuando a todos los equipos de la Liga. Saludos!