El Bayern Múnich, espeso y discontinuo, venció por ambición a un Manchester City que no hizo casi nada. En su retorno a la competición que de momento les empequeñece, los de Manuel Pellegrini volvieron a mostrarse como un conjunto sin alma y sin estilo sobre el que es difícil describir patrones. No se sabe si es conservador o alegre, si ataca por dentro o por bandas o si defiende lejos o cerca de su área; cada jugada fue distinta y ninguna estuvo bañada por ese deseo de victoria que a una mezcla entre alemanes y Guardiola nunca va a faltarle. Y esa fue la diferencia: querer ganar.
Pep pasó al 4-3-3 muy prontoEl Bayern Múnich arrancó el partido en 5-3-2 con Alaba de central izquierdo, una variante con la que, posiblemente, Pep trató de anticiparse a una factible presión del Manchester City (4-2-3-1) con Silva y Dzeko sobre Benatia y Boateng. Pellegrini no la propuso con convicción y cuando sus hombres fueron tampoco fue que se matasen, lo cual hizo que a los locales les sobrase ese hombre extra en su defensa desde el minuto 1. A eso del 15, subió al austriaco al mediocampo y dibujó un 4-3-3 con Alonso de «5» y Lahm y Alaba de interiores que le permitió meter más gente en campo contrario y desarrollar un poco mejor su plan. De hecho, las jugadas personales de David contra Touré Yaya se erigieron como el principal peligro bávaro hasta que entró Robben en la segunda parte. Por contra, Navas profundizó alguna vez contra el desprotegido Bernat. Digamos que Pep había «abierto» la ventana.
En los ataques, Bernat logra que no se extrañe a Alaba de lateral.
Más tarde entró en escena el factor Allianz Arena, que es aquél en virtud del cual el Bayern Múnich deja de interiorizar su juego, pasa a atacar más por banda, mete algún centro a la olla y se vuelve más peligroso, y Müller creció, pero Joe Hart tenía su día y dio la réplica. Apaciguado el avenate, Pellegrini movió ficha y dio entrada a Milner por Nasri, que fue un cambio interesante. El inglés se quedó en el doble pivote, Touré Yaya subió a la mediapunta y Silva pasó a una banda. Con lo solo que estaba Xabi Alonso en el pivote, pues Lahm y sobre todo Alaba volaban mucho pero sin sujetar la posesión, se esperaba alguna escapa inglesa que castigase la desnudez, pero el empate satisfacía demasiado al campeón de la Premier y no asumió ningún riesgo. Se quedó atrás y cuando salió lo hizo con pocos. De esta guisa se llegó al minuto 89 y, tras una serie de rebotes, un chut de Jérôme Boateng, que había jugado muy bien, decantó el triunfo.
A modo de final debe mencionarse que, como sucederá en cada fecha, asistimos a un nuevo pasaje de «Las salidas del donostiarra». Al término de la temporada debería editarse una película con todas las salidas desde atrás orquestadas por el mediocentro y presentarla al Festival de Cine de San Sebastián. Podría caer la Concha de Oro.
@miguelstep 18 septiembre, 2014
Como es que un equipo sin alma, sin corazón le arrebatase la Premier a Gerrard? Que es todo lo contrario …en fin, que terrible imagen del City en Alemania, el partido te daba la sensación de quizo en cualquier momento lo ganaba el Bayern y así paso …si el City es el campeón de la Premier, que pesima imagen deja la Premier en Champions ..en fin, bien por Pep, ayer su equipo me gusto y Alaba, por cierto de este jugador no hablan mucho ..pero es un crack, eh y hace de todo el pibe,de todo!