Atlético y Celta se repartieron un punto en un partido dominado por los locales, y que obviamente supo a victoria para el grupo vigués, que ha comenzado la temporada con sensaciones de ofrecer muchísimas cosas durante todo el campeonato. Esta vez su mejor jugador fue Sergio Álvarez, valedor de un empate que sigue dejando la sensación de que los rojiblancos agarran las riendas de los partidos con una sola mano. Han de llevar el peso de los encuentros y se observan más soluciones cuando trata de derribar un muro, pero debe aprender a comportarse defensivamente lejos de su arco.
El partido comenzó bastante igualado, siendo el Celta el ganador de la gran mayoría de los duelos directos y balones divididos en medio campo, alargando los ataques y esperando su oportunidad. Sergio Alvárez, el mejor viguésSin llegar a profundizar con peligro, los de Berizzo saltaron al Vicente Calderón con la salida en largo sobre Larrivey como antídoto a los característicos robos adelantados -que aún así los hubo- de los colchoneros. El Atlético por su parte, sigue en la búsqueda de una salida fiable, así que hasta nueva orden volvió a jugar muy directo sobre Jiménez. Tras el gol ocurrente de Pablo Hernández, el choque se movió y no dejó de hacerlo hasta el final del mismo. El Cholo tomó rápidamente una decisión que apenas tiene cabida en su manual y que desechó en cuanto recuperó la ventaja en el marcador.
El Cholo cambió el dibujo tras el 0-1. Y volvió al 4-4-2 tras el 2-1
«Vuelve a cuatro, vuelve a cuatro», le decía formando el número con la mano Simeone a su ayudante en el palco tras el 2-1 de Godín. Con 0-1, el entrenador argentino ordenó formar un 4-3-1-2, con Arda de ’10’, una medida ofensiva que a la naturaleza de su equipo le resta confianza, orden y robo. En la fase posterior al gol, el Celta tomó la posesión y aunque sin crear peligro, lograba tranquilidad y superioridad con ella. Con Planas y Orellana abriendo mucho sus posiciones, fue Krohn-Delhi quien se aprovechó de que el turco no anduviera por el costado y que las ayudas en banda llegaran tarde. En esas apareció Koke primero y Griezmann siempre para apretar seriamente hasta el final de la primera parte.
Tras el descanso, Sergio Alvárez prosiguió con su extraordinario nivel, en lo que fue una media hora larga de asedio local que Nolito provocó tras lograr un 2-2 en el marcador. Simeone retiró al francés, con la duda de si para cargar el área frontalmente o por dar espacio a Arda a la hora de maniobrar en zonas interiores -o las dos cosas- y el Celta resistió hasta el pítido final en un valiosísimo empate de cara a su confianza en este arranque.
Jack Bonaventura 21 septiembre, 2014
El cambio de Griezmann…yo aun no me he recuperado de ese cambio. Estaba jugando un partidazo y tenía una cara de meter el gol de la victoria en el minuto 80 de la hostia. Dentro de lo previsible, todos los números podían tornar en color rojo, salvo el 7. Para mí, al menos, gran parte de las opciones de remontada del Atlético se acabaron ahí (Y más si a Cerci solo lo sacas 10 minutos).
En fin, la vida es eso que se esfuma con cada paso que da Griezmann hacia la banda tras ser cambiado al minuto 22 de la 2ª parte.